𝙋𝙚𝙨𝙖𝙙𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨⌫

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𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗢𝗺𝗻𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲:

Algo les pasaba a los pequeños Haitani.
Algo les hacían que estuvieran teniendo tantas pesadillas.
Poniéndolos en contexto.
Los Haitani han estado teniendo múltiples pesadillas por la noche, provocando que sus padres se trasnochen, ya que estos oían los llantos de sus niños, y enseguida iban a auxiliarlos, tardaban bastante en poder volver a conciliar sueño y a la hora de tener que ir a sus clases se levantaban con sueño.
Los Kakucho trataban de hablar con ellos para que les dijeran que es lo que les provocaba tales pesadillas, pero los niños no hablaban, y empezaban a preocuparse más y más.

En estos momentos se encontraba su padre Hitto consolandolos a las 2 am, ambos lloraban en su pecho mientras lo abrazaban buscando seguridad.

— Mis niños, díganme, que es lo que sucede? Que les causa esas pesadillas?-. Trataba de sacarles información a los niños mientras los abrazaba y acariciaba sus cabellos rubios. Está vez el había ido a ver qué pasaba, pues Izana estaba cansado y no quería que su esposo se trasnochara.

Los pequeños Haitani solo negaron con la cabeza mientras sollozaba, no querían provocar problemas con sus padres, y preferían callarse.

— por favor, díganos, ni a su papi no a mí nos gusta verlos así -. Decía con voz suave limpiandoles las lágrimas a sus niños.

El Haitani mayor sorbetandose la nariz le dijo a su padre — n-no es nada papá, v-vuelve a dormir-.

— están seguros? No me gustaría saber que les hacen daño y ustedes no nos lo dicen -. Decía preocupado el azabache.

— n-no p-pasa nada papá, de verdad regresa con papá Izana, te debe estar esperando -. Dijo está vez el Haitani menor.

El mayor resignado solo suspiró y le dió un beso en la frente a sus niños— está bien, les creeré, pero no me iré hasta que se queden dormidos -.

Los Haitani solo asintieron y se recostaron en la cama, mientras que su padre les daba caricias en sus cabellos, pasaron unos minutos y los pequeños ya se habían quedado dormidos, así que el mayor se levantó y salió a su habitación, no sin antes darles un pequeño vistazo a los pequeños que estaban durmiendo, y finalmente irse cerrando la puerta con cuidado, dirigiéndose a su habitación, al entrar estaba el albino recostado en la cama, pero estaba despierto.

— Lograste hacer que te dijeran algo? -. Dijo el albino abrazando el cuerpo de su esposo que se había ido a recostar en su cama.

— Nada, no quieren decirme lo que sucede. -. Dijo el azabache suspirando también abrazando a su esposo.

— estoy muy preocupado Hitto, tengo miedo de que mis niños sufran de algún abuso y yo no pueda impedirlo o hacer algo-. Decía el albino con una voz preocupada y quebradiza.

— tranquilo mi amor, vamos a solucionar esto, hablemos con Kazutora, tal vez el sepa algo-. Dijo el azabache Acariciando el espojonso cabello de su pareja tranquilizandolo.

— está bien..-. finalizó el moreno cerrando sus ojos abrazando más el cuerpo de su esposo.

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Ahora se encontraban dirigiéndose a la casa de los Baji, era fin de semana y habían dejado a los niños con Shinichiro, iban a hablar con el amigo más cercano de sus hijos para que les contará que sucedía.
Claramente era un problema en la escuela, pero ya habían ido con la maestra de sus hijos y les dijo que no había nada fuera de lo normal con ellos.
Sabiendo que no era cierto decidieron hablar con algún niño, y que más que el mejor amigo de sus pequeños.
No fueron con la directora por qué si la profesora no sabía nada ella menos iba a saber.
Al llegar a la casa de los Baji, tocaron el timbre siendo recibidos por Chifuyu.

♪𖠌Fᴀᴍɪʟʏ 𝖪𝖺𝗄𝗎𝖼𝗁𝗈𖠌♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora