𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑪𝒐𝒏 𝑷𝒐𝒍𝒍𝒊𝒕𝒐𝒔

Contigo Todo Siempre Mejora

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Tareas sin revisar, asignaciones sin acabar, un cuarto con demasiadas sin acumular y casi hecho un desastre; ese era el cuarto de los hermanos Rahafwabas, que vivían su vida de manera despreocupada, así ritmo como aquellos hermanos solían llamar, aunque ciertamente su estilo de vida era algo muy criticado en su sociedad, que en varias ocasiones los miraron con algo de desprecio; Killer simplemente no las entendía, en realidad no entendía la sociedad. Todos te odian si eras diferente o si te equivocas al actuar, lo que más no entendía era porque nadie quería comprender que somos seres humanos, no computadores.

Ciertamente Killer aborrecia su estilo de vida que fue el culpable de que se cayera de su cama, por tanto desorden, ya que ahora el dolor era inmenso, Killer sentía que en algún momento su columna se rompía de dicho dolor, después de todo Killer dormía en la parte de arriba de un camarote, por lo cual no era nada lindo caerse, Killer internamente maldecia la hora que peleó con su hermano por la cama de arriba; se levantó con mucho dolor, cada vez quedaban un paso se sentía como si mil trenes le pasarán encima y en definitiva el dolor era insoportable.

—¿Porque pareces un muerto andante?— preguntó su hermano mayor con un tono dormido.

Oh, gracias Lust eres el mejor por tus palabras tan alentadoras, pensó Killer con sarcasmo, quería evitarlo, las ganas que tenía en ese momento de golpear el bello rostro aterciopelado de su hermano; usualmente era Lust quien quería golpear su rostro no al revés, pero se habían levantado con él pie izquierdo, porque esa estúpida caída le arruinó de poder disfrutar el recuerdo de ese hermoso momento.

Killer se levantó  del suelo cuando aún estaba oscuro, mucho y parecía que el día de hoy sería el clima más frió de lo que era. Se colocó una camisa blanca y sus pantalones negros, entro al baño y se arregló. Tampoco podía hacer mucho, no es como de la noche a la mañana despiertes con el rostro como el de Lust o el cuerpo de un modelo.

Cuando salió del baño, espero a que su hermano terminara de arreglarse, para dirigirse al infierno o mejor dicho escuela como le dicen, para Killer era un martirio ir a la escuela, no era muy sociable y solo se la pasaba mirando por la ventana soportando el horroroso frío de la mañana.

-Piensas mucho ¿cierto?

Me devolví de inmediato hacia aquella voz y lo admire, admire la belleza que diferenciaba a Lust de todo ser, era simplemente una belleza extraordinaria, y ya quisiera yo ser al menos un trozo de bello como es Lust, tal vez así el pequeño Outer sabría de mi existencia.

- Tierra a Killer, ¿hola?

- Si, eh... ¿Qué quieres Lust? -dije yo con un tono seco.

- Wow, que genio

Salimos de nuestra casa y nos dirigimos hacia nuestra escuela , Lust me iba hablando de algún tema ,pero yo solo podía pensar en cómo sentía en ese momento, sentía que me sofocaban mis pensamientos, como un vasto océano que me iba hundiendo poco a poco, como si sintiera la mirada de mil ojos sobre mi nuca , eso me hizo enfurecer más, la sangre me empezó a hervir en un rojo candente ; Y es que Killer no sabe cómo manejar sus sentimientos, para él siempre fue algo que nunca pudo resolver como el dilema, ¿qué hay después de la vida?, nadie lo ha podido resolver, como Killer no puede resolver como manejar sus sentimientos.

- No empieces con tus estupideces Lust. - dije con un tono fuerte y lleno de furia.

- Mmm, cuando estés de mejor humor hablamos.

Lust se fue dejándome solo en la acera del camino, lo observe irse hasta que solo se volvió una mancha más entre la multitud, lo había arruinado otra vez ¿Por qué siempre tenía que estropear todo?, lo estaba intentando, mejorar para llevarme bien con Lust ser hermanos como tanto lo deseaba, pero de alguna manera siempre lo arruinaba y solo desearía una vez no dañar todo.

¿Culpa?, claro que la sentía, era como tener las palabras en la punta de la lengua y no poder decirlas, sentía como un nudo se le forma en su garganta y un malestar en el pecho le carcomía; solo siguió caminado, pero la verdad era que Lust quería correr hasta su hermano y abrazarlo como cuando eran pequeños, pero ya estaban grandes, claramente su hermano no le gustaría que lo abrazara y seguramente lo trataría como un infantil ¿cierto?

Yo iba tan anonado en mis pensamientos, que no note como choque con el chico que era dueño de mis suspiros y desvelos.

- Oh, lo siento no me fije donde iba, perdón...em.

- Outer.

- P- perdón O-Outer- dije un poco aturdido, por haberme dado cuenta de con quien había chocado, no era nada más ni nada menos que Outer Mil, el chico más inteligente de la escuela y el chico del cual estoy profundamente enamorado.

- No es nada, que tengas buen día – dijo mostrándome esa sonrisa, esa que me hacía desfallecer y que hacía que mi corazón latiera desenfrenada mente.

Definitivamente su sonrisa tenía la capacidad, de hacer que un día llovioso fuera un día soleado, era asombroso como con su sonrisa podía cambiarle el ánimo a las personas y todo con el siempre parecía mejorar, el mejoraba mi pequeño mundo.

Sentí mis mejillas arder y mi corazón latir, al darme cuenta que me quede observándolo sin decir nada, solo me limite a correr lo más lejos que pudiera adentrándome en mi escuela, dejando un Outer confundido.

-¿Le habré caído mal? - dijo Outer con pesar y tristeza, porque a Outer aquel chico le había parecido muy lindo, su cuerpo de cierta forma fornido, pero igualmente era tan delicado como una bella pieza de arte y eso era lo que era ese chico con mejillas abultadas, que le eran simplemente muy adorables para Outer, pero ciertamente lo que más le llamo la atención de aquel chico fue la manera en cómo lo miraba, la forma en que sus ojos parecían brillar formando estrellas en sus ojos y era como ver un cielo nocturno, era simplemente precioso.

En definitiva, quería ser amigo de ese chico ardilla. 

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