El columpio

20 2 0
                                    

El amante abordó el viaje,
observó lo alto y más bajo,
fotografiaba aquel paisaje,
volaba y sin ningún pasaje.

Colinas verdes y arboladas,
aquella carretera de bajada,
la casa del árbol, el tobogán,
esos tiempos jamás volverán.

Le era raro no tenerle al lado,
columpio sumido en quietud,
y aseguró estar acompañado,
no quiso dar gran magnitud.

Entonces el vuelo se detuvo,
nubes grisáceas en ese cielo,
piloto que dejó el aeroplano,
optó por ser su primer plano.

El amante fue abandonado,
vio al norte, sur, este, oeste,
revivió aquello fotografiado,
trágico romance campestre.

Pintor de siluetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora