Escuchó el monitor de signos vitales, el único testimonio de que la frágil mujer frente a el seguía viva, observó al adolescente acariciar la mano que sobresalía de las sábanas mirando el rostro tranquilo de su madre.
Hisashi sabía que no fue un ataque al azar, pero tampoco iba a aceptar que probablemente fue en parte su culpa.
Miró a Izuku, una ultima vez antes de caminar a la puerta. No sentía algo en especial y tampoco le importaba.
-- Antes de irme, me enteré que haces vigilantismo -- Izuku hizo un ruido similar a la negación nerviosa -- déjalo, puedes meterme en problemas si sigues tratando de matarte en la calle.
Cerró detras de el, no consiguió nada para el caso de todo esto.
Que pérdida de tiempo.
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Izuku nunca se consideró una persona fácil de molestar, especialmente cuando sabía el mal que podía causar, tampoco se consideraba alguien que guardará rencor.
Pero sabía que las lágrimas que nublaban su visión de la puerta cerrada frente a el no eran de tristeza.
Estaba tan enojado.
Su 'padre' pudo al menos mostrar algo de tristeza, pero estaba tan apático, tan desinteresado.
Inhalar solo causaba que la presión en su pecho se hiciera más presente, apretó los puños ignorando como la piel se abría contra sus uñas. Se sentía tan cansado, y aun con eso no impidió que deseara ir y golpear al imbécil que acababa de salir de la habitación.
Todo su cuerpo tembló contra la fuerza con la que soltó el aire de sus pulmones.
¿Quién se creía que era? Diez jodidos años sin verlo, siendo que la única señal de vida era el poco dinero que mandaba, no tenía ningún maldito derecho.
Y ahora vino a acusarlo de vigilantismo, peor, lejos de preocuparse por Izuku le dijo que el se iba a meter en problemas.
Se secó la cara con las mangas de su suéter y miró de nuevo a la puerta, inhalando tembloroso, reunió su determinación.
Para que alguien le impidiera hacer vigilantismo primero debía ser un vigilante.
Sabía como debía empezar.
Dejó un suave beso en la frente de mamá y le acomodó el flequillo.Ella no reaccionó.
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Izuku había estado entrenando, o al menos eso intentaba.
Si bien el mejor curso de acción era empezar de inmediato antes de que se esfumara cualquier pista que lo podría ayudar en el caso de su mamá, se trataba de vigilantismo, probablemente tendría que huir en algún momento o pelear, hacer algo que requiera esfuerzo físico y no era precisamente la piedra mas brillante de esa caja.
Quería averiguar como utilizar el fuego de su quirk en batalla, aunque era un poco contraproducente tener que cortarse un poco de cualquier parte (especialmente de las manos) para conseguir sangre de la herida.
El sonido del mar lo distrajo un poco y miró su alrededor, el basurero en el que se había convertido ese lugar le brindaba un poco de ayuda con su entrenamiento. Marcas de hollín en algunos pedazos de metal o eléctricos junto a manchas de sangre semi doradas en medio era lo único que demostraba que alguien había pasado por ahí recientemente.
Suspiró aventando el palo de madera con el que estaba practicando antes de caminar a las escaleras.Tal vez podía limpiar un poco esa playa, aún recordaba cuando mamá y la tía Mizuki los traían a el y a Katsuki.
Y luego se llenó de basura.
Iría con los Bakugou más tarde, probablemente no importaría si llegaba un poco tarde.
Suspiró, tenía hambre, después de todo estuvo reponiendo mucha sangre conforme avanzaba su entrenamiento.
Se acomodó su sudadera y tomó su mochila.
Sin dar una segunda mirada se dirigió al café de gatitos que ahora era su destino mas común, las cicatrices doradas en sus manos empezaban a desaparecer, aunque en algunas partes aún se alcanzaban a ver lineas muy pequeñas.
Antes de acercarse a la puerta del local esta se abrió con dos chicas saliendo de el con vasos de té boba, pasaron a su lado sin mirarlo e incluso ya lejos de él alcanzó a escuchar cómo se burlaban cruelmente de cierto chico rubio de su colegio que intentó quedar sordo.
Se mordió el labio. Ya no tenía hambre.
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Mitsuki sonrió preocupada al verlo entrar silencioso y poco antes de la hora a la que normalmente llegaba.
Le regresó la sonrisa lo mejor que pudo antes de caminar a la habitación de huésped, tomando un yogurt del refrigerador en el camino, aún con el nudo en su garganta necesitaba comer por culpa de su quirk.
Cerró la puerta antes de aventarse a la cama con el yogurt aún en la mano y la mochila puesta.
No quería sentirse mal por Katsuki, sabía que el aún estaba siendo arrogante, pero tal vez sabía un poco sobre lo que el estaba sintiendo en ese momento o tal vez eran emociones muy diferentes.
Se sentó antes de abrir el pequeño paquete y darle un trago al contenido con total apatía, tal vez sí tenía hambre.
Tomó la mochila y empezó a sacar las pocas cosas que tenía, abrió el libro de estudio que había comprado para el examen de admisión, incluso si aún no sabía si quería ir a la academia de héroes quería entar en una escuela buena, tal vez algo que enorgullezca a mamá.
Si estuviera despierta.
Exhaló con fuerza mirando la portada del mismo como si fuera la culpable de todo, pensar en ella le llevaba a pensar en otras tantas cosas de forma que le dolia la cabeza, se restregó un ojo con la manga del sueter tratando de no llorar.
Miró la cartera por desgracia de All Might, había ahorrado un poco para conseguir algún objeto que pudiera usar como arma en su vigilantismo. Sacó el dinero y empezó a contarlo mientras mentalmente intentaba acomodar su horario para ir al centro comercial.
Podría ir en la mañana antes de entrenar, aunque tal vez tendría que buscar algo de comer allá, dudaba que fuera a elegir sus armas en poco tiempo, solo había usado un palo y una silla para pelear o entrenar y aunque seria divertido desconcertar a sus oponentes golpeandolos con un mueble, no era práctico para cargar, tendría que buscar algo similar a un palo.
Mitsuki tocó a la puerta antes de pedirle que bajara a cenar.
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Escribí este capítulo muchas veces antes de decidir que no me gustaba y volver a empezar y terminar dejandolo un tiempo (cuatro meses???) Finalmente decidí dejar a un lado a la ansiedad y subir un capitulo que me gustara
Creo que tengo un problema con la perfeccion, auxilios
Hanako
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Kintsugi
FanfictionEl kintsugi es el arte japonés de reparar objetos con oro, simbolizando una declaración de intenciones que convierte las 'cicatrices' en un valor añadido. Izuku no sabía que tenia quirk hasta que se lanzó de un edificio buscando la redención, desper...