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Justo cuando yo estaba en mi cuarto escuchando aquellas bandas ruidosas, que a veces sus canciones lo llevan a pensar distinto y que sin darse cuenta están en el momento correcto y concluye con los sentimientos, justo en ese momento la esperanza de que ella llamara se había esfumado -quizás llamará más tarde- me decía en aquellos momentos de fe, pero la realidad era esa tal vez ni ella quería pasar un momento disfrutando de la comida con un extraño el cual era yo.

**

Ya eran más de las 6 de la tarde y Emily aún no me había llamado, ya sentía como mi esperanza se iba derrumbando y junto con ella un sentimiento que me decía que había más posibilidades de que ella eligiera como opción no,
Además ¿Quien iba aceptar una salida, con un chico que apenas entra al instituto? -me dije- es imposible que ella acepte, a menos que me quisiera conocer, pero eso ya era otro cuento.
Cuando faltaban unos cuantos minutos para que fueran las 8, mi teléfono sonó...
-¿Sí? -dije-
-Hola soy Emily, la chica del instituto, te hablo para decirte que en verdad, deberíamos, no se, hablar un poco más antes de salir. -dijo ella-
-Oh, claro está bien, no tienes de que preocuparte, si quieres, podemos mañana hablar en el tiempo que nos dan para comer en el instituto y así poder conocernos ¿Qué dices? - pregunte aunque con un poco de nervios, me sentía como un completo idiota ante lo que ella había dicho-
-Si claro por mi está bien, nos vemos mañana en la cafetería del colegio.
- Vale, allá estaré.

Al colgar sentía como toda esa vergüenza, de haber estado esta mañana y pedirle que saliéramos, había sido una completa estupidez, pero bueno, así actuamos los chicos cuando de verdad nos atrae o nos impresiona una dama, actuamos como unos completos idiotas, pues no sólo las mujeres se ponen nerviosas al hablar con la persona que les gusta, también a nosotros nos pasa, y eso es por que el amor nos invade (aunque a veces también pensamos en solo sexo) pero... Con ella no quería eso, apenas solo habíamos cruzado algunas cuantas palabras, y sentía como ella me atraía, eran esos ojos cafés que me ponían como un extraño yo frente a ella, era tan diferente cuando estaba con ella, con ella lo quería todo.

A la mañana siguiente, las primeras clases me tocaba en el salón 20, donde se estudiaba arte, antes de entrar al salón me encontré con Nathan que estaba sentando leyendo un libro.
-¿Qué libro es? - le pregunte-
- Oh hola Jayden, buenos días ¿Cómo estas? ¿Cómo te parece el clima? -preguntó en un tono sarcástico y burlón, pero bueno el era así-
-Pues estoy bien, y el clima, deja de ser patético, tu mismo sabes que hace frío.
-pues si claro es cierto, pero es que ni saludaste, dime... ¿todo bien?
-supongo, la verdad es que siento un poco de vergüenza.
le dije pues quería desahogarse y el erá como un hermano para mi, casi 10 años de amistad, sus padres se mudaron a Portland cuando el tenía 11 años de edad, y había perdido el contacto con el, hasta que a mi padre lo promovieron en el trabajo y le correspondía trabajar al lado del padre de Nathan, ahí fue cuando volví a hablar con el, y cuando apenas me enteraba que el estudiaba en el mismo instituto en el que iba estudiar, me llene de alegría de volver a ese tonto.
-¿vergüenza? ¿Que paso anoche con Emily? -pregunto-
-Emm ¿cómo te digo?... Me llamó a eso de las 8 y me dijo que era mejor conocernos más antes de salir, no te imaginas como me sentí de idiota al saber que le había preguntado eso en la mañana.
-Y bueno ¿Qué pasó? ¿Qué le dijiste?
-quedamos en vernos hoy en la cafetería y hablar.
- Al menos, eso es comienzo. -dijo en tono burlón-

Las horas de arte pasaron volando, por la dedicación con la que uno dibuja lo que siente, es como si todo lo que estás pensando, lo pasarás a una hoja y sintieras como si te desahogaras dibujado, era algo completamente genial.
Me dirigía a la cafetería a encontrarme con Emily, la verdad, estaba temblando, tenía miedo de decir alguna palabra que le disgustara o algo así por el estilo, y ahora que lo pensaba ella ni sabia mi nombre.
La vi sentada en la mesa más cercana a las flores, se veía tan hermosa, que si por seguro esa imagen estuviera hecha en un cuadro, sería famosa, por tan bonito color; un sonido me desperto de esa fantasía, era ella, preguntándome como estaba.
-bien, ¿y tú? - Respondí-
-Bien... Y ahora que lo pienso tú no me has dicho tu nombre.
-Oh si lo siento, es Jayden, Jayden Evans.
-Hola Jayden, yo soy Emily Javadd, gusto en conocerte. -lo dijo en tono burlón, pues yo sabía cómo se llamaba.
-El gusto es todo mio - respondí-

Los últimos 20 minutos no la pasamos hablando de lo que nos gustaba y de lo que no, intereses, buscando cosas en común, una experiencia muy linda, pues si lo la conocía de un par de días, y quedamos para vernos mañana a la misma hora, en ese momento me di cuenta que ella era el comienzo de una nueva historia para los dos.

RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora