•• Capítulo 8 ••

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El verano ya estaba llegando a su final, dando la bienvenida al otoño, todas las flores al igual que las hojas caían con tanta facilidad así como tus esperanzas de que Sanzu cambiará.

Desde aquel día en que Mikey intervino y Sanzu se propuso cambiar pasaron dos meses pero en lugar de mejorar las cosas empeoraron, Sanzu no te había golpeado pero aún así no te confiabas pues sabías que mientras se drogara nada en él podía cambiar.

Pero aún así él se esforzó por demostrarte lo contrario, claro que había momentos en los que simplemente no podía y prefería salir y sacar su frustración en otro lado para no terminar lastimandote.

- ¿Estás ocupada? - Cuestionó Sanzu entrando a tu habitación

Tú dirigiste la mirada hacia él notando que no estaba usando sus típicos trajes lo que indicaba que no trabajaría - No, solo leía un poco - dijiste señalando el libro que estaba entre tus manos

Suspirando y algo nervioso se fue acercando - Afuera hay un gran clima, ¿Qué te parece si salimos? - Menciono quitándote el libro para después sostener tus manos

Lentamente moviste tus manos para resguardarlas en tus bolsillos - Creí que odiabas salir y que yo tenía prohibido hacerlo - con una risa burlona y un semblante muy cómico Sanzu disminuyó la distancia entre ustedes - Lo odio y lo tienes prohibido, pero siento que nos haría bien cambiar de aires aunque sea unas horas - Comento mientras retrocedió al notar tu incomodidad

Con atención y detalladamente notaste como sus ojos y la ansiedad manifestada por el constante movimiento de sus pies y manos comorendiste que fácil llevaba limpio de drogas desde el día anterior, suspirando profundamente y mirando por la ventana cómo el tiempo seguía corriendo sin importar que - Po~ podemos ir a un ka~ karao~ karaoke - mencionaste levemente al recordar todas las veces que habías querido ir pero que jamás lo lograste

Al ver tu perfil emocionado así como tú reflejo sonriendo por la ventana Sanzu suspiro sonriendo de una forma algo amable - Si, porque no - Al escuchar eso no dudaste en sonreír y vestirte lo más rápido posible.

No tardaron mucho para salir, tu saliste con un pantalón y una sudadera amplia mientras que el usaba ropa casual acompañada de un abrigo, así como ambos usaron lentes oscuros al igual que una gorra, era la ropa más normal y menos lujosa que pudieron encontrar pues querían disfrutar ese tiempo sin guardepaldas o llamando la atención por estar junto al segundo al mando de Bonten.

Durante el trayecto disfrutaron de varios bocadillos así como la visita a algunas tiendas de accesorios - Sabes, te ves muy bien sonriendo - comento notando tu rostro alegre mientras avanzaban ya en las oscuras calles de shibuya

- Lastima, esto solo durará muy poco tiempo - Mencionaste adelantado unos pasos para después señalar el local del karaoke que siempre habías querido visitar.

Sanzu solo sonrió mirando hacia el suelo algo nostalico - Yo~ yo no queisera que esto llegará a su final - susurro para después alcanzarte y pagar la entrada al lugar

Durante el tiempo en la recepción las risas y algunos pequeños golpes de tu parte hacia él era lo que todos veían, pero eso es lo que nadie puede controlar, pues cualquier persona puede llegar a ver al segundo más grande mafioso a lado de una joven.

Después de ser atendidos y dirigirse al apartado que rentaron se pudieron al fin descubrir los rostros - Con que así son estos lugares, jamás había visitado uno en mi vida - Comentaste caminado por todo el lugar así como perdiendo tu vista ante todos los aparatos y las canciones de la lista

Sanzu sonrió recargado a lado tuyo - Eso quiere decir que soy el primer hombre que te cumplió un sueño - Ante esas palabras solo bajaste la mirada hacia la lista de las canciones - Eres un idiota, fuiste el primero en cosas más importantes - Dijiste tomando asiento y dando play a la canción "I Lost You"

Esas simples palabras lo hicieron suspirar de arrepentimiento, era verdad él fue el primer hombre con quién has tenido relaciones, tú esposo y ahora futuro padre de tu hijo aunque todo fue forzado.

