Capítulo 3 primera parte: entre una despedida y un saludo

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Evan pasea por los jardines del palacio. El día es hermoso, incluso las nubes blancas del cielo parecen bailar al ritmo de la buena nueva. A pocos días del regreso de los combatientes, la expedición por mar regresó con la noticia de que Deus había sido encontrado. En un puerto al sur, los mensajeros consiguieron un mapa comercial que marcaba el camino al reino perdido.

Ceto jamás estuvo tan contento de ver la firma de Rea, marca de la autenticidad del documento. A cada paso Evan trata de conciliar sus emociones. Se siente en extremo feliz por Ceto, pero triste de su pronta e inminente partida. Para él, Ceto se ha convertido en un hermano, le ha enseñado a ser un mejor líder para su pueblo, le ha brindado y dejado guardada la confianza en sí mismo, que le asegura un gran futuro.

—Te extrañare mi buen amigo —suspira al viento con voz esperanzada.

Un soldado aparece de improviso para avisar el rey que ya está todo listo para partir al puerto de Genes. Evan se apresura a reunirse con los hechiceros, incluso ha permitido a Lupa permanecer en palacio unos días para no retrasar los preparativos.

Una sorpresa inesperada y agradable, recibe a Ceto, al pasar al pie de la montaña del destino, Clom junto a su pueblo se ha reunido para despedir al guerrero. Evan se sorprende al ver el buen recibimiento de los gnomos a Ceto, a quien reconocen su gran poder y habilidad, y agradecen lo que ha logrado con Evan.

—No te preocupes, de aquí en adelante nosotros nos haremos cargo —promete el diminuto soberano, ofreciendo su apoyo y consejo al rey de Elion.

Clom además ofrece a Ceto un pequeño medallón con la imagen del altar tallada. Evan parece sorprendido por el burdo obsequio,

— ¿venció a Nisir? —pregunta el rey sin disimular su emoción.

—éste es el medallón de la vida, con el podrás invocar a criaturas haladas que luchen a tu lado —aclara el gnomo.

Pone a disposición del grupo, una compañía con cincuenta gnomos, quienes han insistido en partir y luchar junto a Ceto, nuevamente el griterío y los silbidos festivos despiden a los hechiceros.

Al llegar al puerto, tras dos meses de viaje. El invierno comienza a sentirse en el ambiente, pero la gente lo contrarresta con el calor de su despedida. No sólo Clom proporcionó refuerzos, también Dem y Arnan unieron tropas y la gente de Genes construyó las cinco mejores naves que se pudieran pedir. Con provisiones para el largo viaje, los guerreros parten rumbo a su destino del otro lado del mar.

A dos semanas de zarpar, la situación para Ceto no podía ser peor. Ceto observa fijamente el cielo claro y el alegre golpeteo de las olas en el casco de la nave, el reflejo de las nubes en el mar. Mientras a lado de Terra, vomita sin control hasta quedar su estómago totalmente vacío. Su compañera queda en las mismas condiciones,

— ¿No podía viajar por tierra?, esto ya me tiene harta y agotada —reclama Terra recargándose difícilmente en el borde del barco.

—la primera ruta era el desierto detrás de las montañas, pero nadie habría sobrevivido. Viéndolo positivamente, somos los únicos que tenemos éste problema —responde Ceto en condiciones igualmente penosas.

Por su parte, Pan y Lupa disfrutan de su viaje. Lupa se ha distanciado de su posición de adivina y se dedica a tomar el sol en las largas mañanas, pero por la tarde y la noche se dedica a meditar, preparándose para el enfrentamiento con el poderoso enemigo. Pan permanece la mayor parte del tiempo en su camarote meditando. Aún deprimido por la muerte de Matcha, enfoca sus pensamientos a un sólo punto, la muerte de Mantra.

Valle de Sombras: capítulo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora