Desde otro ángulo.

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Wheein siempre fue un cachorro dulce y introvertido, pero dentro de ese lado introvertido también había un corgi saltando alrededor.
Viniendo de una familia que la amo y la cuido, Wheein era una niña que creció siendo lo que siempre quiso, era una pequeña que le salía todo conforme se lo proponia, buenas notas, buena en el arte, en los deportes, en todo.
Pero había algo que no llenaba su ser, sentía que debía ser algo más, y por más que su titulación en bellas artes le servía de maravilla como una pintura prodigio a su edad, un vacío, una pieza faltante se acumulaba en su ser como un montón de pintura negra que manchaba el lienzo blanco
Entonces Wheein se propuso y estudio una carrera corta y fue trabajo social rural, creía que debía aportar algo a los demás y que mejor si pintar y ayudar a los niños en los momentos difíciles, y la chica lo consiguió, a pesar de las negativas de sus padres Wheein se mudó y pronto consiguió trabajo donde conoció a su jefa Kim Solar.
La extraña forma de ser de Solar, hacia sentir rara de alguna forma a la pintora, ella trato de acercarse a su jefa sin éxito alguno, por dos años, incluso intercambiaron solo conversaciones de trabajo y palabras educadas en fechas festivas, Wheein no consigio que Solar sea más abierta con ella.
Solar era independiente y diligente en su trabajo, siendo implacable con los errores cuando se trataba de niños, ella aún recuerda que su jefa camino 3 km con un niño pequeño en brazos en una vestisca, cuando corría peligro su vida con su padre alcohólico o la ves que peleó con una familia por no cuidar adecuadamente a sus hijos quienes estaban desnutridos y descuidados, su jefa amenaza, una advertencia en suficiente para saber que será la última, sino cumples puedes ir preso, Wheein admiraba a Solar, su tenazidad y entrega eran admirables, pero también esa sombría oscuridad que despedía era preocupante, su soledad que lo arratraba desde que la conoció, sin amigos o pareja, padres o hermanos que la vinieran a ver, nunca la vio sonreir, ella sabía que su jefa estaba en esa delgada línea de campo magnético, una muy peligrosa. ¿Podrá alguna vez intervenir?
Y es por eso que casi escupe su café cuando ve a una mujer de cabello teñido en rojo que la acompaña al trabajo, con una vianda en su mano que le entrega su jefa una ves que llegan, no es que ella sea una chismosa ni nada, pero su asombro era tal, pudo ver qué la mujer de cabello rojo que parece ser la maestra a quien vio en el cóctel, le regala una gran sonrisa a Solar, a lo que ella responde con los ojos en blanco, y así empieza esta interacción que fue testigo.
Su jefa era acompañada por esa mujer que su nombre es Byul, quien le hacía la comida por lo que pudo escuchar en los sutiles enojos de Solar durante el día, los regañadientes por las constantes llamadas de lo que suponia era la otra mujer, también se dio cuenta de algunas vitaminas de su jefa, y saco la conclusión de que la estaba cuidando.
Uno de esos días vino una lluvia, vio la aparición Byul que corriendo llego para llevar a su jefa, sosteniendo un paraguas y cuidando que no se moje, una mueca de sonrisa apareció en el rostro de Solar y el corazón de Wheein latio de una sutil alegría, ella jamás la vio sonrier, ni una mueca, salvo las falsas sonrisas, las que daba como una educada respuesta, pero esto era lo contrario, la fría Kim Solar sonríe sutilmente tratando de esconderlo pero Wheein lo descubre, podría acaso a ver algo más? Que es ese misterioso lazo de...amistad? No, ella cree que es algo más..al menos por como la otra mujer la mira, con esas ojos de amoroso cuidado y respeto, cuando la conduce al auto en esos toques casi desapercibidos, y por supuesto la devoción en si rostro que se marca totalmente.
Wheein sonríe mostrando sus hoyuelos, bebe más su te antes de orar porque está mujer en la vida de su jefa, siga, y quizá, la salve.

Ámame en la oscuridad. ( Moonsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora