----Levantarme, tomar el teléfono y avisar al vecino que estoy por arreglarme, tender la cama, ir al baño y asearme, vestirme, ir a la cocina y preparar el café. Encender el computador y revisar los sitios web de costumbre. Responder el mensaje de WhatssApp y salir a trotar,regresar después de una hora, bañarme, vestirme, preparar el desayuno, recoger la casa, sentarme a escribir, preparar el almuerzo, descanzar una hora, sentarme a escribir, levantarme a darme un baño nuevamente, vestirme, preparar la cena, asearme de nuevo, acostarme a dormir.
----¿Será que puedo cambiar todo esto?
----No lo sé querida, creo que todo está en tu mente.
----En mi mente. En mi mente lo único que hay es turbulencia, tengo un torbellino de ideas sin concretar.
----Bien, revisa con detenimiento ese torbellino, y ocupate de concretar por lo menos una de esas ideas. Ese sería un buen comienzo.
----Bueno, creo que eso ya lo hice.
----¿Ah si?
----Si, estoy aquí contigo, una de tantas ideas que pasaron por mi mente fue la de ir al psicoanalista, y voilà, aquí estoy.
----Muy graciosa Miriam, es mejor que te concentres en dar prioridad a tus ideas, no te quiero ver más esta semana por acá, debo atender clientes a los que si pueda cobrarles.
----Como quieras hermanita, nadie te mandó a estudiar psicología, me iré a trabajar. nos vemos luego.
----Chao, no regreses pronto.Al cerrar la puerta del consultorio de mi hermana, un hombre extraño entró y mientras cerraba la puerta me vió de una forma muy extraña, era como si me conociera de otra parte, su sonrisa de medio lado hizo que mi corazón se acelerara, decidí no prestar atención a eso, me coloqué los lentes de sol y me fuí inmediatamente. De saber lo que ocurriría, o que ya había ocurrido, o que ocurría en este momento, no me habría ido, ¿o si?, bueno, no lo sé, pero algo extraño habría de pasar luego que ese hombre misterioso entrara al consultorio de mi hermana.
----Buen día Sr.Pedro Elias, siéntese.
----Gracias Dra.
----Bien ¿qué lo trae a mi consulta?
----Necesito que me escuche.
----Muy bien, si desea, puede reclinarse en el sofá y de esa forma sentirse más cómodo.
----No, no seré yo quien se recline.
----¿disculpe?--- al decir esto mi hermana entró como en un trance, su mente se nubló y solo veía en su mente un gran espacio blanco con mucha niebla, era como si se encontrara en la nada, lejos del espacio donde se hallaba vió a una dama vestida con mucha elegancia que poco a poco se acercaba hasta ella.
----¿De nuevo aquí Pedro?----Mi hermana estaba confundida la dama la llamaba Pedro, por lo que al verse así misma pudo notar que no era su cuerpo el que veía, era el del Sr. Pedro Elias. Intentó hablar pero no lo logró, en cambio si escuchó la voz de un hombre.
____Daniela, necesito que regreses, tengo la soluciònpara volver contigo.
----¿Y cómo hacerlo?
----Estoy aquí gracias a esta chica que me sirvió como portal, será el mismo que uses para regresar conmigo---- Extendió su mano y aquella dama la tomó, ambos desaparecieron, mi hermana abrió los ojos y delante de ella, estaba muy sonriente el Sr. Pedro Elias, quien se levantó de la silla dándole las gracias.
----No sabe usted Dra cuanto ageradezco que me haya ayudado.
----¿A qué lo ayudé?. Mi hermana estaba confundida.
---- Ustedes los psicólogos realmente son discretos cuando se trata de mantener la privacidad de sus pacientes. Feliz tarde.El hombre se retiró, pero no estaba solo, tomó la mano de una dama que estaba sentada al lado de la puerta del consultorio, esta se levantó, y ambos salieron y pasaron justo a mi lado cuando salía del edificio. Me llamó mucho la atención pues nunca vi entrar a esa dama, por eso y no se por cual otra razón decidí seguirlos, dieron varias vueltas por la misma manzana, pasando una y otra vez frente al edificio del consultorio de mi hermana, ya a la cuarta vuelta decidí subir y hablarle para saber si ella sabía lo que sucedía con ese señor.
Toqué la puerta.
----Pase, ¿qué se te quedó?, te acabo de decir que no vinieras en mucho tiempo.
----Nada, bueno si, eso fue hace como 40 minutos. Sé que no es de mi incumbencia, pero tengo curiosidad de saber quién es ese Sr que entró a tu consulta después que yo me fui?
----Hermanita, aquí no ha entrado nadie, cada vez que llega un nuevo paciente se va, porque me encuentra ocupada con otro paciente, no les gusta esperar, lo peor del cuento es que al paciente que siempre estoy atendiendo eres tú, así que mejor ve a tus cosas, tengo mucho que hacer.En ese momento se abrío la puerta, era de nuevo aquel hombre, pero esta vez no entró solo.
----Buenas tardes, ¿podemos pasar?
----Claro, pasen adelante, ya la srta se iba---- contestó mi hermana mientras aquella pareja se sentaban frente a ella, yo instintivamente me coloqué al lado de mi hermana.
-----Noo, no es necesario que se vaya, al contrario, es mejor que esté aquí.La dama se puso a mi lado y aquel hombre al lado de mi hermana, de repente ambos se tomaron de la mano, y nos invitaron con la mirada para que nosotras lo hiciéramos también, de esa forma formamos una especie de círculo, aquel hombre comenzó a hablar viendo hacia el cielo, nunca entendì lo que decía. De forma instantanea todo se volvió blanco, tan blanco que deslumbraba, me sentía flotando, de pronto mi cuerpo no era el mío, era el de aquella dama pero con mucha sutileza se separó de mi, ahora si pude verme, pero no entendía lo que sucedía, vi como aquella dama sorrió, estaba viendo a aquel hombre, al que le extendió su mano, el la tomó, y en ese momento salió delicadeza se desprendió del cuerpo de mi hermana.
----¿qué sucede?, ¿quiénes son ustedes?.
----Cálmence, como lo dije antes, soy el Sr. Pedro Elías y debo agradecer lo que han hecho por mi.
En ese momento cerramos los ojos y al abrirlos estaba yo, reclinada en el sofá del consultorio de mi hermana.
----Anda, párate ya, tengo una larga fila de pacientes que atender, no me esperes en casa, por lo que puedo ver, hoy será un buen día, aunque me preocupa que tanta gente requiera de mis servicios.Yo me levanté, ya lo había entendido, aquel hombre quería ascender, pero no podía hacerlo si alguien más no se lo llevaba, y acudió a poderes extraños y desconocidos por mi, para usar a mi hermana como portal y solicitarle a la mujer que amó, que fuera ella a buscarlo, ella por encontrarse en aquella dimensión solo podía salir con ayuda de alguién vivo, y así fue como el Sr. Pedro logró su cometido, primero la trajo del más allá y luego utilizándonos a ambas regresaron a aquel lugar para estar juntos por siempre.
----Me sienta bien ir al psicólogo.
----Claro, vete ya, hasta la noche.
ESTÁS LEYENDO
Portales : Relatos
Fiksi UmumEn esta oportunidad les comparto una serie de relatos de diferentes historias que puedes tomar o no, ocmo ficción (eso queda a tu criterio) pues son historias que pareciendo cotidianas nos llevan a conocer la posibilidad de encontrar en ellas el mis...