Capítulo once

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Baekhyun no le dirigió la palabra al cambiaformas durante los siguientes dos días, todavía seguía asimilando todo lo dicho por Chanyeol. No podía creer que era la pareja del hombre mayor e incluso tenía un nuevo estatus social.

Jichul en una de las visitas le había preguntado por qué todavía no volvía a trabajar y Baekhyun solo se encogió de hombros, diciéndole que le preocupaba dejar solo a Chanyeol, cuando el pulpo ya podía movilizarse más sin tanta ayuda. Sin embargo, a veces pensaba que era porque ya sabía que no iba a ser despedido.

Chanyeol le había dado su espacio y estaba esperando que el joven se acercara nuevamente a él por sí mismo.

Al tercer día, el joven entró a pasos rápidos a la habitación, asustando al pulpo que estaba comiendo unos bocadillos.

— ¿Mit Hav?

La voz de Chanyeol sobresaltó a Baekhyun, quién le dio una mirada consternada.

— ¿Estás bien?

Y antes de que Baekhyun pudiera responder algo, se empezaron a escuchar fuertes gritos desde el piso inferior. Chanyeol no podía entender lo que decían, así que miró al joven, notando como se mordía el labio y lágrimas comenzaban a caer de sus ojos.

— ¿Baek, qué sucede? — El hombre preguntó curioso, dejando la bolsa de snacks a un lado.

— Mi papá, él... — El biólogo olfateó y sacudió su cabeza.

— Ven, Mit Hav. — Chanyeol estiró un brazo y el joven dudoso se acercó, sentándose en el borde de la cama, mirando al suelo. — ¿Qué sucedió con tu padre?

Los gritos se seguían oyendo de fondo.

— Él trajo a una mujer y dos niños. — Comenzó hablando despacito. — Con mamá pensamos que era una familiar que no veía hace mucho y los invitó a cenar...

— ¿Y?

Baekhyun levantó su mirada y miró a Chanyeol con tristeza.

— Él nos está echando, Chanyeol... Esa mujer es su amante y quiere traerla a vivir aquí con sus hijos... Pero no puede hacer eso, esta casa era de la familia de mi madre, pero dice que fue el único que pagó las cuentas aquí y tiene el derecho de quedarsela... — Las lágrimas bajaban como cascadas por las mejillas del joven. — He vivido aquí desde que nací, no me quiero ir.

El cambiaformas frunció el ceño. Bastardo de mierda.

— Échalo, Baekhyun.

El joven parpadeó ante la sugerencia y negó la cabeza.

— No puedo hacerlo. — Susurró despacio. — Tengo miedo.

— Mit Hav, ¿tu padre te ha pegado alguna vez? — Chanyeol le preguntó con dientes apretados, notando como el más joven se tensaba. — ¿Le ha pegado a tu mamá?

Baekhyun sacudió su cabeza repetidamente, negándolo.

— No, nunca.

— Baekhyun...

— De verdad, Chanyeol, nunca lo ha hecho. — Respondió rápidamente.

— Vamos. — El pulpo se quitó las sábanas de encima y el pequeño lo miró con los ojos hinchados, confundido, cuando el alto trató de pararse con cuidado del otro lado de la cama, por lo que se levantó y corrió hasta quedar frente a él.

— ¿A dónde vamos?

— Me gustaría tener una charla con tu papá.

— No, no, Chanyeol, no es necesario. — Baekhyun quería empujarlo de nuevo hacia la cama.

Love in the aquarium.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora