Mi amor por tí - Manjiro Sano

Capítulo | 06

Narra | Escritora

Luego de semanas desde la pequeña discusión que tuvieron ___ y Manjiro, no habían vuelto a hablar.
Mikey intentaba conversar con ella para poder arreglarlo, pero ___ ni siquiera le prestaba atención.

Se sentía mal, le dolía mucho.
Toda su vida ha vivido sintiendo que no vale nada y es una completa inútil reemplazable, ver la escena de días atrás, sí que le hizo mal.
Y en parte, no ignoraba apropósito al rubio; se sumergía en el mar de pensamientos que se creó en su cabeza al punto de no prestarle atención al presente.

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Lo que iba empeorando mucho más, era que el ojinegro pensaba que la chica ya no sentía nada por él. Y verla entrando todos los días después de clases a ese 7-eleven, no ayudaba mucho a la situación.
Quizás porque no sabía que su novia iba a ese lugar a por raspados o una charla con su nuevo amigo para olvidar los sentimientos y pensamientos dolorosos que la invadían mientras más tiempo pensando tenía.

•••

Ya veía la única solución a sus problemas, ¿y si eliminaba a todos los que alejaban a su amor de su lado?

Después de todo, sería solo por...

-¡___! - llamó el pequeño rubio a la joven que estaba nuevamente "en la luna".
Ante el grito, ella solo lo observó, sin decirle ni una sola palabra.
Por fin logró tener un mínimo de su atención, después de tantos intentos fallidos.

-¿Por qué no quieres hablarme? ___, sé que no debí enojarme por eso.- suspiró y dirigió su vista al suelo, continuó con sus palabras.
-Es tu amigo, yo igual me preocuparía por Kenchin como tú con Hisa, lo siento si fuí demasiado... inmaduro.-

-Yo... ah... prefiero no hablar de esto en la escuela, ¿te parece si nos vemos más tarde para aclarar todo?-.

Eso le dió una esperanza al de menor estatura, asintiendo con una sonrisa.

-de acuerdo, ¿nos vemos a las 6 en el parque?-

-Claro, me parece bien.-

Quién diría que se arrepentiría al instante...

La protagonista se puso algo simple y cómodo para ir al parque. Eran las 5:50, su casa estaba a 5 minutos del lugar acordado, por lo que salió unos minutos después, llegando con puntualidad.

-Ya estás aquí, ¿te hice esperar mucho?-

-Para nada... y bien, empecemos entonces-
Buscaba las palabras adecuadas para decírcelas a la contraria, quien solo lo miraba fijamente, poniéndolo un poco nervioso.

-Ya dije que yo no debería de haber actuado de tal forma y...-

-Manjiro, antes que nada, quiero preguntarte algo. ¿Por qué? ¿Por qué estabas con ellas?-

-¿Ellas?- intentó hacer memoria, finalmente lo recordó.
Cuando pasó la discusión, se encontró con un grupo de chicas que intentaban decirle cosas malas acerca de ___. La líder de las chicas quería quedarse con el ojinegro, por más que no sintiera ni una pizca de amor hacia él.

Pero el rubio terminó humillándolas por decir cosas así de su novia, no les pegó, pero sí les dijo demasiado, provocando risas y burlas hacia el grupo.
Antes de que pudiera emitir palabra, ___ volvió a hablar.

-Dime, Manjiro. ¿Soy reemplazable? ¿realmente sientes algo por mí?-.

-¡Claro que no eres reemplazable! Y sí, yo te amo. Lo de ese día puedo expl-

-Shh, está bien, no digas más.- acarició su mejilla, él esbozó una leve sonrisa, ya todo había vuelto a la normalidad. O eso creía.

-Si me amas, espero que me perdones, Manjiro.-

-¿De qué hablas?- en ese instante, vió unos cabellos rosados asomándose, enseguida un paño con cloroformo tapó su nariz y boca, comenzando a dejarlo algo adormilado.
Luchaba por no caer en el sueño y alejarse, pero las fuerzas disminuían.
Su visión fue borrosa, viendo el rostro de la chica que amaba mirándolo con seriedad, aunque sus ojos demostraban más emociones mezcladas que otra cosa.
Todo se volvió negro.

-Sandy, llévalo a la camioneta, quiero que lo ates con cuidado. Al llegar, déjalo en mi habitación. Si veo un solo rasguño o moretón, juro que serás comida de gusanos.-

-Está bien, jefe.-

Aunque ___ fuera mujer, la trataban como "señor" o "jefe" ya que se pensaba que era hombre hasta hoy, donde por fin reveló su identidad; eso sí, solo a la pelirosa.

-Llama a los demás, ya saben a dónde deben ir, yo los encontraré después.-