𝗘𝗽𝗶𝗹𝗼𝗴𝗼

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Tighnari y Loúdi se encontraban en Mondstadt, para ser más específicos, en el Viñedo del Amanecer, donde habían organizado una cena con Albedo, Diluc y Kaeya.

En cuanto el último mencionado había llegado saludó felizmente al híbrido, después de todo, se habían hecho alto cercanos cuando el de cabellos azules había visitado Sumeru.

Rápidamente el alquimista se había caído de lo mejor con el erudito, parecían siempre tener temas de que hablar y sus pláticas se congeniaban, aunque la de orbes fucsia siempre supo que aquello pasaría.

Aunque cabe aclarar que el rubio en cuanto vio al de cabellos bicolor supo que era la persona de la que su mejor amiga le había hablado en Espinadragon, concordaba exactamente con sus palabras describiéndole.

Por su parte el peli rojo se encontraba en la punta de la mesa, viendo detenidamente al híbrido. Claro, le había saludado y había sido cortés, sin embargo, parecía estar analizándole, como si estuviera juzgando si era una buena persona para
su pequeña hermanita.

Llegó una parte en la cena en la que la fémina dijo que iría al baño, y en el momento en que escucharon que entró en este, el ambiente cambió un poco.

—Tighnari, pareces una muy buena persona. -Comentó el rubio. —Sin embargo, creo que hablo por parte de todos al decir que estamos confiando a nuestro rayito de luz a ti. -Miró a los presentes.
—Cuídala, y no te atrevas a lastimarle. -Habló el de cabellos rojos por primera vez en toda la cena, mirándole fijamente.
—Me alegra que confíen en mi de tal manera para decirme eso. -El chico sonrió. —No está en mis planes lastimar a la mujer de la que me he enamorado. -El de orbes bicolor dijo seriamente.

Justo en ese momento llegó la de orbes fucsia, por lo que la cena siguió tranquilamente, entre risas y pláticas, ahora si por parte de todos.

Unas cuantas horas más tarde todos se despidieron y la fémina llevó al mayor a su apartamento
para dormir tranquilamente.

Una vez ambos llevaban sus pijamas se sonrieron y se acostaron en la cama, la de cabellos grises siendo abrazada por la espalda por su ahora novio, mientras se deseaban las buenas noches, y platicaban un poco la conciliar el sueño.

—¿Que te pareció la cena de hoy? -Preguntó la fémina sonriendo.
—Fue muy agradable, tus hermanos fueron muy hospitalarios y Albedo es impresionante, sin duda, me sentí muy a gusto en la cena. -Dió un beso en la mejilla de la chica, para después acariciar levemente su cabello. —Ya hay que dormir o mañana no podremos levantarnos. -Sonrió, deseándole buenas noches nuevamente.
—Buenas noches, Tighnari.

Aquellas noches en las que dormirían abrazados no terminarían prontamente, y ambos sabían aquel detalle.

Ambos sabían que sus días solos habían acabado y también sabían que siempre estaban el uno para el otro, por lo que durmieron tranquilamente esa noche.

Una de las primeras noches siendo novios, sin embargo, muy lejos de la última.




















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 ❲ 𝐹𝑜𝑥 𝑒𝑎𝑟𝑠 ❳  𝑇𝑖𝑔ℎ𝑛𝑎𝑟𝑖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora