El Caso de Hanma Shuji

71 10 1
                                    

[[Llamada Telefónica]]

Hanma: Ya te dije que no, Kisaki, estuve casi un año tratando de salir contigo ¿Porqué te engañaría? Es solo una estúpida cena familiar.

Kisaki: ¿Y porqué no me invitaste?

Hanma: Pensé que no querrías venir, lo siento mucho ¿Quieres venir justo ahora?

Kisaki: No ¿A qué hora volverás a casa?

Hanma: La cena siempre termina poco antes de medianoche, los Haitani y yo nos quedaremos con Kazutora.

Kisaki: ¿Los Haitani? ¿Los dos?

Hanma: Sí, aquí está Rindou también.

Kisaki: ¿Me estás diciendo que fue el hermano del novio del primo indeseado de la familia y tú no podías llevarme ni siquiera como tu amigo? (Con cada frase la voz de Kisaki se hacía más fuerte y enojada)

Hanma: No es eso, de verdad ¿Quieres que vaya a tu casa saliendo?

Kisaki: No, no quiero nada de ti.

Hanma: Lo siento mucho, Kisaki, de verdad lo siento (Estaba al borde del llanto y su tono de voz lo delataba)

Kisaki: Hanma (Suavizó un poco su hablar, a pesar de seguir molesto) sé que tienes cosas que hacer así que voy a colgar... hablaremos mañana.

Hanma: No, por favor espera.

Kisaki: Hasta mañana. Ten una buena noche.

[[----------]]

Tras colgar la llamada Hanma sentía una fuerte punzada en el corazón, quería salir corriendo a casa de Kisaki, pero había más de una razón que se lo impedía. Respiró profundo y puso su mejor cara, había pasado ya 5 minutos por fuera y su papá seguramente le estaría buscando, pero esperaba que le diera al menos un poco más de tiempo para ver cómo estaba Kazutora.

Al entrar de nuevo al recinto, vio que en su mesa nuevamente se encontraban Kazutora y Ran, ahora acompañados por Koko; además los Akashi habían desaparecido. La imagen fue demasiado sorprendente como para no acercarse.

— Buenas Noches — exclamó mientras se sentaba — Hay muchas cosas que quisiera preguntar, pero primero lo primero ¿Dónde está Rindou?

— Se fue, pero no te preocupes que está bien. — respondió sonriendo Kazutora.

— Está con Haruchiyo y Tora me obliga a creer que está bien.

— Haruchiyo es de fiar, no hay de qué preocuparse — añadió Hajime.

— ¿Dejaron a Rin irse con Haruchiyo?... No me sorprendería si ahora estuvieran haciendo un plan para matarnos a todos.

— Sí, seguramente. — rió Ran.

— Tienen una visión muy extrema de Sanzu, él es un buen chico — justificaba Kazutora — solo tiene un carácter algo fuerte, nada más, de hecho Rindou es peor.

— ¿Cómo dices?

— Amor, tu hermano me arrastró en pijama por todo mi edificio y me dejó tirado afuera de tu casa.

— Era su forma de ayudarte.

— Y se lo agradezco mucho, solo digo que Sanzu aún no ha secuestrado a nadie.

— Parece que tienen una vida muy interesante — añadió Koko riendo mientras miraba de reojo a Hanma.

— Solo un poco — Kazutora miró a Hanma — Ahora que ya respondimos tu pregunta ¿Pasó algo, Shuji-nii?

— Mmm, no lo sé, pero parece que tendré muchas preocupaciones mañana.

— ¿Fue porque no lo invitaste? — Preguntó sabiendo que la única persona que podía generar genuina preocupación en el mayor era Kisaki.

— Sí.

— Te lo dije — Kazutora suspiró — te ayudaré a solucionarlo ¿Vale? Ahora pon tu mejor cara que tu noche aún será larga.

— Está bien Hanemiya-chin... Antes de que vengan por mí de nuevo ¿Podrían explicarme esto? — señaló con los dedos a los dos hermanos.

— Bueno, creo que estabas preocupado por nada — respondió Koko, recostándose en el hombro de Kazutora — Después de todo no le haría nada malo a mi hermanito. — La cara de incertidumbre de Hanma resultaba graciosa para los hermanos que solo reían mirando al contrario.

— Es una larga historia, te contaremos al volver a casa, porque allá vienen de nuevo a llevarte. — como dijo el menor, el señor Shuji llegó, saludó amablemente a todos en la mesa y posteriormente se fue acompañado de su hijo.

El resto de la noche fue lo mismo de siempre, caminar con su padre de un lado a otro y de vez en cuando revisar su teléfono para ver si Kisaki había respondido su mensaje de buenas noches, cada vez se encontraba más preocupado por que el menor estuviera molesto, solo podía pensar en cómo le explicaría el porqué no le había invitado cuando ni él mismo lo comprendía. Lo cierto es que despreciaba esas reuniones, lo asfixiaban y no deseaba traer a ese chico allí para obligarlo a sentarse a lo lejos sin hacer nada, con sus primos; que no solían ser amables, y con Kazutora, que creyó que terminaría huyendo del lugar. No lo había decidido con mala intención, realmente consideraba esa reunión como una experiencia desagradable por la cual no deseaba hacer pasar a Kisaki, pero tal vez se había equivocado al suponer el sentir de su novio y terminaría pagándolo caro.

Cuando por fin los invitados comenzaron a irse, el señor Shuji le permitió a su hijo retirarse, en la mesa le esperaban sus 2 primos y Ran quienes le recibieron con entusiasmo para guiarlo al carro que ya los esperaba, gestionado por Hajime.

En el camino a casa Kazutora resumió todo lo que había sucedido con su padre y Kokonoi, dejando claro que estaba en buenos términos con su hermano y Ran habló a grandes rasgos de la noche de Rindou con Sanzu, advirtiendo que no le mencionaran a su hermano que les había contado al respecto.

Llegaron pronto al apartamento y subieron con tranquilidad mientras hacían cuentas alegres de cómo dormirían esa noche. Kazutora abrió la puerta y les dio paso a los chicos, dejando que Hanma entrara primero para encontrarse con la silueta de su novio sentado en la sala enojado esperándolo.

— Bienvenido a casa, Hanma. 

Cruce de Caminos: La Cena FamiliarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora