Bad Decisions || JongSang

CAPÍTULO 1

POV YEOSANG

Me encontraba frente al espejo del baño dando los últimos retoques a mi maquillaje, visualizando también la ropa que vestía, y ver sino me hacía falta nada. Mire el reloj en la pared, ya casi era la hora de irnos, eche un último vistazo al espejo y suspire con pesadez. No me emocionaba mucho ir a las reuniones, esta vez era de fin de año y técnicamente estaba obligado a asistir.

Salí de la habitación para dirigirme al cuarto de enfrente del mío, abrí la puerta para poco después encontrarme con Kyuri, la nana de mi bebe, aunque este último ya tenía 3 años.

– ¿Ya está listo Kyuri? –  Llame la atención de esta mientras me acercaba y revisaba mi pequeño bolso.

– Claro que sí señor.

– Ya te dije que no me llames señor, me haces sentir viejo, y eso que apenas tengo 25, me gusta que me llames Yeo – Le dediqué una ligera sonrisa y me entrego a mi hijo, este ya estaba listo y seguía despierto a pesar de ser más de las 8 de la noche.

– Lo lamento, pero el amo nos reprende si le llamamos de esa forma.

– ¡YEOSANG BAJA! – Inspire profundamente al escuchar el grito de mi querido esposo en las escaleras. Esté no se hizo esperar, escuché claramente sus grandes pisadas subir por las escaleras de mármol. Inmediatamente salí de la habitación con mi hijo en brazos y fui hasta donde él contrario se encontraba – Maldita sea, ¿qué eres sordo o qué carajos?

– Lo siento, ya íbamos en camino...– Sin previo aviso, sentí como su mano impactó contra mi mejilla derecha, está comenzó arder y lo mire furioso, odiaba cuando mi hijo hacía acto de presencia en este tipo de situaciones sin sentido en donde siempre era humillado.

– No te he dado permiso para hablar – Trague saliva, respire hondo y espere a que terminará de hablar – ¿Por qué carajos llevas a ese bastardo? – Pregunto refiriéndose a nuestro hijo con desdén y al cual le tape sus orejitas de inmediato.

– Sabes que no me gusta dejarlo solo.

– Como sea, vámonos, se nos hace tarde y yo soy el personaje principal de esta reunión.

Rodé los ojos, a veces su ego me irritaba, bajamos juntos las escaleras, salimos de la gran casa, una limusina nos estaba esperando en la entrada, el chofer nos abrió la puerta y poco después ya nos encontrábamos en camino hasta el salón donde se llevaría a cabo la dichosa reunión de fin de año. Mientras tanto sacaba un espejo para verificar mi rostro, y efectivamente tenía la marca roja de su mano en ella, por lo que tome un poco de polvo y rubor para disimular el golpe, por otro lado se notaba que mi hijo estaba algo nervioso, lo podía notar al ver cómo jugaba con sus pies y después con los dedos de sus manos.

No tardamos mucho en llegar, en cuanto se estacionó empecé a escuchar los virotes de la gente al ver que el presidente de la agencia más grande de modelos de toda Corea del Sur, estaba en el lugar. En cuánto salimos, escuche perfectamente el sonido de una cámara, alguien nos había tomado una foto, se suponía que no habían paparazzis y me molestaba que quisieran tomar fotos de mi hijo, él era bastante tímido a veces.

Entramos a la recepción, todos nos estaban esperando, primero se llevaría a cabo una cena y mientras eso pasaba, los distintos accionistas y ejecutivos darían discursos de agradecimiento, lo cual se me hacía algo bastante patético viniendo de ellos.

En cambio mi querido marido se fue a saludar a la demás gente, dejándome a mi varado en medio del gran salón con nuestro hijo en brazos, bufé molesto, siempre era lo mismo.

– ¿Yeosang? ¿Eres Kang Yeosang?

Me giré un poco confundido al escuchar mi nombre, sonreí ligero al ver a la persona en cuestión.

– Yunho, me alegro mucho de verte, recuerda que ya no uso el apellido Kang – Salude a mi amigo, él fue mi compañero y con quién tenía más contacto durante mis días en la agencia.

– Cierto, pero ya han pasado tres años desde que renunciaste.

– Lo sé, sin embargo fue la mejor decisión que haya hecho.

– ¿Es tu hijo? – Pregunto amable y con cierto tono bajo se acercó a mi oído – ¿Sabes? Nos sorprendió mucho saber que estabas esperando un hijo de nuestro jefe, y me dolió que no confiarás en mí como tu amigo.

– Era algo que tenía que resolver yo sólo, no quería que más gente se viera involucrada.

– Entiendo, sin embargo, todavía no comprendo por qué te casaste, que yo sepa estabas saliendo con alguien más en ese tiempo y juraba que el niño era de él.

– Ni lo menciones, eso quedó en el pasado, ahora soy alguien felizmente casado – O eso es lo que quería creer... – En fin, ya va siendo hora de la cena y de los aburridos discursos, es mejor sentarnos en nuestros respectivos asientos - Mi amigo solamente asintió, y caminamos hasta nuestras mesas, mi lugar estaba al frente justo al lado de todos esos hombres mayores que me asqueaban, mientras que Yunho se tenía que sentar en la mesa de los modelos VIP de ese año.

No tardó mucho en iniciar el evento, los meseros ya iban saliendo y repartiendo los platillos, el mio fue el primero en llegar, sin embargo, sentí mucho asco al ver la carne frente a mi, así que la aparte. Todo estuvo transcurriendo con tranquilidad, miraba a los ejecutivos dar sus discursos con aburrimiento, hasta que casi era el turno de mi marido, por lo que tenía que levantarme e ir con él, esa era la regla. Poco después de pararme, sentí que alguien choco conmigo, por lo que tuve que mantenerme de pie sino quería caer junto a mi hijo.

– Disculpe, no fue mi intención... ¿Yeosang?

Mire con el ceño fruncido a dicha persona, pero mi expresión cambio a una atónita. Mi corazón empezó a latir con rapidez, mis manos comenzaron a sudar, sentía como se me bajaba la presión y la opresión en mi pecho se hacía cada vez más grande.

– ¿J-Jongho?

Pronuncié su nombre con mis labios temblorosos, observe como quería acercarse, por lo qué rápidamente me di media vuelta, camine hasta llegar a las escaleras cerca de la tarima y subir junto a quien es mi esposo, poco después se escucho la voz de la persona que dirigía el evento.

– Denle un fuerte aplauso a nuestro querido jefe, el señor Park Seonghwa.

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