🌹La Reina De Sangre 🥀

🌹capitulo 3 🥀

Marian se despertó temprano para no tener que esperar tanto en la fila y así poder conocer a su autora favorita y tener firmado su libro. Ella se encontraba tan emocionada, pues nunca pensó qué estuviera tan cerca de que la pudiera conocer y no solo eso si no que firmaría el libro, ese libro era de sus favoritos ya que siempre a anhelado un romance como el de los protagonistas de la historia. 0

Eran las 4: 00 de la mañana y todavía no se asomaba la luz del sol. Lo único que alumbraba el camino eran las luces de los postes de luz.  Las calles se veían muy oscuras y solitarias, ya se estaba arrepintiendo de salir tan temprano. Cruzo por un callejón qué le indicaba por donde ir el GPS. El callejón es como cualquiera sucio y oscuro sin ninguna luz que debería haber, pero igual entró en el aunque fuera mala idea. Cuando esta por salir de ahí siente un dolor punzante en la cabeza  Al voltear se encontró esos ojos que tantas veces había visto y esos ojos que hacían qué la curiosidad de marían creciera cada vez más.

Antes de quedar inconsciente murmuró —¿Quién eres?.. — y sin repuesta alguna cayó inconsciente en el suelo y solo se pregunto que porque le pasaba eso.

♪♪♪♪

Despertó sobresaltada y con un dolor insesante en la cabeza, - pero ¿Que paso? - se dijo a si misma Marian.
Al abrir los ojos pudo apreciar que se encontraba acostada en una cama con sábanas de satín, la habitación es de colores oscuro, las ventanas son grandes y por ella entraba un poco de la luz del Sol.

Habían dos puertas en la habitación, una a la derecha y otra que esta ubicada casi al lado de la cama. lentamente se levanto de ella, busco con la mirado sus zapatos y  encontró una pequeña alfombra en la parte baja de la cama donde yacían sus zapatos. Se acercó a la puerta más cerca de la cama y descubrió qué era un baño. Marian pensó que lo mejor era ir al baño y luego intentar huir. El miedo más grande de Marian era que la secuestraran con ganas de ir al baño ( un miedo bastante tonto, pero pues que podemos hacer eran sus miedos)

Sale del baño y abre la otra puerta que estaba en la habitación, se encontró con un pasillo, comino silenciosamente por el hasta llegar al final de el donde había una sala de estar muy amplia. Del techo gindaba un candelabro como en las películas antiguas, pero todo parece nuevo y limpio. La belleza de este lugar es esplendida, tiene sillones de cuero blanco y un ventanal  de puertas corredizas que da directo a un balcón con  vista al lago. ¿En donde estoy? Se pregunto marian mientras seguía mirando el lugar.

En ese momento percibe un movimiento en el balcón. Es una mujer muy bonita, tiene un vestido blanco ceñido al cuerpo, unos tacones de punta, unas perlas muy caras (o eso parecía) su cabello naranja le cae en los hombros libremente.

—Te estaba esperando— escucha que dice mientras se levanta de la silla en la que estaba sentada hace un momento y se acerca a marian— perdón eso sonó como los villanos de las películas— eso hizo que marian se relajará un poco ya que el ambiente se había calmado y no era tan tenso.

—Perdón, pero ¿Quien es usted? — se supone que debería actuar diferente y menos calmada, pero maria sentía que podía confiar en ella ya que tampoco parecía mala persona a simple vista.  Marian de repente recordó el momento en que recibió el golpe  y recordó que en ese momento pudo reconocer la silueta de un chico con los ojos color oro,  marian sabía que el color de sus ojos no era normal y siempre pasaba una pregunta por su mente ¿Que persona normal tiene los ojos de ese color? Ella conocía la existencia de gente que tenía los ojos de diferentes colores, pero nunca alguien a alguien que tuviera ese color en sus ojos.

—Me presento yo soy la dueña y encargada de esta casa y tú estás aquí porque te encontramos inconsciente en una banca de la plaza en el rei... Pueblo- parecía que iba a decir otra cosa, pero marian penso que solo se equivoco.

—Sí, pero... ¿Exactamente dónde estoy?

—Te encuentras en irisbridge— dice la mujer y con la mano hace un ademán de apuntar hacia la silla del balcón indicándome que me siente junto con ella.—un pueblo que está lleno de leyendas inciertas y faltante de un gobernante legítimo.

—¿Cuales son esas leyendas?—preguntó con total curiosidad al saber que pueden haber leyenda,  siempre le han gustado ese tipos de cosas.

— la más conocida es la de la existencia de los hechiceros que se dividían por el color de sus ojos y poder. Ellos tenían enemigos y no eran los humanos como era de esperarse sino que el creador de su especie al darse cuenta que se estaban mezclando mando a los cazadores a matarlos, una creación hecha exclusivamente para asesinar a los  hechiceros, a consecuencia de ese hecho se desató una guerra que acabo con los cazadores y la mayoría de hechiceros. La falta de liderazgo los llevo a la locura, pero uno de ellos puso fin a eso y los lideró para que no entrarán en pánico. De ahí nació la leyenda del rey ilegítimo, también dicen que hay una profecía que exclama que va a llegar la próxima reina que ponga orden al asunto.— esa historia me recuerda a la que mi madre me contaba de niña, la diferencia es que la historia que me contaba tenía un final feliz. - lo bueno es que solo es una leyenda.

— ¿sabes? Te encontramos en una banca del parque, estabas inconsciente y decidimos traerte, no obstante eso fue hace dos días ¿Por qué estabas en el parque  inconsciente?— como saberlo si lo ultimo que recordaba era recibir un golpe al intentar cruzar un callejón.

—En realidad no lo recuerdo, yo estaba de viaje porque se iba a organizar una firma de libros a una ciudad de distancia de mi hogar, pero cuando estaba de camino alguien me dio un golpe que me desmayo. Lo último que recuerdo es despertar en su habitación ¿Por casualidad en la banca que me encontraron no dejaron mis pertenencias o me las habrá robado?. — al contar lo que pasó prefirió no contar qué fue un chico que hace mucho la estaba vigilando y que tenía los ojos dorado, podrían decir que estaba loca o algo así ¿ y que les diría? « estaba pasando por un callejón a las 4 de la madrugada y un desconocido que me vigila con ojos mágicos me dio un golpe que casi me deja estúpida» si lo decía de esa forma sonaba mal, pero pues es posible que ni le crean así que solo contó la parte importante.

— Tus pertenencias estaban a un lado de ti cuando te encontramos, la pusimos en la mesa de noche de la habitación en donde despertaste ¿No la viste?

—No, pero muchas gracias.... Cuando dice me encontraron lo dice en plural ¿Quien más me encontró? — tal vez eso no era importante, pero la curiosidad hace parte de ella.

—En realidad fue mi hijo quien te encontró, yo solo te traje a petición de él.— le pareció un poco raro que como dijo ella a petición de su hijo la trajeron a su casa, no creía que fuera muy seguro que llevarán a una extraña a su casa, pero no se iba a quejar porque gracias a eso no estaba despertando en una banca en el parque sino que despertó en una casa super lujosa. De alguna forma tenía que regresar a su hogar, pero no sabía en donde estaba, podría pedirle  a la dueña de la casa que le dijera como regresar así que eso hizo.

—¿Podrías decirme cómo regresar a mi hogar?

—claro, pero ¿como llegaras si no tienes auto?— no lo había pensado, en realidad no había pensado nada, debería de estar preocupada por estar en un lugar desconocido o por el hecho de que cuando estaba llendo a la firma de libros alguien la dejó inconsciente.

—No había pensado en eso...

—Ya vuelvo— y con eso se levanta de su  silla y se va, cruzó un pasillo y se escuchó el cerrar de una puerta ¿Que irá a hacer?
Momento después salió del pasillo, pero no salió sola, salió con un chico unos años mayor que marian. Tiene los ojos de color miel, pero un miel intenso Lo  viste una camisa con un estampado de una banda o algo así, unos pantalones de mezclilla y unas converse negros. Su rostro es literalmente perfecto, no tiene ninguna marca de acné o acné en su rostro, es impresionante.— él es mi hijo es el que te encontró y el se ofreció a llevarte de vuelta— me sorprendió mucho su ofrecimiento. La cara del chico era de fastidio total, es obvio que lo están obligando ¿Por qué tiene esa cara si él fue él que me encontró?.— ¿Que dices?
Maria no tenía ninguna forma de llegar así que acepto.