Loúdi, una chica proveniente de Mondstadt, la ciudad de la libertad, se encontraba viajando por medio de La Sima, hacia Sumeru, acompañada de su gran amigo Aether y Paimon, con la finalidad de ver nuevamente a la pequeña Collei.Loúdi era una chica de baja estatura, cabellos grises, ojos magenta, una linda sonrisa y un cuerpo delgado, no es que fuese alguien del otro mundo, pero portaba una visión electro, por lo cual, era muy buena peleando con su hermosa espada ligera en forma de flauta.
Una de las cosas favoritas de la chica eran los libros y lo hermosa que era la naturaleza, le encantaba ir a los bosques en sus tiempos libres para buscar un poco de aire y tranquilidad, sin duda de sus lugares favoritos.
Justo habían llegado a un área verde donde finalizaba aquel túnel cuando vieron a una persona, a la cual Paimon y Aether intentaron llamar, pero no les respondió, lo cual fue raro para la chica.
De la nada aquel par comenzó a seguirla y ella no tuvo más opción que hacer lo mismo, no deseaba perderse en aquel inmenso bosque, el cual era muy bonito a su parecer.
La siguieron por unos instantes, hasta que entró a una cueva, a la cual apenas Aether entró se desmayó.
—¡Aether! -Exclamó Loúdi alarmada, alcanzando a agarrar la cabeza del rubio para que no se golpease. —Paimon ¿puedes salir a buscar a alguien que nos ayude por favor? -Pidió revisando el estado del chico.
—No te preocupes, Paimon traerá ayuda. -La pequeña niña salió de la cueva.Unos minutos después de que la albina hubiese salido llegó acompañada de un chico con orejas de zorro, quien venía a ayudarlos.
En algún momento la chica también se había desmayado, sin entender la razón de ello, pues no es que no comiese, simplemente a veces y muy seguido se le olvidaba hacerlo, sin ser intencional.
Al estirarse aún con los ojos cerrados tocó algo muy suave, extrañada, frunció el ceño y siguió tocando, inspeccionando lo que sea que estuviese tocando, hasta que una mano la apartó, provocando que abriese los ojos, dándose cuenta de que había estado tocando la oreja del chico que los había ayudado.
—¡Oh diablos, lo siento! -Se incorporó rápidamente ocasionando que su cabeza doliese. —Dios, lo siento, seguro te incomodé. -Estaba más que avergonzada, pero aquel dolor pausó su disculpa, ya que se detuvo a agarrar su cabeza.
El pelinegro se alarmó al ver esto, pues sabía que ella no debía moverse rápidamente o esforzarse demás.
—Oh, no, no, está bien, recuéstate. -Hizo que se recostase en aquella cama, la cual no conocía y tampoco sabía dónde se encontraba. —No debes esforzarte mucho o hacer movimientos rápidos, no estás del todo saludable. -Explicó mientras llegaba una pequeña chica de cabellos verdes.
—Maestro Tighnari, el chico de antes ya está mucho mejor. -Sonreía.
—Muchas gracias Collei. -Justo en ese momento Loúdi se levantó rápidamente de la cama sin importarle su dolor de cabeza, siendo observada por la chica de cabellos verdes.La contraria la reconoció tan rápido como se levantó y le sonrió agarrándola por los hombros.
—¿¡Loúdi!? -Collei la abrazo sorprendida.
—¡Collei! He venido a ver cómo estabas y para poder saludarte, me alegra tanto que te encuentres bien. -La mayor sonreía radiantemente.Aquel saludo emotivo se detuvo gracias a que Paimon y Aether entraron por la puerta, habían ido a ver cómo se encontraba Loúdi.
Apenas entraron Paimon regañó a la chica, pues sabía que está no comía muy bien.
—Loúdi, recuéstate, necesitas comer y descansar. -Le pidió la de cabellos verdes, guiándola a la cama.
—Tampoco es que sea inválida, no exageren. -Se cruzó de brazos sentada en la cama.
—No es que lo seas, solo no sabes cuidar tu salud, y debes cambiar eso. -Dijo el rubio.
—Bien, entonces iré a cocinar, solo debo preguntar donde puedo hacerlo. -Pausó. —Tengo ganas de una "Paz Universal" -Sonrió.Todos negaron, y le dijeron que esperase en la habitación, que el par que la acompañaba la prepararía.
Aceptó sin más, ¿pues que podía hacer?
Pasados unos minutos llegó el rubio a darle aquel plato de arroz con vegetales, mientras le hacía algunas preguntas y platicaba con ella, era agradable, pues siempre tenía tema de conversación con ella.
Una vez se quedó sola se durmió un rato, despertando en medio de la noche, con ganas de ver la luna que se asomaba por el cielo nocturno.
Se levantó lentamente y salió por la puerta de aquella pequeña habitación, siendo recibida por la naturaleza y unos grandes árboles.
Emocionada, vio todo con asombro, pues eso no se comparaba a inazuma con sus cerezos o a Mondstadt con el árbol de Levantaviento.
Esto era completamente diferente, y le encantaba.
Comenzó a caminar por aquel sendero de madera, aún viendo a su alrededor, sin darse cuenta de que estaba por chocar con ¿Tighnari? La chica aún no sabía su nombre.
Más no llegó a hacerlo, ya que el chico si llegó a darse cuenta de esto y se apartó.
—Es muy tarde, deberías estar durmiendo. -El pelinegro le miraba.
Dió un pequeño respingo, pues se había asustado, estaba muy metida en su mundo antes.
—Eh, no tenía sueño, y quería ver donde me encontraba. -Sonrió levemente viendo al chico frente a ella.
—¿Te gusta el bosque? -Preguntó al notar que estaba muy ensimismada viendo este.
—Así es, me gustan las plantas y la flora, es muy linda a mi parecer. -Asintió.
—Lo es. -Dijo sin más para después dar buenas noches, pero la chica lo detuvo.Pregunto si podría enseñarle algún lugar donde se viesen claramente las estrellas, a lo que el chico dijo que si y la llevo a este, viendo como la chica se sentaba a la orilla del sendero, siendo invitado a sentarse con ella.
Aceptó, y se sentó a unos cuantos centímetros de la chica, quien sonreía.
—Gracias por acceder. -Agradeció sin más.
Pasaron segundos, minutos y se atrevía a decir que incluso fue una hora con ella, en silencio.
Hasta que decidieron darse las buenas noches e irse cada uno por su camino, a sus respectivas habitaciones.
Loúdi durmió muy bien esa noche.
Holaaa, mucho tiempo sin vernos.
Necesitaba hacer un fanfic de él, perdónenme por no seguir los demás.Gracias por leerme.
Tengan buen día/tarde/noche.
Se les quiere.
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❲ 𝐹𝑜𝑥 𝑒𝑎𝑟𝑠 ❳ 𝑇𝑖𝑔ℎ𝑛𝑎𝑟𝑖.
Fanfic•──•─•──•──•─•✦•─•──•──•─•──• ❲ 𝙔 𝙥𝙚𝙣𝙨𝙖𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝘾𝙤𝙢𝙚𝙣𝙯𝙤́ 𝙥𝙤𝙧 𝙝𝙖𝙗𝙚𝙧 𝙏𝙤𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙤𝙧𝙚𝙟𝙖𝙨 ...