CAPÍTULO 3
TERCERA PARTE
Derrotado e impotente, confundido por la traición, Ceto golpea las paredes de la cueva maldiciéndose por su estupidez.
— ¡toda esta estúpida venganza sólo causó que perdiera a Tania y destruyera Terna! Ahora entiendo las palabras de Mantra, él intentaba detener todo esto —se lamenta el guerrero.
Una extraña sensación de paz le tranquiliza, y de lo profundo de la caverna, una luz invita a los combatientes a adentrarse. Al llegar, el viejo Max, débil, pero decidido, tranquiliza a Ceto.
—querido amigo, no te enfades por lo sucedido. Tu hija vive, aunque corre grave peligro, pero antes de que tus ímpetus y tu odio te dominen escucha..., la oscuridad que ha sido liberada, es la esencia del que fue conocido como la muerte oscura, un mal que sólo los dioses recuerdan. En su momento, te guie hasta aquí para alejarte de Mantra y supieras la verdad, para que junto a Sofía, liberaras al mal y lo vencieras, claro que Mel no estaba de acuerdo. Hoy cuando sentí tu presencia en la mañana, me sentí profundamente alegre, pero no percibí a la hechicera de oscuridad que pasó tanto tiempo olvidada. El alma pura que habita en el árbol del elfo es la única arma que tienes contra el caos, pero no queda mucho tiempo, apresúrate —suplica el anciano y desaparece.
Afuera los rayos azotan la tierra, que ruge y se estremece. Pronto no quedará nada, así que presurosos, los hechiceros avanzan al árbol del elfo en el este. El camino está lleno de monstruos que atacan sin tregua, pero en la mente de Ceto y Terra, se encuentra una convicción que igualmente no concede descanso. La firmeza que siempre ha emanado Ceto, ahora se enfoca en rescatar a su hija de las manos de la traidora, y esta convicción es la misma de Terra, y la llena de energía. Ella ve como en la mirada de Ceto, el odio se ha desvanecido, ahora sólo queda la idea de salvar a Tania.
Las criaturas sucumben al paso de Terra y Ceto, que no encuentran nada capaz de detenerlos, así sean garras o cabezas, todo lo cortan por igual.
En toda Terna el caos causado por las bestias y las tormentas oscuras, causa estragos. Clom y sus gnomos defienden ferozmente el altar de la vida, Evan contiene el ataque a sus reinos, Arnan apenas puede controlar el temor de su gente, y Dem difícilmente mantiene a raya a los atacantes.
Del otro lado del planeta, Gil ha sido inundado, lo que quedaba de Evos ya no existe, y tanto en Anjos, como en Deus, no hay quien aparte de su pensamiento a Ceto, rogando por su propia vida.
L apareja de guerreros ha viajado sin descanso, y al amanecer del cuarto día de primavera, los errantes llegan a su meta. A unos cuantos metros, el enorme árbol se balancea violentamente con el viento inmisericorde, que azota todo el planeta. Al pie del pino, Lupa se regocija en su victoria, abrazando obscenamente a Tenia, a quien mantiene en trance, ante las risas perversas de la vidente, que no para de burlarse de Ceto y su gran venganza sobre el valle.
— ¿no lo entiendes? No sólo te vengaste del valle, sino que dejaste correr tu odio por toda Terna... ¡imbécil! —exclama Lupa entre sus incontrolables carcajadas.
—aún no ha encontrado como destruir el árbol o ya lo hubiera hecho —susurra Terra.
Ceto toma la mano de su aliada y avanza cuidadoso, pero decidido hacia la oscura bruja.
—quiero que te la lleves lejos en cuanto la libere, no quiero que la dejes. Te confió el último rastro de vida que me queda, sé que no me fallaras —pide Ceto, al tiempo que empuña su poderosa espada y, en un rápido movimiento logra aprovechar la soberbia de Lupa, y la hunde en el tronco del majestuoso y mágico árbol. De la herida no para de brotar una luz blanca y resplandeciente, que se eleva al cielo y cae sobre el poderoso guerrero. Lupa, desconcertada, corre contra Ceto, hundiendo su cabellera en todo el cuerpo de su contrincante.
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Valle de Sombras: capítulo I
AventuraA lo largo de poco más de una década de viajes, desde la pérdida del reino de Deus, hasta su regreso. Ceto, el personaje principal, recoge experiencias, tanto amargas como dulces, conociendo nuevos personajes y recorriendo el mundo de Terna.