Levemente se acercó quedando a tu lado para después recostarte en su pecho - Yo realmente lo siento, quería hacer las cosas bien pero no soy bueno para eso, solo se decir perdón después de causar daño - menciono dejando suaves caricias en tu cabello

- Lo se, siempre lo haces - comentaste suspirando levemente pues su actitud no se comparaba a cuando su extraña y obligada relación empezó.

Entrelazando sus manos y levantando tu mentón inicio un beso superficial, era la primera vez que te besaba así por lo que el rojo camersí en tus mejillas no se tardó al igual que un ligero brillo en tus ojos, al separarse soltó tu rostro para besar finamente tu frente- Te lo dije y te lo vuelvo a decir, yo quiero estar contigo siempre - menciono volviendo a recostarte en su pecho y rodearte con sus manos.

Tal vez eran los tonos de la luz, la música de fondo o alguna otra cosa lo que hizo que por primera vez te sintieras a segura a su lado, después de dos horas de estar juntos escuchando música decidieron salir, ya era muy noche pues pasaban de las 11 p.m

El frío y las ráfagas de viento los rodearon inmediatamente a lo que él reacciono cubriendote con su abrigo, era cálido y sube como lo era el nuevo Haruchiyo en el momento en que ibas a agradecer te viste interrumpida por una llamada en su teléfono, al inicio te pareció bien el día no podía empeorar pero escuchar las quejas y ver lo anemanes de molestia del pelirrosa con la persona de la llamada comorendiste que no todo es de rosa y menos si estás a lado de un criminal.

- T/n, me tengo que ir parece que algo salió mal con los Haitani en su misión y debo ir - Escuchar esas palabras te hicieron sorprenderte y tener miedo por lo que rápidamente lo tomaste del brazo - ¿Están bien? - Cuestionaste nerviosa y con una expresión llena de preocupación algo que le dió un ligero dolor en su pecho

- Si solo fue Ran o eso creo, pero tranquila el chófer vendrá por ti y te llevará a casa - Comento dándote la espalda un poco molesto ya que le disgusto tu preocupación por los Haitani pues sabía que tú sentías amistad por Rindou algo que lo ponía celoso.

Tú te quédaste un poco desconcertada pues incluso cuando estaba mal y te golpeaba siempre de despedía de ti, suspirando y sonriendo de forma nerviosa llamaste su atención - Te estaré esperando en casa, Sanzu - gritaste fuertemente pero aún así él no volteo

- Supongo que no me escucho - dijiste bajando la mirada para después tocar tu vientre ya de 3 meses - se que esto es pasajero, siempre termina siendo igual, pero aún así hoy fue un día muy agradable - mencionaste dejando suaves caricias en el mismo

El tiempo pasó así como el clima cambio, la lluvia se hizo presente por lo que te refuguiaste bajo un árbol con la esperanza de que el chófer no tardará mucho en llegar - ¿Puedo estar aquí? - comento una mujer un poco mayor que tú y muy bien vestida

Ante eso y la situación climática aceptaste, su radiante aura intimidante, sus cabellos rubios y su buen cuerpo era muy llamativo, pero lo que tú notabas no era eso, su semblante real decía más cosas, tú veías a una mujer despechada y llena de rabia a un lado de ti.

- Entonces, tú eres su esposa - dijo tomando tu mano apreciando el anillo que adornaba tu dedo - D~ de que está hablando - dijiste nerviosa y alejnado tu mano de las suyas

La mujer movió su cabello y se colocó frente a ti con una mirada sombría y llena de rabia - Yo amo a Sanzu, él es el amor de mi vida, pero hace una semana me dejó, me dejó diciendo que solo era un pasatiempo, un juguete sin valor alguno, que su verdadero amor el era una niña que conoció cuando tenía 16 años volvió y estaba dispuesto a estar con ella y ahora que te veo lo entiendo, eres buena, inocente y claro ahora le darás un hijo, un maldito hijo - En ese momento tu cuerpo se paralizó pues no comorendiste ninguna de sus palabras - Es tú culpa que me haya dejado

Sacando un arma y apuntando directamente hacia tu dirección ella sonrió abiertamente - Así que si desapareces él volverá a mi, adiós, adiós Princesa Akashi - comento quitando el seguro del arma y acercando el dedo cada vez más al gatillo

LO QUE PUDO SER || SANZU X LECTORA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora