El invierno por fin había llegado, el mes de diciembre ya estaba en su semanas más ocupada, la semana navideña, claro aquella celebración donde se vive en paz y llenas de amor, cariño y regalos a todas las personas que tanto aprecias.
Claro que Bonten no era la excepción para seguir esa tradición, pero tampoco era para relajarse, en esas fechas era cuando más trabajo tenían y ahora más, adelantaron trabajo, negocios, tratos y todo lo posble para poder tener libre la fecha navideña para estar a tu lado.
Al estar ellos llenos de trabajo especialmente Koko, Mikey y Sanzu, el peliblanco más bajo te permitió regresar a la casa del pelirrosa para que no corrieras riesgo alguno en la ausencia de ellos tres.
Claramente los Haitani, Takeomi y Mochi te visitaban e incluso se quedaban a tu lado con el fin de cuidarte.
- ¿Que es todo esto? - Cuestionó Ran entrando a la sala principal de la mansión
Levemente te pusiste de pie mirando tu alrededor lleno de cajas - Son, adornos navideños que encontré, otros los compré, se que hoy vuelven así que decidí festejar con todos - respondiste sonriendo y tratando de salir de ese caos
Ran solo rio y te ayudo - Hacer cosas sin aviso previo, eres igual a tu madre, lo sabias - Menciono mientras revolvia tu cabello
- ¿Cuando ibas a decirme que tú también conocías a mi madre? - Cuestionaste algo molesta por haberte enterado por Rindou y no por él
El Haitani solo tomo asiento para encender un cigarrillo - De hecho no planeaba decírtelo, pero Rindou se adelantó
Cerrando los ojos y usando un tono sarcástico y burlón río - Pero eso no importa, mejor dime una cosa, -
Suspirando y mirándote fijamente tomo tu mano, la escena de amigos se convirtió en una conversación como la de un padre y su hija - ¿Amas a Sanzu?, Estás dispuesta a soportar vivir con él y ver qué existe la posibilidad de que nunca cambié -
Tú solo reíste levemente tocando tu brazo, aún había golpes que no se borraron completa de tu cuerpo, pero para ti eso ya no era algo de que tener su no algo de que aprender y continuar adelante - Lo estoy, Sanzu ha demostrado gran fuerza de voluntad, ya tres meses limpio de drogas y esforzándose para mostrar su cambio ya es algo -
- Bueno, es tu decisión - Menciono poniéndose de pie con la intención de partir
Recordando la conversación con Rindou y haciendo énfasis en qué tan era él más unido a tu madre te levantaste y lo detuviste - Pero Ran, me gustaría contar con tu apoyo, Rindou, Mikey y Koko siempre han apoyado y no digo que tú no pero ... Quiero saber si tú también me apoyaras en lo que decida... -
Asombrado y riendo levemente beso suavemente tu mano - Claro que lo haré, tal vez tengas el apellido Nanami, pero tú eres una Haitani, la menor de los Haitani, por lo tanto nuestra princesa -
- Ran... -
- Pero, bueno, me voy tengo que buscar el regalo de Rindou, hasta la noche - dijo pariendo y despidiéndose de ti
- Si, hasta la noche -
Estando afuera y notando la nueve caer lentamente Ran suspiro pesadamente ante el recuerdo de tu madre - Yuli, ya puedes estar tranquila, ella estará bien -
Mientras pasaban las horas lograste decorar y preparar regalos para todos, te cambiaste con un hermoso vestido blanco con detalles rojizos, tu cabello lo arreglaste notando que ya había crecido un poco así como apreciaste tu anillo.
Aquel anillo lujoso que una vez fue símbolo de un compromiso a muerte y que ahora era el lazo más hermoso que compartías con Sanzu.
Al llegar los chicos se impresionaron, la casa estaba llena de decoraciones navideñas y claro, se quedaron asombrados con la anfitriona quien los recibió con un beso y un abrazo de navidad.
La cena y los regalos fueron los momentos más llenos de risas, tú estabas feliz está era la primer navidad que pasabas lejos de un libro o de las emociones negativas que tanto de agobiaban.
Por su parte Sanzu solo notaba como reías y eras feliz, eso le causaba cierta satisfacción pero a la vez se sentía algo inseguro, tenía miedo de que esa sonrisa se alejara de él.
Un poco celoso y nervioso continúo apreciandote convivir tan abiertamente con Rindou, Koko, Ran y Mikey.
Pero todo eso lo impulso a tomar una decisión que cambiaría sus vidas con un nuevo inicio entre ustedes.
- Estás bien, durante el festejo estuviste muy serio - Cuestionaste acercándote después de recojer las cosas pues el festejo ya había terminado
Sanzu suspiro tomando tus manos Suavemente - T/n, vamos al mar ahora mismo - comento en un tono nervioso y titubeante
Confundida y nerviosa miraste hacia la ventana cubierta de nieve - Justo ahora, pero esta nevando afuera... -
No terminaste de hablar cuando Sanzu ya habia reducido la distancia entre ustedes provocando un choque de narices y de miradas - Hay algo que tengo que hacer contigo - hablo provocando un sonrojo en tus mejillas
Ante esa petición solo accediste y pásaste a abrigarte logrando partir juntos, durante el camino hubo un silencio no era incómodo pero era para ponerse nervioso, solo notabas a Sanzu titubear o sonrojarse mientras tomaba tu mano.
Al llegar al mar viste como había un camino de caracoles, estrellas y rosas dirigiendose hacía la orilla del mar, el camino estaba iluminado por algunas velas y adornado por más rosas.
Al final del camino estaba la orilla del mar y una mesa con un aspecto romántico, la cual era golpeada levemente por las pequeñas olas del mar, Sanzu tomo tu mano y te ayudo a caminar sobre el camino, al finalizar quedaron enfrente de las olas y la luz de las velas y la luna era lo único que iluminaba el lugar.
Soltando tu mano y colocandose frente a ti comenzo a hablar - T/n... Esto ya lo había decidido hace días, no de hecho desde que me enteré de que seríamos padres... -
- Desde que te encontre en aquella época me robaste el corazon, cierto tuve mis caídas, mis errores, mis desgracias, pero nunca te he sacado de mi mente o mi corazón -
Sonrojado y nervioso acarcio tu rostro para después soltarte y lentamente se hincó frente a ti - Solo hay algo que quiero hacer a partir de ahora, recuerdas que te dije que nadie se comparaba a ti, pues es cierto... Tú eres superior a cualquier mujer... Estás muy por encima... Mereces a alguien mejor, aunque jamás dejaré que te vallas con alguien...
sacando una pequeña caja de su bolsillo y dejando ver un anillo con un gran diamante magenta sonrio nervioso - Lo que quiero decir aceptarías casarte por la iglesia conmigo...
Por tu parte estabas tan nerviosa y emocionada a al vez, no podías ni pronunciar ninguna sola palabra pero hiciste el esfuerzo - Si, si acepto - dijiste un poco nerviosa y llena de alegría
En ese momento Sanzu te coloco un segundo anillo y retirando el que ya tenías, aquel que solo fue un impulso y que ahora era reemplazado por uno con sentimientos en común, después de eso te cargo por la cintura y se besaron mostrando el amor que está vez era sincero y sin rencores, esa noche convirtieron al mar, la arena y a la luna en testigos de su amor.
El beso duro minutos después de eso empezó a girar contigo entre sus brazos, sin duda ambos estaban emocionados.
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LO QUE PUDO SER || SANZU X LECTORA ||
FanficT/N Nanami una joven de 19 años recién egresada como fotógrafa y periodista es enviada a su primer trabajo, captar en vivo al segundo en mando de Bonten, durante esa misión es acorralada y secuestrada. Al despertar ve como está vestida de novia y co...