Kintsugi

Cosechas lo que siembras.

A cada segundo le dolía mas el estómago, estar alrededor de la persona a la que tanto daño le hizo no era alentador. Tampoco lo era el hecho de que su madre fuera tan especialmente fría con el, o que su padre simplemente no le hablara.

Izuku sonrió con suavidad.

-- Nos vemos al rato Katsuki -- el peliverde salió de la casa unos minutos antes que el, ¿porque despues de tanto daño que le causó seguía sonriendole?

El dolor en su pecho era aplastante, queria vomitar.

La unica persona que lo trataba bien era la que menos debía hacerlo, no podía nombrar lo que lo hacía sentir (no podia ser culpa, a esa ya la reconocia muy bien), pero tenía tanto miedo de acercarse despues de las estupideces que dijo, una disculpa no iba a vastar, y en serio dudaba que el lo quisiera cerca como para tomar acciones.

¿Porque hasta que hubo consecuencias el se empezó a arrepentir?

Era un maldito idiota.

Cosas similares resonaban en su cabeza, dañaban todo a su paso, se estaba desbordando.

Y con esos pensamientos salió de su frio hogar rumbo a la escuela tragando sus ganas de llorar, no iba a dejar que su madre notara que toda esa mierda lo estaba afectando, que llegaba tarde a casa porque le dolia llegar y ser mirado con desprecio. Era un autocastigo, estaba permitiendo que lo trataran de esa forma y que creyeran que no se arrepentia.

La psicóloga se lo dijo: nunca entenderia a izuku, nunca sabría lo que pasó, el dolor, estuvo rodeado de gente que decía que era lo máximo, lo mejor, y así llegó a una enfermiza solución.

Si pasaba lo mismo que pasó Izuku quiza ganaria la oportunidad de disculparse, la opción de tomar acción, de demostrarle al chico que lo que hizo estaba mal y que el lo sabía. Ahh... pero tampoco funcionaria si solo lo hacia para sentirse mejor, aunque para ese punto ya no estaba seguro de sentirse mejor si lo hacía.

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Parecía que su día no podia terminar sin el llendo a lavarse la cara antes de la última clase. Una forma simple y eficaz de eliminar lo que lo estaba atormentando.

Maldición, cada vez le dolia más la cabeza y palabras que creía no le harían daño zumbaban en su cabeza, revoloteando a su estómago y deteniendo sus pensamientos.

Pero esta vez fue diferente.

No te creo, sigue viniendo a la escuela ese sinvergüenza.

Katsuki perdió el control en medio del pasillo, presionando sus manos contra sus oídos, ¿porque solo lo culpaban a el?

Miralo, es prácticamente un asesino.

No eran mejores que el si se la pasaban resaltando lo que hizo justo en su cara, nunca le dijeron que estaba haciendo algo mal.

¿Porque sigue aqui?

Si, hizo que alguien intentara suicidarse, estaba pagando las consecuencias en casa con sus padres al borde de correrlo y de forma legal con esa estúpida terapia, pero casi parecía que la gente a su alrededor quería más, tal vez se callarian si el también intentaba matarse.

Caminando tan tranquilo...

Sus palmas sudaban y empezaron a brillar, solo quería que se callara, quería que todo se olvidara, disculparse ¡¿Porque nadie lo detuvo antes?!

Nadie estaba hablando, y aun así era como si todos estuvieran gritandole al oido.

Silencio... por favor...

Solo tienes que hacer una explosión con suficiente fuerza, kacchan...

¿De verdad tenia la oportunidad de ser un heroe? ¿Si pasaba por todo lo que Izuku pasó sería perdonado?

Huye de todo Kacchan, dejate sordo...

¿Podría volver a casa y ser recibido por las toscas sonrisas de su madre? ¿Realmente se ganaria la oportunidad de hablar con Izuku?

Callense... ¡Callense!

Alguien alcanzó a prever lo que haría, jaló su brazo izquierdo tratando de hacerlo entrar en razón preguntandose que tan lejos llegaría ese bastardo acosador por un poco de atención.

Realmente nadie esperaba que fuera a usar su quirk.

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Izuku acomodó el pequeño florero en la mesita junto a la camilla, tomó asiento y miró unos momentos a su mamá, tan tranquila, como si durmiera, llevaba dos semanas así y el chico ya no tenía mas lagrimas para llorarle, por ahora solo quedaba la leve esperanza de que si despertara, ademas de que el empezó a hacer ejercicio, encontrando de a poco una nueva razón para querer ser un héroe, no debia permitir que su ni madre ni nadie más vivieran en un lugar así de peligroso.

Su teléfono vibró varias veces desconcertando al peliverde, la tía Mitsuki decía que debían salir y que no tardarían, pero que probablemente no habría nadie cuando el regresara del hospital. Frunció el seño, pero no preguntó nada, no debía cuestionar lo que ellos hacían.

Pero algo le decía que debía preguntar.

Seguro no era nada.

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Llegó un poco mas tarde de lo normal pero no habia nadie.

Frunció el cejo y revisó en la cocina, se podía ver que apenas iban a preparar de comer, quizá era algo urgente lo que los hizo salir, podia reconocer que harían por los ingredientes y pensó en que podia ayudar preparando el mismo la comida, se encogió de hombros, dejó su mochila donde no estorbaria y empezó a cocinar con algo de torpeza, no era muy ágil con las manos, pero funcionaría.

Tardó un poco mas de lo debido porque no recordaba la receta a la perfección, pero logró hacer un katsudon decente.

Se preocupó porque aun no llegaban y tampoco le daban noticias, estaba a nada de llamar cuando la puerta se abrió y entró un acalorado y preocupado Masaru, seguido de su esposa en condiciones iguales y Katsuki, aunque en el último había algo raro, entre su cabello se alcanzaba a ver una venda rodearle la cabeza.

Volteó, si antes consideraba que tenia una mirada algo triste, en ese momento estaba vacía, una gasa donde se notaba la sangre cubría su oido, Izuku quedó estático, algo realmente malo había pasado.

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Pq tanta gente pone mi historia en bibliltecas bakudeku? La verdad no hay problema, nomas da curiosidad, significa que si le prestan atención a las etiquetas xD

No se que dibujar, asi que decidí darles la opción, de este capitulo que escenas les gustaria que dibuje? Pueden ser hasta tres posibilidades, comenten sin pena :v

Bakugou no va a perder el oido, no se emocionen, perole va a quedar una cicatriz

Hanako