Me pasé todas las clases pensando en mi sueño e intentando volver a recrearlo. Esa chica me volvía loco, pero no existía, era solamente un sueño, un sueño estúpido que no se hará nunca realidad.
-Draco! -me llamaron gritando - Espera tío, llevo llamándote desde que salimos de clases de pociones y ni te has dado cuenta -dijo Zabini.
-Lo siento Zab, estaba metido en mis pensamientos, que no he escuchado nada.
-Bueno da igual, mañana no tenemos en todo el día clases, los maestros tienen reunión.
-¿Con quién?
-No tengo ni idea, pero mejor para nosotros, un día menos de clases.
-Y, ¿qué tienes pensado hacer?
-Nos han dado permiso para ir a Hogsmeade, Theo y yo vamos, ¿te apuntas?
-No es mala idea, podemos ir a las Tres Escobas para hacernos una cerveza de mantequilla.
-Muy bien, pues pasaremos nosotros a recogerte mañana sobre las diez. - Asentí con la cabeza y Zabini se fue corriendo a su próxima clase.
Me puse ha hacer todo el trabajo en mi escritorio, quería acabarlo todo para que mañana tuviera todo el día libre. Tenía que hacer un trabajo de Cuidado de Criaturas Mágicas sobre los thestrals.
Empecé a escribir:
Los thestrals tienen aspecto de caballos alados con blancos ojos brillantes, cara y cuello de dragón y cuerpo de esqueleto negro, con una larga cola negra. Les atrae el olor de la sangre, son invisibles para cualquiera que no haya visto la muerte.
Están clasificados como animales potencialmente peligrosos y la gente suele creer que son un mal presagio, que traen mala suerte, pero eso sólo es una superstición.
Los Thestrals tienen sentido de la orientación y se mueven mágicamente volando a través del aire y... me dormí encima del pergamino.
<
Mientras esperaba, arrancaba la fina hierba y la hacía en trocitos pequeñitos del nervio que llevaba conmigo mismo, el sol iba desapareciendo por la montaña y la luna hacía su elegante espectáculo casi todas las noches. Y allí me quedé, tirado en la hierba, sin saber nada de ella.>>
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Mi nombre es Malfoy... Draco Malfoy
RomansaYo, Draco Malfoy, juro solemnemente que nunca, en mi vida, voy a caer preso de las tentaciones de una mujer, por muy bella que sea y de sangre limpia, nunca, y repito, nunca me voy a enamorar.