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Olía a chazuke, era una receta especial, pertenecía a la difunta señora de la casa y sólo la enseñó a la otra persona con quién compartía la cocina, una niña de ojos grises brillantes y un largo y oscuro cabello.

Gin la preparaba especialmente para Atsushi, Mitsuki se la enseñó para consentir a su hijo menor, y no es porque los hermanos no supieran cocinar, sino que su madre quiso mantener su receta súper secreta cómo una muestra de amor que perteneciera a ella, pero por el gran cariño que tenía con Gin, ella decidió hacer una excepción. Fue irónica y conveniente su decisión. Gin no la preparaba desde él día después al funeral de la mujer, pero es porque fue la última vez que Atsushi había estado en casa. Ahora, como un recuerdo hermoso y delicado, la jóven seguía esos pasos para que Atsushi la comiera antes de volver a Rusia. 

Ella se encontraba tranquilamente, preparando el té verde, cuándo su esposo entró corriendo e ignorando que no debía entrar a la cocina, aunque en estos días era prospero que esa regla desaparecería, Tachihara permanecía apoyado en el comedor, intentaba respirar y salir del shock. Gin lo miraba con los labios levemente abiertos y sus ojos completamente abiertos, con su mano en el pecho y pasos sigilosos llegó cerca de él.

—Michizō...—habló gentil.

—¿Cómo era tu hermano?—preguntó seco el pelirrojo.

—¿Perdón?

—Gin, tienes que repetirme a detalle el aspecto de tu hermano

—No entiendo—frunció muy levemente el ceño.

—Es que...

—Permiso—Akutagawa se asomó por la misma puerta que anteriormente entró Tachihara.

Gin cayó de rodillas, alzó sus cejas y abrió su boca intetando decir algo, ella temblaba. Akutagawa volteó y al observarla tuvo una reacción parecida, Michizō también permanecía inmóvil. 


—¡Apresúrate mamá!—gritó hiperventilando el pequeño Akutagawa.

—¡No puedo correr más! ¡Ryū!

La mujer estaba herida y cargaba a una pequeña de 2 años, por malas jugadas del destino terminó con un hombre malvado y demente, él ahora los perseguía por un valle, quería manipularla como siempre con disculpas causadas por un arrepentimiento insano, pero ella sabía que no valían nada y había decidido huir con sus dos hijos: Gin y Ryūnosuke. Pero él la descubrió y golpeó como no lo había hecho nunca, parecía imposible llegar al bosque antes de la ciudad de Yokohama. 

Debido a la desesperación y debilidad, éste hombre le alcanzó...

Se encontraban a la orilla del río que cruzar para adentrar al bosque,había un bote listo con un mecanismo de polea rápido: Éste funcionaría al jalar una cuerda un poco hacia uno mismo y soltarla, activando otra cuerda que cruzaba el río y se recogería automáticamente, ella lo elaboró pensando en sus bebes que no podrían remar. 

Cada vez se escuchaba más cerca como él corría hacia ellos. Ya no había tiempo.

—¡Mamá!

Ella se detuvo, se permitió tomar una decisión con una fuerte respiración, abrió sus ojos y miró fijamente a su primogénito regalando una sonrisa.

—Es hora de la despedida pequeño, recuerda que podría pasar.

—¡No quiero! ¡Me quedaré contigo!—el niño lloraba desesperado—quiero cuidar a mi hermanita y a ti.

—Lo harás—habló firme y con amor—sube—Akutagawa obedeció. Mientras ella tomaba la cuerda y la jalaba hacia su pecho—si prometes no olvidar a tu hermana, te prometo que ella no te olvidará y que estaremos bien, te amo hijo. Eres Ryūnosuke Akutagawa y tu hermana es Gin. 

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2023 ⏰

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¿Osamu or Dazai?•(Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora