•• Capítulo 3 ••

1.4K 100 17
                                    

La mañana se hizo presente y tú seguías encerrada en el baño, no querías salir y verle la cara al hombre que te uso de la peor forma posible, solamente estabas sentada recargada en la puerta mientras tocaba finamente tu rostro pues el golpe que te había dado había dejado un dolor así como un moretón muy grande.

Por su parte Sanzu se fue levantado, tenía un gran dolor inmenso de cabeza, lentamente se fue sentado en la cama notando lo que había sucedido (Mierda, la cague) suspirando y fastidiado se vistió y se apoyo en la puerta del baño - Nanami, abre la puerta por favor - dijo en un tono algo irritado pero suave

Escuchar su voz te hizo extremecer recordando lo sucedido, rápidamente te pusiste de pie apoyándote en la puerta para evitar que entrara - Lárgate, no te quiero ver, te odio, te odio y siempre te voy a odiar - gritaste entre lágrimas y perdiendo la fuerza en tus piernas logrando caer al suelo

Él solo pudo escuchar como algo caía al otro lado de la puerta, sin pensarlo rápidamente golpeó la puerta logrando abrirla y encontrándote en el suelo.

Levemente se acercó a ti notando como nia pijama era suficiente para colgar los golpes ni las marcas de besos que había dejado en todo tu cuerpo, con cuidado y nervioso te cargo hasta llevarte a la cama donde te sentó y él espero de pie.

- Esto.. Nanami.. - No termino de hablar cuando lo interrumpiste - No quiero tus disculpas vacías, no quiero eso - Dijiste molesta pero sin verlo a los ojos

La culpa y la sensación de impotencia por lo que había hecho hicieron que Sanzu se arrodillara ante ti sosteniendo tus manos mientras colocaba su cabeza en ellas - Yo, realmente no lo quise hacer, no pensaba bien cuando esto sucedió, solo ten por seguro que no lo haré de nuevo - dijo dejando un beso en tu mano para después ponerse de pie - Iré a trabajar, siéntete libre de salir de esta habitación pues está es tu casa - menciono saliendo de la habitación

Al ver como salía te acostaste, el dolor físico no se comparaba con el daño interior y mental que no te dejaba ni consolar el sueño, pero solo mantenias la esperanza de que todo fuera una horrible pesadilla.

Después de varias horas de la ausencia de Sanzu decidiste ponerte de pie y dar un recorrido en la casa, al hacerlo notaste que a pesar de tener grandes cantidades de dinero la casa no lucía tan lujosa, así como el poco personal con el que contaba, aunque era algo agradable.

- Le puedo ofrecer algo señorita - interrumpió una de las sirvientas acercandose lentamente hacia a ti algo curiosa pues te había visto ya dar varias vueltas por la sala y algunos pasillos.

Tu solo negaste cubriendo tu rostro especialmente la parte del golpe, pero ambas se vieron interrumpidas al ver como la puerta principal se abría violentamente dejando entrar a Rindou algo molesto e Irritado - ¿Alguien aquí sabe dónde está el imbécil de Sanzu? - Cuestionó gritando lo que ocasiono que todos los empleados se fueran asustados e ignorando al hombre

Tu solo te quedaste en la estancia de las escaleras admirando al chico - Para tu cara de niño bueno llegas a dar mucho miedo - dijiste soltado pequeñas risas las cuales llamaron la atención del chico que no tardó en acercarse - Valla, Sanzu se busco a alguien muy valiente - dijo mostrando un poco de molestia mientras se acercaba pero se detuvo al ver el golpe de tu cara

- El imbécil te hizo esto, ¿Verdad? - Ante eso tú sonreíste nerviosa y comenzaste a avanzar dándole la espalda - Realmente no me importa, si me duele el haber terminado aquí pero solo espero que esto acabe rápido - dijiste sonriendo de una forma muy fingida algo que el chico conocía a la perfección

LO QUE PUDO SER || SANZU X LECTORA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora