Humedad Cálida. <Brahms Heelshire x lectora>

4. El otro lado de la moneda.

Brahms Pov

Había sido ya hace un mes que Greta me había abandonado con Malcom.. Con una herida en mi abdomen y el corazón destrozado no me quedo de otra que volver a la obscuridad que tanto había dejado cuando la conocí.

Me había quedado sin comida y esperanzas de que greta volviera. cansado del hambre quise bajar para cazar algo en el bosque pero justamente escuche la puerta y solo me digne a ver por mis escondrijos.

Era una chica hermosa incluso creo que podría atreverme a decir que ella era más hermosa que Greta.

Investigó la primera planta y decidí darle la bienvenida también con mi mini yo.

Rode un poco la pequeña manecilla de la caja melodiosa que me había dado mi madre y la deje sonar antes de irme por el pasadizo del armario de greta.

Vi como subió perpleja buscando el Orígen del ruido como si de un pequeño gato se tratase, no lo voy a negar me pareció algo.. ¿Lindo?.

Después de ver que se quedó absorda en la melodía me moví por las paredes sin hacer ningún ruido para llegar a la biblioteca donde pose en una de las sillas al mini yo.

Deje caer unos libros para escabullirme por la parte de atrás del libreto mientras esperaba que ella bajara.

Así lo hizo, en primeras pensé que podría tomarla a la fuerza pero decidí ser paciente como lo hice con greta para averiguar qué intenciones tenía con mini yo.

Pensé que lo odiaria por como el maldito ex de greta me había dejado pero no me percate de algo.

¿Ella también tenía un mini yo? Pensé cuando nos presentó amablemente y cuando nos dio un abrazo logre sentir ese sentimiento que creció cuando Greta estaba conmigo.

Mi cara se sentía caliente ¿Porqué? Era algo raro que pasaba pero no era lo mismo, con Greta tomó un tiempo sentirlo pero ¿ella?..

¿Acaso ella era mejor que Greta? Al menos no cubrió mi cara con una manta y me dejó de lado.

La vi tomar el teléfono de la cocina pensé en desconectarlo pero realmente tenía mucha hambre como para negarle llamar a la tienda.

Comencé a escuchar como hablaba con una mujer al teléfono pero la conversación se comenzó a tornar girando en casa, sabía que si no hacia algo ella sabría que yo estaba aquí y me abandonaría. Me moví lo más rápido que pude y justo cuando caía un rayo desconecte la electricidad esperando escuchar algo.

La escuche llorar y sentía como mi corazón se hacía pequeño. ¿Ella le tenía miedo a la obscuridad? Decía mi voz de niño pequeño entristecido.

Estaba tan acostumbrado a la obscuridad que no me fué difícil bajar y estar en la misma habitación con ella sin que se percaté de mi gran tamaño, tome al mini yo y volvi a subir a mi escondite.

Escuche como choco con la mesa y se metió bajo ella con su muñeca en brazos.

La escuche llorar hasta quedarse dormida y solo tenía ganas de abrazarla y pedirle perdón por lo que le había echo en él primer día en la casa.

Me senté en una silla de mi escondite y ahí mismo me dormí ignorando el hambre abrumadora que estaba peleando en mi estómago.