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"-Jaja, así como nos pateaste, estoy pateandote en este momento. ¡¿No es irónica la vida?!

La persona que decía eso era un joven que no superaba los 25 años, era alto, todas las extremidades de su cuerpo eran firmes mostrando un aura muy opresora a su alrededor, su pelo oscuro caía suavemente por su cara afilada, era realmente atractivo, pero los ojos de ese hombre brillaban de locura haciendo que uno temblara de miedo antes de poder siquiera seguir admirando su belleza.

La piel del joven se vería muy hermosa si no fuera por las incontables cicatrices que portaba en todos lados, siempre que mostraba un poco más de piel, se mostraba una nueva cicatriz.

Edgar vió que tuvo una vida dura, pero no se compadeció justamente porque ese loco hombre le estaba apuntando con un arma.

Sentía que estaba en el suelo, pero no podía moverse, sus extremidades estaban completamente inmovilizadas, solo podía mirar a ese hombre que hablaba como si lo conociera desde hace mucho tiempo.

-No quería llegar a esto Edgar, pero tampoco quería dejarte en paz ¿entiendes que no es justo? .... Mi- #'#/&;$)- ¡y tú seguías tu vida como si nada! Nosotros-¡#*%"'#/¡! Mientras que tu única preocupación era en qué posición era mejor rascarse las bolas.

Ese hombre no paraba de soltar palabras que solo confundían más a Edgar, lo que él podía entender lo dejó con mal sabor de boca y no pudo evitar fruncir el ceño, pues ese hombre hablaba como si estuviera hablando con certeza cuando en realidad eran calumnias para sí mismo, nada era claro por las palabras confusas que no podía captar, el pelinegro sentía un gran dolor de cabeza y trataba de abrir la boca para preguntar su identidad y en parte para poder negociar esta situación, pero no podía, realmente estaba paralizado.

-Esto es lo último que me queda completar, todos ya están muertos, incluso mi preciada hermana, para completar la lista, falta tu cabeza, Edgar, o mejor dicho...

El joven cargó el arma y apuntó directo a la cabeza de Edgar.

-Mí querido Padre."

"¡Pum!"

Con el fuerte golpe en la cabeza Edgar pudo despertar de aquella aterradora pesadilla, se quejó en el el doloroso golpe que recibió, abrió los ojos asustado cuando tomó consciencia y se dio cuenta que estaba en les suelo de su habitación. Suspiro aliviado.

Aquella pesadilla y aquel golpe era una clara señal de que su día sería uno muy malo.

Con un quejido de dolor, se levantó lentamente, miró confundido su cama toda desordenada que demostraba toda actividad que sufrió recientemente por la pesadilla del susodicho. El pelinegro tomó el celular que posaba tranquilamente en el velador para mirar la hora.

5:25a.m.

Aún faltaban unos 35 minutos para empezar su rutina diaria de estudiante universitario, pensó en recostarse y dormir lo último.

Al menos era lo que quería hacer, pero al momento de que su cabeza tocaba la almohada recordaba aquel desagradable momento en que estaba siendo apuntado con un arma. Las ganas de dormir se esfumaron como si de apagar una vela se tratase, Edgar se dio por vencido aceptando que su sueño ya había sido arruinado así que no se molesto en empezar su rutina un poco antes de lo normal.

Mientras ¿que pasaría con la pesadilla?

Lo dejaría como eso, una pesadilla.

....

"-Aqui está todo, se rápida.

Edgar estaba mirando desde lejos, quiso mirar los alrededores, pero descubrió nuevamente que estaba paralizado. Ya había caído en este tipo de situación, así que pudo darse cuenta de nuevo de que era una pesadilla.

Padre de villanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora