Kintsugi

Cicatrices como el oro.

Un fuerte olor a medicina y un molesto pitido fue lo primero que lo envolvió al abrir los ojos enmedio de la fría habitación.

Abrió los ojos, solo habia luz artificial en la habitación que lo cegó de manera breve, simplemente los volvió a cerrar.

Hasta que lo golpearon los recuerdos.

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Antes.

Inko finalmente había ahorrado suficiente, se irian de Musufasu, y de Japón.

Quería irse con su querido Izuku a un país donde el tuviera la oportunidad de florecer, pues era notoria la discriminación a los quirkless, parecia que un jodido tendón en el dedo o algo así podia arruinar el futuro de una persona.

Pero ya no más.

Hoy salió temprano, la compañera que estuvo cubriendo en el trabajo ya habia regresado y podria pasar tiempo con su hijo.

En casa solo recibió silencio.

Supuso que el chico dormía o hacía tarea, así que sin pensar en ir a revisar, caminó a la cocina dispuesta a hacer katsudon, le daría la buena noticia en la cena, tal vez el pudiera investigar mas sobre Estados Unidos, averigar sobre el estudio y como todo mejoraría ahí...

Habia un sobre en la mesa.

Frunció el ceño, tal vez era de Izuku, seria mejor si lo dejaba en su habitación, tomó la carta con delicadeza, solo para notar la inconfundible letra de su bebé en el sobre.

"Mamá."

Y entonces no dudó en abrirla, tal vez era algun aviso, o una nota como solia hacer cuando niño, apenas aprendia a escribir y le dejaba notitas mal hechas con poemas infantiles de un niño que realmente apreciaba a su mamá, eso la hizo sonreir. Empezó a leer.

Y su sonrisa cayó lentamente.

Corrió hacia su teléfono tratando de llamar a la estación de policía con gruesas lagrimas ya empezando a caer por sus mejillas.

-- <Este es el numero de la policía, ¿Cual es su...?>

-- ¡Mi hijo! ¡¡Necesito que lo busque!!

El katsudon podía esperar.

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Shota salió antes a patrullar, habian cambiado su horario y Mr Joke iba a su lado corriendo por arriba de los edificios, habian recibido una llamada, al parecer a algun niño se le volvió a ocurrir la magnífica idea de asustar a su madre con una carta suicida.

Esperaba verlo ser regañado cuando lo encontraran. Aún asi debían apurarse por si lo que decia era cierto, dejó sus pensamientos cuando vio a su compañera acelerar.

Miró hacia la dirección que ella se dirigía para ver a un chico que entraba en la descripción que se les habia dado. Estaba cayendo. Y entonces el también entró en pánico, empezó a correr tratando de evitar la colisión.

Solo para escuchar como sus huesos se rompian al chocar con el pavimento. No era la primera vez, pero siempre era duro ver algo así.

Y entonces el niño parecia empezar a reconstruirse.

Ahora queria vomitar.

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Después.

Se arrancó la intravenosas de su brazo y se levantó de aquella cama de hospital. Le dolia mucho el cuerpo y costaba trabajo ponerse en pie, estaba solo, otra vez.

Empezó a caminar a la puerta buscando huir de aquel edificio blanco, cuando estaba por tomar la perilla esta se movió y dio un paso en falso hacia atrás. Frente a el estaban dos heroes clandestinos que pudo reconocer con facilidad.

-- Eraserhead y Mr Joke -- murmuró olvidando un poco lo que iba a hacer, parecía que lo unico que lo animaba era ver heroes.

Excepto All Might.

Y aunque estaba emocionado ambos adultos notaron que aun así no habia mucha diferencia de la mirada muerta que ofrecía. De entre ellos salió su mamá que tenia los ojos rojos y no dudó en correr a abrazar a su hijo sin verlo dos veces.

-- Izuku... lo siento tanto, si hubiera tardado un día menos esto no habria pasado lo siento... -- hablaba temblorosa y apenas se entendia, aunque después de esas palabras la mujer empezó a murmurar disculpas una y otra vez aun abrazándolo y arrullandolo con cariño.

Ambos heroes los dejaron unos minutos antes de continuar el protocolo.

-- El doctor informó que esta estable, podrá y será tratado inmediatamente, por lo que nos gustaria hablar seriamente con su hijo señora Midoriya.

El chico se limpió todo rastro de llanto de las mejillas y fue sentado de nuevo en la cama de hospital.

-- Necesitamos que se retire -- Eraser miró a la señora con seriedad, aunque no quieria dejar solo a su bebé ella obedeció, en cuanto la puerta se volvió a cerrar ambos adultos miraron seriamente al peliverde -- bien, necesitamos hacerte algunas preguntas sobre tu vida diaria.

-- No te asustes, estas a salvo con nosotros, si tu mamá te hace daño dilo de inmediato -- sonrió reconfortante la chica -- no podemos confiar totalmente en su palabra hasta que tú hables, así que puedes soltar todo.

El menor los miró confundido antes de entender y empezar a negar con rapidez.

-- ¡No! ¡para nada...! Ella es una madre maravillosa y atenta, el problema soy yo... ¡despues de todo solo soy un deku idiota! No quería volver a preocuparla en su vida, ella no merece que su hijo sea un asco -- habló pasando su mirada entre ambos adultos con total pánico -- merezco lo que me sucede, pero no merezco a mi mamá...

Era todo lo que necesitaban, ese niño merecía ayuda profesional urgente.

-- ¿Alguen en la escuela hace cosas que no te gustan?

-- No se si seria gustar... Bakugou solia molestarme, aunque hace tiempo que me ignora, casi todos en la escuela me molestan por mi condición, pero un idiota como yo no perece que sientan pena...

-- ¿Condición?

-- Soy quirkless -- bajó la mirada, la ultima vez que le dijo eso a un héroe... el solo le dijo que dejará sus sueños.

Y ahora ambos adultos compartieron miradas sin entender, si no fuera por el cabello a Midoriya se le notarian aquellas lineas por la parte de atras de su cabeza, además era imposible sobrevivir a una caida así y seguir entero y funcional, a palabras de Recovery girl.

No fue necesario tratarlo mas allá de una grave deshidatacion, tal vez producto de haber curado despues de perder tanta sangre.

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Inko estaba muy mal, sentía que habia fallado como madre.

Tal vez lo hizo en el momento en el que no quizo habkar con su querida amiga sobre lo que estaba pasando con Bakugou.

O en el momento en el que se fijó solamente en ganar dinero para sacarlo de ese infierno.

De nuevo estaba llorando.

Los heroes clandestinos que trajeron a su bebé hablaron con ella. Izuku necesitaba ayuda urgente.

Dolió mas el hecho de que ya lo sabía.

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Se miró en el espejo de la habitación.

Habia notado algo que no estaba antes ahí. Aros dorados alrededor de su iris ahora decoraban lo que antes era un solido color esmeralda en sus ojos.

Al parecer su quirk se debia activar con una situación en concreto. La situación era morir.

Su vida era una maldita broma cósmica. Cada segundo se sentía peor, esto no era divertido.

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Capitulo dos wiiii

Que opinan

Hanako