Jungkook
No me gusta grabarme, me da pánico tener que verme a mí mismo al otro lado de la cámara.
Moriré antes de hacer algo como eso. En serio, no bromeo. Estoy hablando en serio.
Y como si no fuera completamente humillante tengo que hablar de mi obra.
No puedo hacer eso.
Ayuda me voy a desmayar, esto no es un simulacro.
Todo comenzó a los diez, cuando mi padre se convirtió en el mayor inversor de los productos BeFresh. Fue algo bueno, por su puesto, nos volvimos billonarios. Pero al mismo tiempo nuestra familia se transformó en un blanco de farándulas. Sobre todo, porque a ese hombre le gustaba salir con supermodelos de veinte años menos.
No hay nada que les guste más a las personas que los secretos sucios de la gente con dinero. La única razón por la que siguen existiendo monarquías.
Nos seguían a todas partes. Recuerdo que una vez nos fotografiaron saliendo del baño de un restaurante y cuando me rompí la rodilla por intentar escalar un árbol decorativo. No obstante, la peor de todas fue para mi cumpleaños número trece.
Oh, lo recuerdo como si fuera ayer. Un solitario e inocente Jungkook creyó que, invitando a todos sus compañeros de clases a su fiesta, por arte de magia querrían ser su amigo. Adivinen, si, salió mal... así es, nadie llegó.
Me grabaron llorando y comiendo solo. Al mismo tiempo.
Al parecer nadie quiere ir a la fiesta de quien padre está siendo investigado por transacciones sospechosas al fisco.
Por eso odio verme a mí mismo a través de una cámara. Aparte que mi personalidad extrovertida es solo para fiestas y quizás para señoras de mediana edad que suelen amarme.
En el resto de mi vida no existe, se va, se muere.
Ni siquiera puedo hablar con mis roomies porque tengo miedo de pasar a llevarlos. Es que, a ver, pensemos, todos somos de diferentes nacionalidades, que pasa si digo algo que en su país está mal, pero para mí es normal.
Preguntar no es una opción. Si es que lo fuera preguntaría por todo y se aburrirían de mi intento por agradar.
Soy tímido, pero no estúpido.
Se que Taehyung es coreano igual que yo, eso es más terrorífico. Taehyung se ve como una persona resuelta, en todos los aspectos en los que se puede estar resuelto cuando tienes veinte. Se ejercita en las mañanas cuando yo a penas me puedo a mí mismo de borracho. Además de que es muy seguro de las cosas que hace. Eso es algo terrorífico.
Cuando estoy a punto de perder la cabeza escucho que golpean mi puerta.
Se que algunos están abajo compartiendo, porque Taehyung me lo dijo. A parte puedo escuchar la música de Doja Cat desde hace una hora. Celine debe estar en su habitación, una vez me dijo que a esta hora comenzaba su rutina nocturna y purificaba sus cristales.
No sé quién podría ser. Sin embargo, aunque pudiera ignorar y hacerme el dormido. Decido enfrentarme a mis propios miedos por unos segundos.
Olvídenlo, soy estúpido.
Abro la puerta y está Taehyung con una sonrisa. Algo se revuelve en mi estómago. Me he puesto nervioso. Todo el mundo se sentiría de esa manera cuando son las doce de la noche y tu compañero de hogar, a quien sueles evadir, se planta justo a fuera de tu habitación sin razón aparente.
Ayuda se me fue el aire.
— Jeon Jungkook — se sabe mi nombre completo.
— Hola — digo con el poco aire que he podido atrapar. Temo haber olvidado su nombre, así que evito decirlo.
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Quarantine • kth + jjk
FanficKim Taehyung siempre soñó con estudiar artes escénicas en Londres. Pero sus planes se verán arruinados una vez instalado en la metrópoli, pues, el llamado a cuarentena y el cierre de los aeropuertos por la pandemia mundial, lo obligarán a pasar los...