El Caso de Haruchiyo Sanzu

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Una de las cosas que más le molestaba de su hermana era la incapacidad de la menor para pensar en los sentimientos de los demás, en especial en los suyos. Senju era consciente de la cantidad de problemas que había tenido su hermano con Arashi y sobretodo con Wakasa en sus años de primaria, ese par eran la razón por la cual le había rogado a su padre que lo cambiara de escuela al iniciar la secundaria, aunque considerando que hubo un tiempo en que la chica disfrutaba mucho de las burlas y maltratos que sufría Sanzu, era de esperarse que no le molestara en lo más mínimo andar con ese par de bullies. Pero una cosa era andar con ellos, otra muy distinta era llevarlos como sus acompañantes a la cena familiar.

Lo que más le causaba conflicto a Haruchiyo es que él sabía que esa noche estaría allí Kazutora. Como su padre era el encargado de gran parte de la logística, siempre contaba con él para ayudarlo con algunas tareas y en esta ocasión fue la organización de las mesas. Al menor le llamó la atención que la mesa de menores ese año tuviera 2 sillas de más y al indagar supo que su amigo de la infancia estaría allí. Trató de prepararse desde días antes para el momento en que se verían, pero a pocos minutos del inicio de la reunión aún no se sentía listo para el encuentro.

Para no tener que pensar mucho en la llegada de su primo, se centró en los ex-bullies de este, en un momento en que Senju se encontraba en el baño Haruchiyo abordó a los dos jóvenes y les pidió amablemente; con un pago suficiente de por medio, que no infortunaran a nadie de la mesa esa noche.

Los Akashi y sus acompañantes se sentaron en la mesa y apenas un minuto después de que la puerta fue abierta, vio entrar a Hanma con su habitual sonrisa amplia, seguido de Kazutora y un par de chicos más. Prontamente se acercaron a la mesa, escuchó a Hanemiya saludar en voz baja, más nadie le saludó de vuelta, pero uno de los acompañantes de sus primos saludó con más propiedad, fuerza y porte, y por instinto supo que debía mirar a la cara a todos los recién llegados y saludar.

Tras el saludo, el silencio y la incomodidad reinó en la mesa. Senju se enfocaba en conversar con sus acompañantes ignorando a todos los presentes, Hanma se fue con su padre poco después de llegar y Kazutora hablaba en voz muy baja con el chico que le acompañaba. Haruchiyo no podía evitar enfocarse en quien seguramente era el acompañante de Shuji, el chico que había saludado de manera más notoria y que ahora se veía bastante enojado, la mitad de los integrantes de esa mesa no deseaban estar allí, pero en el joven de lentes era muchísimo más obvio.

Tras la llegada de llegada de los Hajime se fue unos instantes de la mesa y al regresar decidió tener la consideración de empezar una conversación con el rubio que tenía en frente, gracias a ese pequeños gesto de amabilidad terminó en un hotel con un chico borracho y dormido, discutiendo con su madre por teléfono.

[[Llamada Telefónica]]

Haruchiyo: Ya te lo dije en el mensaje mamá (para no tener que hablar en voz baja, se fue al baño a hablar) No iré a casa en la noche, nos veremos mañana.

Madre: ¿Estás con tu primo?

Haruchiyo: Por supuesto que no, Kazutora y yo ya no nos hablamos, él debe seguir en la fiesta.

Madre: Más te vale no acercarte a él, si me entero que siguen hablando te va a ir mal, Haruchiyo.

Haruchiyo: Como digas (dijo con desinterés) Hasta luego.

[[---------]]

Tras colgarle a su madre sin darle la oportunidad de contestar, salió del baño mirando con sorpresa a Rindou, quien estaba sentado en la cama mirando a su alrededor.

— Deberías seguir descansando, no debes estar muy bien. — dijo mientras se acercaba hasta sentarse en la cama.

— ¿Dónde estoy? — el rubio aún estaba borracho, le dolía la cabeza y tenía la visión algo borrosa, pero logró mantener el equilibrio para mirar al contrario sentado a su lado.

Cruce de Caminos: La Cena FamiliarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora