Capítulo V.

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El silbato sonó fuertemente en el gimnasio, todos los alumnos se quejaron pero no tenían más opción que acercarse al maestro para poder recibir las instrucciones de la clase si no querían terminar reprobando.

-Muy bien muchachos -empezó Sombra, con unas cuantas hojas en mano-, primero vamos a trotar un rato alrededor de la cancha. Luego, formarán parejas y les entregaré unas hojas donde dice lo que tienen que hacer, casi todos tienen distintos ejercicios. Algunos utilizarán balón, otros harán nada más ejercicios motrices o de resistencia. ¡Suerte!

Volvió a hacer sonar el silbato y todos se quejaron, empezando a trotar de mala gana. Luego de unos 10 minutos, Sombra les indicó que ya podían dejar de correr y los jóvenes comenzaron a buscar su pareja. Las siete chicas se quedaron un poco pensativas ya que una de ellas se quedaría sin compañía. Y con una de ellas, me refiero a Pinkie.

-Ay no se preocupen por mí -dijo la pelirrosa observando todas las personas-, puedo encontrar pareja fácilmente por ahí. Soy una socialista... Espera, así no era, lo organizaré -aclaró su garganta y volvió a hablar-. Soy muy sociable... Pero puede que socialista también... Meh, como sea, ¡suerte con los ejercicios!

La fiestera se fue dando brincos hasta llegar a una chica de cabellera verde que estaba más sola que tú en San Valentín. Digo, estaba solitaria y por la insistencia de Pinkie, acepto ser su compañera.

Así que el resto de chicas se hizo con su respectiva pareja cuando se aseguraron de que su amiga había encontrado a alguien, quedando Rarity junto con Applejack. Definitivamente no iba a concentrarse totalmente en la clase.

-Entonces -dijo la rubia abrazando por los hombros a su amiga-, ¿qué es lo primero en la lista?

-Tenemos que hacer... sentadillas -le respondió desanimada.

-Vamos, te dije que no te desanimes, empieza -Rarity solo se quedó mirando la hoja con muchísima pereza-. ¿Qué pasa?

-Nada, solamente que yo no suelo hacer ejercicio, estoy más tiesa que los troncos de tus manzanos.

La vaquera no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, no esperaba esa respuesta en absoluto, pero se aclaró un poco la garganta y se paró en frente de Rarity.

-Mira, sólo debes estirar tus brazos, separar un poco tus piernas y bajar como si fueras a sentarte.

La pelimorada la volvió a mirar con cara de "no lo haré". Así que no tuvo más opciones, le quitó las hojas, las puso en un lugar seguro y se acercó más a ella.

-Lo vas a hacer quieras o no - sentenció Applejack y Rarity la miró confundida-. Empecemos.

Primero le cogió lo brazos para que los estirara, luego le separó un poco los pies e hizo la señal para que bajara, lo cual ella se resignó a hacer. La rubia suspiró y sonrió con malicia, la modista tragó saliva e intentó retroceder, pero sin previo aviso ya estaba en brazos de su amiga riéndose por las cosquillas que le estaba haciendo.

-¿Lo harás o no? -preguntó la vaquera y ella tuvo que asentir para poder respirar otra vez-. Perfecto.

Rarity suspiró profundamente mientras trataba de hacer bien el ejercicio. Applejack la observó atentamente y no pudo evitar pensar lo tierna que se veía haciendo tan mal las sentadillas; volteó un segundo para observar como iban sus demás compañeros y su mirada se fijó en Fluttershy.

Ella realmente era una chica hermosa, hasta la rubia podía decir que sexy, y sus sentimientos, ni hablar de ellos, tenía bastante claro que la chica tímida era dulce y verdaderamente sincera. No comprendía porque Rarity no correspondía su amor.

Aunque cayó en cuenta de algo, que su amiga dijo a ella le gusta alguien más, se puso a pensar quién podría ser aquella persona. Por alguna razón, pensó en sí misma pero se burló internamente de su estupidez y sus ojos cayeron en Rainbow, quien estaba haciendo lagartijas con mucho esfuerzo, parecía estar cansada.

Un triángulo amoroso | ¿Appledash? O mejor ¿Rarijack? | "Actualizado."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora