EXTRA I: TULIPANES 🌷

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DAEGAN

𓄂

¿Había gastado una fortuna en esta mierda? Si.

Pero cada maldito billete gastado valía jodidamente la pena solo para verla sonreír.

La miré de reojo, viendo un tierno puchero en sus esponjosos labios mientras una venda tapaba sus hermosos ojitos. Lo que más lamentaba mi muñeca era que no podía ver el bonito paisaje mientras yo iba manejando, pero no podía dejar que ella viera a donde iríamos. Le había comprado un vestido blanco con flores junto a unos zapatos bajos estilo bailarina y un listón blanco adornando su cabellera rojiza. Se veía preciosa. Y lo mejor, era que combinaba con la sorpresa que le tenía.

Una sorpresa que demoró cinco putos años en estar lista.

—Ireth debe extrañarme... —susurró melancólica.

Sonreí ladino mientras me concentraba el camino—. Ireth está feliz con Lilith. Aunque el más feliz es Harlen. Cuando le dije que los llevaría a la mansión Alvensleben porque nosotros saldríamos, Harlen fue el primero en arreglar su mochila para ir a quedarse con su pequeña Krasivyy.

—Harlen está perdidamente enamorado de Lilith —rió suave—. Es un amor platónico, ya se le pasará.

Espero que así sea. Porque hasta el momento, ese amor ha ido solo en aumento. Harlen le era jodidamente devota a Lilith. Tanto, que no se espantó del pasado de mi hermana una tarde que hablamos sobre ese tema, al contrario, deseó con todas sus fuerzas haber nacido antes y tener edad suficiente para asesinar con sus propias manos a todos aquellos que habían tocado a su pequeña Krasivyy.

Esa noche cuando me dijo que no quería el próximo león del Imperio Rojo, sino el jodido Diablo... Le pregunté el porqué.

Y su razón, por supuesto, era Lilith.

Se quería volver invencible por ella. Se quería volver fuerte e imparable por ella. Demostrarle a su pequeña Krasivyy que era digno del linaje Mortensen. Que era digno de su mirada. Harlen veía a Lilith como si fuera de la realeza, pero una realeza macabra y oscura, y le encantaba. Quería aprender todo de ella, la veía como una jodida Diosa de sangre.

Lo bueno de esa devoción, era que con Hsieh se habían vuelto inseparables. Hsieh era muy reservado y distante, no era fácil llegar a él, pero Harlen visitaba tanto a Lilith, que ambos crearon una hermandad única, llamándose a sí mismos hermanos. Hsieh se había vuelto su coartada, su compañero de travesuras y... De crímenes.

Harlen ya había asesinado a su primera víctima... Un hombre que le faltó el respeto a Valkyrie cuando yo no estaba presente debido a un viaje de negocios. Mi cachorro tomó el arma de un guardia y lo asesinó a sangre fría, sentenciando frente a todos que no iba a tolerar ninguna ofensa en torno a su madre, hermana y por supuesto, a su Krasivyy.

En ese entonces, mi cachorro tenia solo diez años.

—El otro mes nuestra pequeña cumple seis años. ¿Qué haremos? Quiero celebrar a lo grande.

Sonreí—. Hazlo, bebé. Después me pasas la cuenta.

—Nunca quieres participar en la organización de algún evento. Siempre pagas, pero nada más —reclamó.

LA MUJER DEL MERCENARIO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora