• Leila •
Estaba en la cama con Zayra, ella se miraba en el espejo para peinarse mientras hablábamos.
- Buena conversación tuviste con El Beny antes.
- ¿Dónde?
- En el sillón, cuando nosotros estábamos jugando a la Play.
- Ah, sí, lo típico, hablando de como le fue a él en Londres.
- Lo mejor que pudo hacer.
- Ya me lo dijo él.
- Está súper feliz, no para de sonreír, no es el mismo.
- Eso es lo que yo quería, que fuera feliz.
- ¿Tú ya lo tienes superado, verdad?
- Sí, a veces pienso en él, pero como también pienso en ustedes, o sea, es uno más.
- Mentirosa, si te brillaban los ojos cuando hablabas con él, que Omar y yo antes lo estuvimos hablando entre nosotros.
- Porque lo quiero muchísimo, Zayra, me marcó en la vida, y me puse contenta al verlo feliz.
- Yo hago como que te creo, pero te conozco desde que tienes diecinueve, a mí no me mientes.
- ¡Qué pesada es mi amiga!
- Te jodes, porque sabes que es verdad lo que te digo, por eso te molesta.
- Mira, Zayra, vamos a dormir ya, porque tú estás mal - me acurruqué.
- Espera que te hago cucharita.
- Vale.
Apagó la luz y nos dormimos juntas
(...)
- ¿Cómo me vas hacer eso? ¿Por qué eres así? - gritó Morad desquiciado.
Me desperté de un susto. Vi que Zayra no estaba a mi lado, así que salí al salón.
Vi a El Koala y a El Coleta encarándose, Beny los intentaba separar, pero ellos se volvían a acercar.
Solamente me quedé mirando en el pasillo, no quería meterme en algo que no sabía.
- ¡Me voy! Cuando te relajes me vuelves a hablar - Omar se acercó a la puerta.
- Parece que quieres llevarnos a la mierda, a Beny con lo de Leila, porque ellos cortaron por tu culpa, viste lo mal que lo estaba pasando - señaló a mi exnovio - y no fuiste capaz de intentar arreglarlo, y ahora a mí me haces eso - Morad se le volvió a encarar, pero El Coleta optó por cerrale la puerta en la cara e irse.
- ¡Ey, Koa! ¡Ya está! Relájate, es una tontería. - lo intentó calmar Beny.
- Me suda la polla.
- ¿Qué pasó? - pregunté preocupada.
- Nada, nada - contestó Moha.
Me acerqué a Morad y me miró mal, no dije nada más.
- Me voy a duchar - habló serio y se metió en el baño dando un portazo.
- ¿Qué pasó? - le pregunté.
- No me he enterado mucho, pero por lo que sé es que este tío se piensa que fue El Coleta quien le filtró la cancion: "Piel Oscura". - me explicó agitado.
- ¿Y no fue Omar?
- ¡No! ¡Claro que no!
- ¿Y por qué piensa eso?
- No lo sé, Leila, no lo sé, me acaban de poner muy nervioso.
- ¿Vamos a la calle? Así te da el aire fresco.
- Vamos, vamos.
Abrió la puerta, esperó a que pasara para luego salir él, cogimos el ascensor y nos sentamos en la plaza. Notaba su cara de enfado, no paraba de mover su pierna, mostrándome que también estaba nervioso.
- ¿En qué piensas? - le pregunté.
- Estos tíos, encarándose por boberías que encima no son verdad, y ahora están enfadados.
- Y los dos son muy orgullosos...
- Por eso mismo, Leila, a saber como lo arreglan.
- Morad me miró con una cara, que si las miradas mataran...
- Estarías fusilada - me siguió la frase.
- Joder... sin duda.
Mi móvil se iluminó.
* Mensaje de Kennedy *.
Fruncí el ceño y abrí su chat.
* Chat con Kennedy *
Leila
Bajale a eso
Estoy arriba
Al final volviste?Eh?
Que bajes la voz
No me interesa escucharteQue dices?
Donde estas?
Con beny en la calle
En Barcelona?
Claro
Donde voy a estar?O sea que la de los gemidos no eres tu
Que?
Eso digo yo
Ay leila
Esperate que bajo y lo mato a piñasNono esperate a que salga la tia y le sacas una foto desde la ventana para ver quien es
Luego bajas y le dices a kylian que con quien estaba
A ver que se inventaEstoy flipando
Encima en tu puta casa
No puedo
Voy a bajar y le voy a pegarNo
No hagas eso
Luego la denuncia es para ti
Kennedy leeme los mensajes
Donde estas?
Ey
Keneee
Kennnedy
Que haces?
No me digas que bajaste
Joderrrr
Kennedyyyyyyyy
Contéstame* Fin del chat *
- ¿Qué pasó? - se apoyó en mi hombro para ver la conversación.
- Nada - rápidamente bloqueé mi móvil.
- ¿Y esa carita de tristeza?
- ¿Qué cara?
- La que me llevas, algo pasó, lo que no me lo quieres contar.
- No, solo que - me interrumpió.
- Ah... - dijo alargando esa expresión - da igual si no me lo quieres contar.
- Es una tontería.
- Te conozco como la palma de mi mano, a mí no me mientes, pero bueno...
- Me acaba de llegar el karma duro - suspiré.
- Mira - señaló mi clavícula - por algo te lo tatuaste.
- ¿No sabes a dónde se fue Omar? - cambié de tema.
- Ni idea, le voy a hablar, a ver que me dice.
- ¿Y Zayra? Antes me desperté y no estaba.
- Fue a no sé que sitio esta mañana.