-La historia de un romance de dos jóvenes, que tenían un amor puro e inocente hacia el otro.
Pero, conforme las horas transcurran y los pequeños secretos salgan a relucir.
¿Ese amor se seguirá manteniendo igual?.-
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Mikey se estaba acercando a ellas, cuando llegó le intentó quitar la pistola, pero se alejó instantáneamente.
-Escucha ___, todo terminó aquí, no sigas con esto, por favor.- la mirada de la joven fue hacia el suelo, como si en ese lugar estuvieran las respuestas que buscó durante toda su vida.
Su cuerpo temblaba y su mente solo se encontraba pensando nuevamente, quizás si se rindiera ahora mismo podría pagar por sus actos y al menos vivir tranquilamente con Manjiro en un futuro; viviendo en una casa con un perrito pomerania, o casarse en ese lindo bosque al que solían ir juntos, tal y como ambos soñaron alguna vez.
Sin embargo, ___ estaba consciente de algo que nunca desaparecería de su mente por más que quisiera.
Mikey viviría feliz y tranquilo, lo haría... pero para lograrlo, alguien tendría que desaparecer, y esa persona no era nadie más ni nadie menos que la misma ___.
Los demás no lo admitirían en voz alta, pero todos menos el ojinegro sabían que aquello era una verdad más que un simple pensamiento.
___ jamás sería capáz de cambiar, lo entendía a la perfección. Por ello es que dejaría sus deseos y felicidad por el chico que amaba.
-Manjiro, no te culpes de nada y sé feliz, cumple tus sueños.-
La sonrisa que apareció en el rostro de la fémina alertó al contrario, estaba enterado acerca de los pensamientos que la joven tenía por todo lo que pasaba, y por ende ya había comprendido lo que quiso decir con esas palabras que posiblemente serían las últimas.
-¡___, por favor, no!-
-Cuiden a Mikey por mí, ¿si?-
El frío metal ya topaba con su cabeza, ella ya se encontraba preparada para lo que le esperaba.
Le dedicó una última sonrisa al rubio, quien quería ir a detenerla, pero Draken lo sostenía para evitar que hiciera alguna locura.
El balazo se escuchó en todo el sitio, seguido de un golpe que pertenecía al cuerpo inerte de la joven al caer en el suelo, manchando el piso de cerámica blanco con aquel carmesí que estuvo muy presente en esta última batalla.
El llanto del líder de ToMan se escuchó por primera vez.
Corrió hacia el cadáver de su amada y la sostuvo entre sus brazos, sabiendo que desde ese momento, nunca más podría abrazarla.
Aún así, la esperanza no se iba de él, acarició su rostro con delicadeza y habló.
-___, no me dejes... por favor.-
Suplicó mientras dejaba salir algunos sollozos, no obstante, ahora toda su esperanza fue arrebatada en segundos al sentir que el cuerpo de la joven perdió su calidez.
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Nota de autora : La historia ya ha finalizado, por lo tanto quedará como historia acabada. Aunque hay una pequeña posibilidad de que se suba un final alternativo. Sin más, les dejo unas fotitos de Mikey. ✨
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