El nuevo yo

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Solar intentaria mejorar ella lo haría, una ves que vio que podía seguir sin culpas o al menos sin tanta carga sobre sus hombros, su antigua compañera de prisión le recomendo una psicóloga y pronto hizo cita con ella, notó en la primera entrevista  que la profesional era un mujer de piel bronceada, un largo cabello ondulado cayendo sobre sus hombros, se acordó, era la mujer con quien su colega Wheein estaba en la fiesta.
La  habitación donde tendrían la sesión, se cubría con paredes de colores  cálidos agradables a la vista  cuadros con frases motivacionales un sofá para recostar de color marrón,  de fondo sonaba una música que no recuerda pero Solar esta segura que lo oyó en algún lado
La psicóloga Hye Jin la recibió con una sonrisa, sentada cerca del gran sofá, en una silla de madera,  una libreta en sus piernas
—Bienvenida Kim Solar, un gusto soy la psicóloga Hye Jin – ella cruza las piernas, anota algo en su cuaderno, Solar mira atenta una incomodida surge de  su ser, una ansiedad por la situación, hace mucho la mujer no va al psicológo, ninguno le funcionó.

—Gracias – la asistente se rasca el brazo en clara señal de nerviosismo
—Bueno, que te trajo por aquí Kim Solar  – El tono despreocupado, y amigable le agrado a la mujer mayor, una especie de tranquilidad , algo le decía que por más que no confiaba en los psicólogos le diera una oportunidad.
Solar le contó todo, le dijo entre lágrimas sus preocupaciones, sus miedos el temor de ser herida, de herir, la culpa, los deseos de suicidio todo, la psicóloga no la apuro, espero de manera paciente, contuvo cuando fue necesario, guardo silencio cuando fue el momento de hacerlo, brindó apoyo cuando ameritaba una contención.
—, Solar,, hay cosas en la vida que nos suceden que no podemos cambiar por más que lo intentemos, la forma de que nos hieran, de que herimos,  todo se soluciona al aceptar que no podemos hacer ese cambio, el ser humano es lo que es, lleno de equivaciones, asiertos, el problema es que pensamos que esos errores nos marcan para siempre cuando no es así, una buena parte de nuestra vida está hecha, somos diferentes a lo que fuimos, incluso ayer, eres diferente a esa niña que hirio a otros–, Hye Jin se levanta, toma algo de un cajón y se dirige a Solar, la habitación se pinta en naranja, el sol está dando paso a la noche, Hye Jin se coloca a lado, Solar le da espacio y se seca las lágrimas, siente que sus ojos están inchados
— Solar puedes mirar esto? –Una pequeña caja en las manos de Hye Jin llamaron la curiosidad, ella se acerco un poco para ver su contenido, abrió los ojos cuando se vio a ella misma reflejada, la caja tenía un fondo con un espejo.
—, La única manera de superar este dolor y esta depresión que acarreas, es perdonandote, no eres la misma persona, has cambiado, has sido valiente, lo has aguantado es momento de sanar Solar de que no sientas culpas, de que no alejes todos, de  que te des la oportunidad de ser amada y de amar, de que estas enormes murallas sean destruidas por la misma persona que la construye y eres tu misma
Solar lloro mientras escuchaba esas palabras, hacia tanto tiempo que se torturaba, que trataba de cavar un pozo que la aniqiilaria al final, pensando que esa era la mejor manera de redimirse
—Te ayudare, pero Solar estas dispuesta a amarte de nuevo? será difícil pero con mi ayuda y tu empeño te prometo lo lograrás - Hye Jin daba palmadas en la espalda a Solar, motivandola, confiado esperando
—, Lo haré psicóloga, lo haré ayúdeme a sanar, daré lo mejor de mi.

Solar terminó la sesion con algunas recomendaciones, y una de ellas, la que tendría que asistir a un psiquiatra que trataría sus episodios de pánico y sus ataques suicidas,  también hacer psicoterapia una ves por semana, la asistente salió por la puerta y vio a una mujer de cabello rojizo esperando con una sombrilla, la temporada de lluvias era intensa, vio como la mujer cambió de una cara seria a una sonrisa una ves que la vio salir, ella no podía negar, era brillante tan brillante que era increíble para la mujer mayor que existiera una persona capaz de ser de esa manera en especial si ella había mostrado su peor cara.
—,¡¡Unnie,  no te mojes!! la maestra corrió al ver que Solar trataría de ir a, ella bajo la lluvia
—, ¿Como supiste que estaria aquí?– Solar fue sorprendida una ves más, miro directamente a la mujer un poco más alta, mientras le hacia esa pregunta
—, Digamos que tengo mis modos unnie
Solar sonrió dejándose llevar por Moonbyul al auto, el sonido agradable de la lluvia golpeando su paraguas era un arrullo en esta noche invierno, era hora de que ella tomará un gran martillo y rompiera sus propias  murallas, que enterrara su miedos y diera paso a una nueva Kim Solar.

Ámame en la oscuridad. ( Moonsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora