Los personajes, comportamientos, lugares, instituciones, ocupaciones y eventos de este libro son totalmente ficticios y sólo tienen fines de entretenimiento. No se pretende promocionar o alentar ninguna acción realizada por los personajes.
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Aprender a amar, en definitiva, fue algo que Seungmin adoraba. Luego de pasar dos días encerrado en el departamento y hablar con Sally acerca de sus cursos de veterinaria, Chris logró que el chico aceptara salir e ir al departamento del mayor dónde se encontraba la familia del mismo.
Al principio, Seungmin se había mostrado tímido saludando solamente a las madres de Chris y yendo directamente a la ventana de la estancia. Danielle y Marie ya habían explicado al resto de sus hijos y nietos la situación que rodeaba a Seungmin así que se mostraron pacientes a la hora de querer interactuar con él. No fue hasta que el hijo mayor de Emma se acercó para ofrecer un cubo Rubik al joven que estaba sentado frente al ventanal.
Para la hora del almuerzo, Seungmin había cruzado palabra con Emma y su esposo, luego se unió Hannah y Seungmin se interesó en lo que la joven le contaba acerca de estados y ciudades de Estados Unidos, le mostrabaalgunas fotografías y compartían algunos datos de California que ambos sabían, uno por investigar y la otra por pasar tiempo en la ciudad. Las madres de Bang sonreían viendo el pequeño rastro de luz que dejaba el joven Kim en sus hijos, y es que no era que éstos fueran infelices pero al parecer ver qué la persona que le interesaba a su hijo traía felicidad a todos en la familia calentaba sus corazones.
—Entonces, dices que en Australia es más fácil encontrar canguros que personas.– Lucas habló luego de tragar y escuchar lo que Kim había dicho.
—Según algunos datos aquello puede ser cierto; pero debemos de tomar en cuenta que los canguros no andan siempre por las calles de Australia.– terminó de decir y llevó más comida a su boca. —¿Las arañas son grandes?– está vez la pregunta iba dirigida a Danielle, pues era la que a cada rato recordaba a todos en la mesa que vivía sola en un país que hasta hace una década era completamente desconocido para ellas.
—Sí, es como todo. Hay variedad.– La mujer comenzó, su vista viajaba a su hijo y el chico de a lado. Era hora de avergonzarlo. —Cuando Chris era más joven, siempre nos despertaba con gritos exagerados porque una araña "gigante" estaba en su cama, el escritorio, la mesita de noche, la pared o el techo.
—¿Gigante?– Seungmin se sorprendió.
—No medían más de ocho centímetros.– Aclaró Marie.
—Bueno, para cualquiera esos ocho centímetros son mucho.– Chris se defendió, aunque causó que todos, a excepción de Lucas y Seungmin se rieran; el primero porque quería aparentar que el doble sentido todavía no era parte de su repertorio de temas conocidos y el segundo chico porque en definitiva aún pensaba que hablaban de arañas. Aunque sí lo hacían.
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