♪𖠌Fᴀᴍɪʟʏ 𝖪𝖺𝗄𝗎𝖼𝗁𝗈𖠌♪

𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎 +18: 𝘼 𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙙𝙞𝙙𝙖𝙨~♡︎

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗢𝗺𝗻𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲:

Era un día cálido, toda la familia Kakucho estaba en casa, pues los niños no tenían clases ese día y los padres no tenían trabajo, los pequeños Haitani estaban en el jardín jugando entre si con sus mascotas mientras los padres estaban en la sala viendo la TV, el moreno estaba en las piernas de su esposo mientras veían una película.
Ambos veían con tranquilidad la película hasta que salió una escena subida de tono, ambos se sonrojaron y cambiaron de canal inmediatamente, pero a él albino esa escena le calentó.

Con una sonrisa pícara empezó a moverse ligeramente ensima del azabache, frotando su trasero contra la entrepierna del hombre.
El menor se sonrojo y trato de que su esposo dejara de moverse de esa forma, cosa que no funcionó.

— I-iza, para, los niños están afuera y nos pueden ver-. El azabache sentía perfectamente el trasero de su esposo, pues ambos usaban unos pantalones holgados que con el mínimo roce podían sentir todo.

— vamos Hitto ~ hace tiempo que no tenemos diversión, te empiezo a extrañar-. Decía de forma provocativa.

— p-pero y los niños? -. Preguntó el azabache empezando a meter sus manos por debajo de la camisa de su pareja.

— subamos a nuestra habitación, están muy distraídos, no se darán cuenta -. El albino le guiño el ojo a su esposo, sintiendo como ahora su esos se levantaba con el ensima cargándolo , yendo a su habitación.

Al entrar en el cuarto el menor posicionó con delicadeza a su esposo, no sin antes cerrar la puerta y apagar la luz claro.
Ambos empezaron a besarse apasionadamente mientras se acariciaban, el mayor ingreso su lengua en la boca de su esposo, jugueteando con ella y empezamos una pelea la cual ambos iban igualados, se separaron del beso por falta de aire y se miraron a los ojos, apesar de estar a oscuras, se podía ver ese brillo lujurioso en sus miradas.
El azabache empezó a besar y lamer el cuello del albino , quien empezó a soltar suspiros mientras con sus manos acariciaba la ancha espalda de su marido.
Antes de que el azabache terminara de satisfacerse con el cuello de su marido, su esposo Izana lo tomo del mentón.

— Márcame, marca tu territorio..kaku-chan~ -.

Hitto se sonrojo de sobre manera, pues hace años que su esposo no lo llamaba de esa forma, ese era el apodo que Izana le tenía cuando eran unos adolescentes al empezar su relación.
Tal y como su esposa le había ordenado, dejo múltiples chupones en el cuello y hombros del de ojos morados, provocando que soltará las jadeos y suspiros, esas marcas tardarían en borrarse.
Ahora sí, empezó a bajar por le cuerpo de su esposo, despojo a el albino de ese suéter holgado que tenía, dejando al aire sus pezones y su casi formado abdomen, dirigió su boca a el pezón derecho mientras empezaba a acariciar el otro con delicadeza pero firme.
El moreno solo jadeaba y soltaba pequeños gemidos casi inaudibles, cambio de puesto, ahora tenía en su boca el pezón izquierdo mientras acariciaba el derecho, al separarse vio como ambos pezones estaban erectos y rojizos.
El albino ahora se posicionó ensima del azabache, quedando sentado sobre su entrepierna y viéndolo a los ojos.

— aunque pasen años aún sigues siendo tan delicado y pasional con tus toques~ -. Dijo el moreno mientras empezaba a moverse lentamente sobre la entrepierna de su esposo, sintiendo como empezaba a crecer una erección.

— mgh~ y tú aún sigues moviéndote de forma maravillosa~ -. Hablo el azabache entre jadeos.