❝Losing My Religion❞ [ Daniel Park; Lookism ]

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    Todos susurraban cuando caminaba por el pasillo. Y la verdad no sabía de qué hablaban.

    ¿Acaso era el hecho de que una de las fotos que le tomaron había estado rondando por las redes? ¿O quizá la agresión que sufrió? ¿O más probablemente que tuviera a Daniel Park caminando a su lado desde hacía ya casi una semana?

    Los profesores y el director no quisieron tomar partido contra las estudiantes que la agredieron, excusándose que las fotos ya habían sido eliminadas en su momento.

    "Patrañas" pensó Daniel cuando los oyó queriéndose safar del problema. Una de las chicas que participo en aquel acto era hija de un gran donante a la escuela que estaba casi cayendo en pedazos.

    —Estoy bien por mi cuenta.  —Repitió por quinta vez en el día cuando Daniel se sentó frente a ella en la cafetería, seguido por sus extravagantes y problemáticos amigos.

    Zack solo intentaba no mirarla mucho, ya que sin querer había visto la foto de su compañera desnuda al descubrir a Doo compartiéndola por redes. Mira se sentó a su lado, intentando mostrarse amable, aunque la actitud cerrada de Jeon se lo dificultaba bastante.

    Zoe intentaba fingir que estaba ahí por Daniel solamente, aunque en realidad no podía dejar de pensar en lo horrible que la debería estar pasando la castaña. Sentía lástima, mucha mucha lástima por ella.

    Duke intentaba establecer una conversación para que el ambiente incómodo se esfumara, hablando de sus nuevas canciones y planes, y Jiho solo veía sombriamente a Julieta. ¿Cuál era su problema con ella? La pelinegra no lo sabía, lo que la hacía sentir aún más incomoda.

    Exacto, esa era la palabra que describía esa semana, ese mes, básicamente toda su vida: incomodidad. Incomodidad por ser fea, por ser despreciada, por ser maltratada.

    Incomodidad de tener a alguien como Daniel tras ella preguntando a cada rato si estaba bien o si quería hablar del tema.

    Se levantó frustrada, irritada, incómoda.

    Todos los ojos de aquella mesa se pusieron sobre ella.

    —Daniel, quiero hablar contigo en privado, porfavor. —Expreso con la mirada oculta por su flequillo.

    —¡Sí! —El pelinegro se levanto de golpe, emocionado porque ella al fin confiara en él.

    Ella no lo sabía, pero él la comprendía bastante bien. Después de todo, el también había sido humillado y fotografiado semi desnudo. Solo quería regresar la amistad que sus amigos le habían dado todo este tiempo para superar poco a poco su pasado, ayudándola ahora.

     En resumen, quería hacer por alguien más lo que otros habían hecho por él.

    ¿Un lugar tranquilo para charlar? No había, porque, a dónde fueran, todos seguían muy de cerca sus pasos y prestaban mucha atención a las palabras que intercambiaban. Hasta las paredes escuchaban.

    No le quedó de otra a la joven más que entrar a un salón abandonado y lleno de polvo y muebles viejos e inservibles.

    —¿Que querías decirme? Sabes que puedes contar conmigo para cuál...

    —Para. —Lo corto.

    —¿Eh? —Park no entendió, y eso lo reflejo bastante bien en su rostro.

    —Detente. Ya basta con eso de tener compasión de mí, así solo me hacen sentir aún peor. —Mordió su labio aguantando sus lágrimas. Ya había llorado demasiado frente a Daniel, y no quería seguir haciéndolo.

    —Pero solo quiero ayudarte.

    —¡No entiendes que estando detrás de mí llamo más la atención! —Grito desesperada.

    Ya no supo que responder a eso.

    —Entonces... ¿Qué sugieres? —No iba a mentir, aun estando en aquel cuerpo digno de un modelo, se sintió intimidado.

    —Te agradezco lo que hiciste por mí, si necesitas algo algún día, puedes pedírmelo con confianza. Pero mientras tanto por favor, guarda distancia de mí, ¿sí?

    —¿No tienes miedo de estar sola? —Se sintió confundido. Cuánto habría agradecido él tener aunque sea un amigo durante sus días más duros.

    "Lo tengo. Tengo mucho miedo." Quería responder sincera, pero no podía evitar pensar que sería un estorbo para Daniel y para sus amigos.

    —No lo sé. —Pero tampoco quería apartarlo del todo.

    —Cuando estés segura, ven a verme. —Daniel sonrió levemente de lado, algo decepcionado por la respuesta que recibió.

    —De acuerdo.

    Daniel fue el primero en salir del aula empolvada, y Julieta solo vio su ancha espalda desaparecer.

    —Gracias una vez más. —Murmuro creyendo que no sería oída, pero lo fue, y una sonrisa más genuina se formó en los labios del más alto.

    No sabía que desde ese momento, solo vería su espalda marcharse y alejarse de dónde ella. 
    ¿Cómo iba a saber que se arrepentiría   demasiado en el futuro de haberlo alejado?

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Buenas noches! Gracias por leer está humilde historia ^^
Intentaré actualizar seguido, y como ven, son capítulos cortos.

En fin, ¡Liianshi cambio y fuera!

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