Travesía

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De rodillas en la maleza,
gotas de llanto la nutren,
pobre madre naturaleza,
que en la isla se esfuerza.

Su alteza estalla en dolor,
el mal no fue su intención,
ni el gris exilio su decisión,
perdió tal poder superior.

Cristales y espejos rotos,
reflejan miles de rostros,
aroma a vinos y neblinas,
únicamente contaminan.

La culpa invade su alma,
se dejó llevar por una ira,
e ignoró buscar la calma,
negó y se creyó mentiras.

Él decide iniciar un viaje,
a lo largo del vasto reino,
con un pintor como guía,
y siluetas cual compañía.

Reyes, altezas y señorías,
bienvenidos a la travesía.

Pintor de siluetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora