Amor sangriento

"EL MISTERIOSO NUEVO ESTUDIANTE"

Me desperté como de costumbre, me bañe y me coloque mi uniforme escolar «¿a quien se le ocurre poner este uniforme color rojo con negro?» pense; como hoy quería evitar a mis tíos bajo cualquier circunstancia decidí salirme por la ventana de mi habitación, así que agarre mi bolsa con los materiales que hiba a utilizar hoy y salte por la ventana, pero se me había olvidado algo.

-¿que crees que estas haciendo jovencita?- me dijo mi tía con su cara amargada de siempre. ¿Como es posible que una Sra. Tan guapa y joven (con ayuda de sus poderes de vampiro) sea tan amargada.

-Cierto, se me había olvidado que puedes leer mentes- le dije muy seriamente. -nos vemos vieja- la despedí con la mano y me dirigí hacia el colegio.

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Estaba sacando los libros que no hiba a utilizar ahora y los coloque en mi casillero.
- a que no adivinas- escuche atrás de mi y me gire para encontrarme con la cara de Daniela y la de Andrés. -si es por lo de ayer luego les cuento le dije algo seria.

-no es eso, aunque eso luego me lo cuentas- me dijo muy emocionada.

-¿que es en tonses?- le dije indiferente. No me importaba lo mas mínimo que pasaba de los demas sólo me importaban eso dos locos, si, solo me importaban Andrés y Daniela.

-hay un chico nuevo- me comento Andrés, con un tono preocupado y eso me espanto algo.

-¿y que sucede?, ¿ es otro vampiro, demonio o lobo?- le pregunte un poco asustada, pero con la misma cara seria de siempre (creo que ellos ni nadie me a visto con una expresión diferente en mi rostro).

-claro, ahora si te importa ¿verdad?- me dijo Daniela con una sonrisa picara en su rostro. -es un humano- me dijo mientras lamia su labio inferior.

-¿solo es un humano?- los dos asintieron - ya me habías preocupado Andrés- Daniela carcajeó y yo solo le dedique una mirada de confusión.

-hay __ ¿no lo entiedes?, si es un humano, pero este humano es diferente- me dijo mientras veía a los lados para que medir escuchara.

-¿como que diferente?- pregunte algo extrañada.

-su sangre- término de decir Daniela. su olor a Sangre es diferente, tanto hací que aquí mi semi-demonio hermoso (es como le decía Daniela a Andrés) pudo olerla.

Me quede absorta, «¿como que diferente?, ¿tan fuerte es su olor?, ¿quien es?, ¿sabra nuestra existencia?» esas preguntas me rondaban en la mente. Finalmente desperté de mis pensamientos.

-no pruebes ni una sola gota de sangre de el y te lo estoy diciendo a ti Daniela- dije con firmeza mientras me encaminaba a el salón de clases.

-¿sera que le debí habré dicho que van en nuestro mismo salón de clases?- le pregunto Daniela a Andrés el cual se dio una palmada en la frente y le dijo:

-hay Daniela, ¿que vamos a hacer contigo?-

-yo se que los dos me aman- esta sonrió tiernamente y le clavo un beso en la mejilla a Andrés y se fue siguiendo la misma dirección que __.

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Sentada en mi pupitre sentí un olor exquisito, nunca en mi vida había algo similar o al menos que se acercara a ese olor tan delicioso, tan rico, tan dulce y amargo a la vez, ese olor era tan único y lo quería. En ese mismo instante a pareció un chico muy atractivo, tenia unos ojos hermosos color azules, un perfecto cabello algo largo hasta la mitad de la nuca para ser exactos era de color castaño claro, también era alto, bueno algo alto, media unos centímetros mas que yo. Se detuvo un rato, me miró y abrió sus ojos como platos, acto seguido bajo su cabeza y apresuró su paso, cruzo al lado mio y supe que de el provenía ese exquisito aroma. Se sentó hasta el fondo del salon, parecía algo ¿nervioso?

Sentía su mirada en cada instante yo trataba de ignorarla, pero el olor de su sangre era tan delicioso que me sacaba de mis 5 sentidos. Cuando lo voltie a ver el agacho su mirada y se puso a leer un libro, luego llego Daniela y luego el maestro de historia.

-¿Señorita Mayers no cree que llega algo tarde?- le pregunto el maestro de 43 años de edad.

-maestro estoy llegando antes que usted maestro hací que no se queje- ella le respondió con una sonrisa en su rostro.

El maestro la ignoro como siempre y se fue a su escritorio, ella se fue a su pupitre no sin antes ver al nuevo y guiñarle un ojo, acto que lo hizo sonrojarse y me pareció ¿lindo?, espera ¿que? ¿me pareció lindo? No, no lo creo, el maestro nos empezó a dictar algo y luego sonó el timbre, guarde mis cosas y me dirigí a la puerta cuando oigo mi nombre, me gire para ver de donde provenia ese sonido y no me imagine que el me hablara.

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Pro favor no sean lectores fantasmas, aunque sean pocos solo con un voto o un comentario me conformo. Les recuerdo que es mi primera novela hací q entiendan si no es muy coherente o le falta algo.