PERÚ

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8 – 9 de diciembre de 2012 "Burbuja e infierno"

Lugar: Guayaquil - Tumbes – Máncora

 

Luego de haber dormido otra vez en una buena cama y que mi cuerpo se haya vuelto a ablandar por las comodidades, Doña Claudia nos llevó a Manu y a mí a conocer el Malecón 2000, un sitio interesante de la ciudad, caminamos un buen rato, una caminata que ayuda al espíritu. No estuvimos solos, un sacerdote de Medellín que se estaba quedando donde doña Claudia nos acompañó, mientras conversábamos sobre la vida.

Luego de haber ido al Malecón visitamos un poco el centro y las peñas. Al medio día estábamos nuevamente en el apartamento y Claudia nos hizo un almuerzo cómo el que no habíamos comido hasta ese día, comida en abundancia que nos recordó la tierrita, (frijoles, hogao, arroz, plátano maduro, carne, aguacate...) pero mientras comía recordaba las dificultades de alimentación que habíamos tenido, no es que hubiéramos aguantado mucho, pero estábamos viviendo con lo que podíamos pagar y la diferencia en cantidad y "calidad" era notable, es impresionante de verdad las diferencias entre las personas, y estas diferencias sociales y económicas no deberían existir.

 En un momento dado sentí que le estábamos estorbando a la anfitriona de la casa, debido a que nos llevó a la terminal super temprano. De ahí cogimos un bus para Tumbes en Perú que nos costó unos $8,5. El viaje se hizo eterno, no tanto por la duración total del viaje sino que el bus paro en cada pueblo, en cada caserío que encontraba, en total se demoró unas 7 horas ¿Qué cosas son necesarias para contar? Antes de llegar a  la frontera paramos en Machalá una ciudad bonita al sur del Ecuador, donde vimos un parque iluminado, me sentí un poco en Colombia, porque hasta ese momento los alumbrados habían sido un poco escasos, luego el bus nos llevó a Huaquillas (pueblo fronterizo con Perú), allí estuvimos unos minutos los suficientes para ir a una tienda y sentarnos a comer algo, en ese momento unos borrachos me convidaron a una cerveza de la cual estaban tomando, no los rechace y tome un poco, es impresionante como el alcohol puede transformar el hombre, como lo puede volver la persona más amable del mundo o lo puede cambiar en el peor troglodita del mundo. No sé si en verdad saca lo que realmente somos, nuestra verdadera personalidad o en realidad nos cambia totalmente haciéndonos irreconocibles.

El bus volvió a arrancar ahora con dirección a Tumbes, pero ahora todo era diferente, antes de Huaquillas el bus parecía un colectivo, me recordó el circo del viaje de bus en Colombia, se suponía que estábamos en un bus internacional, pero parecía un bus urbano de una ciudad latinoamerica, había gente parada, llena de bolsas, en fin, ahora solo quedamos 3 personas como pasajeros, Manu, una suiza que habríamos de adoptar y yo. Tuvimos que adoptar a la Suiza (Anny) debido a que era muy despistada, dejaba todo tirado y no le importaba. Llegamos a Tumbés tipo 11 de la noche, de ahí los locales nos asustaron diciendo que era muy peligroso, tomamos un moto-taxi que nos llevó a una empresa de buses donde compramos un tiquete para Máncora, gracias a Dios llevaba soles conmigo, ni Anny ni Manuela tenían soles.

El bus a Máncora nos costó a cada uno 10 soles. El viaje fue de una hora y media. Llegamos a un pueblo oscuro, un poco solo, tomamos un moto-taxi que nos cobró algo absurdo para la distancia que nos movió, nos llevó a un Hostel que parecía el paraíso, no entramos porque queríamos ahorrar pero Anny se quedó en ese lugar, de ahí un moto-taxi que nos "estafó" nos llevó a un hostal "económico", el pueblo era un hervidero de personas que querían vender el servicio de transportes, me sentía en el centro de la ciudad de Medellín en la que se escuchan frases de:

 –Lleve los tennis de moda.-

O también

– Vea pase sin compromiso.-

Crónicas de un viaje hacia el surDonde viven las historias. Descúbrelo ahora