¶𝐂𝐏.3

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𝐃𝐎𝐔𝐗-𝐀𝐌𝐄𝐑𝐃𝐎𝐔𝐗-𝐀𝐌𝐄𝐑𝐃𝐎𝐔𝐗-𝐀𝐌𝐄𝐑

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𝐃𝐎𝐔𝐗-𝐀𝐌𝐄𝐑
𝐃𝐎𝐔𝐗-𝐀𝐌𝐄𝐑
𝐃𝐎𝐔𝐗-𝐀𝐌𝐄𝐑

Aunque había tenido aquella extraña experiencia en la biblioteca del barrio, no se podía dar el lujo de perder el tiempo para seguir pensando en aquello, tenía todavía varios planes

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Aunque había tenido aquella extraña experiencia en la biblioteca del barrio, no se podía dar el lujo de perder el tiempo para seguir pensando en aquello, tenía todavía varios planes. Entre ellos ir a conocer en persona la universidad a la que se había trasladado, y aunque ese día aún no tenía clases, quería ir para familiarizarse. 

Marcó en el GPS la ubicación y se puso en marcha sin querer pensar mucho más en el resto de las cosas. Sabía que cuantas más vueltas le diera, más acabaría por hacerle daño el asunto, no pudiendo sacarlo de su cabeza y no acabando por acostumbrarse al nuevo lugar.

Cuando salió de Stayville, llamó a un taxi, porque tampoco es que supiera como funcionaban las líneas de buses o metros allí en Seúl. Aura recordaba que en Washington se podía mover libremente sin necesidad de un trasporte propio, aunque era porque se conocía el mapa de la ciudad como la palma de su mano.

—¿Cómo hace la gente para mudarse y vivir en otro país siendo tan mayores? —Se preguntaba a sí misma agarrándose al cinturón del taxi. —Bueno, la mayoría que hacen esas locuras se mudan a un país que les gusta o del que ya tienen una base en el idioma... Aún así...

Al mirar por la ventana, la ciudad se veía muy diferente a como era el interior de su nuevo barrio. La gente que pasaba por allí no parecía tan agradable, feliz o tan educados como los otros, habían personas peleando en medio de puestos de comida, personas yendo a beber tan temprano en la mañana y muchos trabajadores de oficina dirigiéndose a sus puestos de trabajo.

Cuando se dio cuenta de que había estado fuera de sí, analizando la vida del resto de personas, el hombre que conducía el taxi le avisó sobre como habían llegado al destino.

Aura pagó con su teléfono móvil el viaje, pasando este por la pantalla que le ofreció el hombre. 

Al pararse frente al gran edificio del campus, empezó a notar que había gente haciendo vida dentro, seguramente las personas que vivían en las residencias o en las fraternidades. No era ruidoso, a diferencia de su anterior entorno, era algo que al menos agradecía, porque no era como si le agradara escuchar el mismo cántico por octava vez.

𝐂𝐇𝐀𝐌𝐏𝐀𝐆𝐍𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐒 〡Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora