Capítulo | 08

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Narra | escritora

Todos estaban reunidos donde ___ les había indicado, ahora surgirá la pregunta, ¿acaso eran una pandilla?

Digamos que era algo así, ___ no era muy fuerte físicamente, pero aprendió a usar armas de fuego. Además de que hacía pequeños favores respecto a transportes de sustancias no tan buenas para el cuerpo, siendo así que quienes no le pagaban con dinero, le pagaban de esta forma. Además de que recibían cierta recompensa, más cantidad de unos polvos adictivos.

Escucharon las pisadas de su jefe, que acababa de llegar.
Dirigieron su mirada hacia 'él', pero se sorprendieron al ver a una mujer, menos Sandy, ella sabía acerca del género de su 'señor'.

-No quiero ninguna pregunta, les doy recompensas por trabajar.-

Habló antes de que alguien hiciera una interrogante.

Aunque no entendían algo, ¿por qué no estaba vistiendo como hombre? Siempre lo hacía, por eso no estaban ni enterados de que no era él, era ella.

-¿¡Van a seguir mirándome o qué!?-

-¡No, señor!-

Eran un grupo de 100 personas, todos con armas y máscaras que cubrieran su rostro, menos su líder.

Ella asintió con la cabeza, haciéndoles entender que la masacre debía dar inicio por fin.

Entraron a la casa donde se estaba realizando la fiesta, siendo ahí donde entró primero ___, y encontró a Haruka, la actual chica popular de la escuela.

-Ay, rarita, no estás invitada, ¿qué haces aquí?-

-¿No estoy invitada?... ¡Ouh! ¡tus palabras me lastiman tanto!- exclamó con burla en su voz, enseguida chasqueó los dedos y Sandy entró con su característica katana, mirando con una sonrisa a Haruka, quien solo corrió lejos y comenzó a gritar, los demás del grupo entraron, comenzando a disparar hacia todos los presentes, quienes corrían y gritaban con fuerza.
Otros solo se quedaban esperando el cruel destino que el futuro ya les había preparado, aceptándolo sin dar lucha.

La líder revisaba los cadáveres, disparándoles la cabeza en caso de que uno intentara esconderse entre los muertos, y vaya que encontró a más de uno haciendo eso.

La piscina ya no tenía agua cristalina, ahora era de un color carmesí que cubría casi todo el lugar.

Narra | ___

-¡Alto! ¡detengan esto!-

Esas voces... esas jodidas voces las conocía, ellos eran.

-Ellos son...-

-¡Somos la Tokyo Manji Gang! ¡Imbéciles, deténganse!-

El que estaba gritando era Baji, qué mal, me caía bien.

-Keisuke, te recomiendo irte junto con esa tonta pandilla de niños si no quieren morir aquí.-

-¿Tonta pandilla de niños? ¿nos vas a matar?-

Y esa voz era de Manjiro, comencé a reírme de los nervios apoderándose de mi cuerpo, Mikey solo me miraba con tristeza.

-¡Carajo!-

-___, deten esto, estás demasiado mal.-

Habló Draken, cuando observé algunos raspones en las yemas de sus dedos, las comparé con las heridas de las muñecas del líder de ToMan y lo supe. Él lo había desatado.

-¡Maldito desgraciado!-

Sin pensar, me abalancé hacia Ken, apretando su cuello con todas las fuerzas que tenía.
Él me empujó al no poder respirar, provocando que me cayera y golpeara, pero esto no se iba a quedar así.

Los miembros de mi 'pandilla' comenzaron una pelea contra ToMan, Manjiro intentaba alejarme de Draken para que no le hiciera daño, pues veía que estaba a nada de sacar el arma que escondía en mi chaqueta.

-___, no te metas con ninguno de los chicos, vamos a arreglar esto solo tú yo.-

Esas palabras quedaron en el aire en cuanto escuchó el

BANG

De los disparos, muchos miembros de la Tokyo Manji iban cayendo uno por uno, algo que estaba alertando demasiado a su comandante.

-¡Chicos, váyanse de aquí!-

Gritó, ordenando que se fueran, y demasiados le hicieron caso, menos Keisuke, Takemichi, Chifuyu, Mitsuya, Peh y Draken.

Con un simple movimiento de cabeza, mi equipo detuvo los disparos, acorralando a los mencionados en un círculo.

•••

-Bien, no te contengas si quieres detenerme, Mikey.-

El chico no respondió, mantenía cierta distancia mientras estaba pensando en cómo derrotarla sin necesidad de hacerle daño.

•••

Takemichi tuvo una pequeña visión donde Manjiro terminaba con un balazo en el pecho por culpa de un mal tiro por parte de ___...

Mi amor por tí - Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora