búsqueda

544 31 0
                                    







Año Nuevo


Victoria


Después de que hayamos pasado Navidad juntos, todos nuestros familiares junto con nosotros. Nos tocaba viajar a Nuevo León, lugar en el que estamos justo ahora. De primero no estaba tan segura de querer venir pero cuando mi suegra y mi mamá le dijeron a Emilio que sería mejor si el viniera conmigo y el acepto, no volví a poner ni una traba a la idea.

Emilio, el me estaba apoyando con este cambio tan grande. Sabía que a él también le dolía el cambio que los dos íbamos a tener que vivir. El hecho que el estuviera conmigo en estos momentos me hacía ver que el si iba a cumplir su palabra de luchar por nuestra relación siempre.

Habíamos llegado a Monterrey como a las 7 de la mañana. No muy temprano pero tampoco tan tarde, entre yo y Emilio decidimos que sería mejor llegar un poco más temprano para que nadie de los medios nos viera. Pues después de que los rumores de mi salida del club empezaron a escucharse, me llegaban a comentar aficionados de Tigres preguntando si era verdad o pidiendo que si fuera cierto mi salida al club.

Íbamos hacia el lugar en donde nos estaríamos quedando en estas semanas, que sería en una casa que tenía mi tía, la hermana de mi papá, aquí en Monterrey. Mi papá me quiso convencer de quedarme en esta misma casa pero no estaba tan segura, pues no conocía a nadie de por aquí y mi tía se había mudado un poco más lejos. Yo quería estar segura que donde me quedara estuviera cerca de las instalaciones del club y no estar muy lejos para cuando llegue a quedarme en tráfico no tener que manejar muy lejos.

El hablar de mi novio hizo que saliera de mis pensamientos. Cuando me percaté, ya habíamos llegado a la casa de mi tía. La casa se veía más que grande, era de doble piso y tenía su propia cochera.

Baje del auto y saque las llaves que mi tía le había dado a mi papá. Cuando abrí la puerta de la casa, entré pero no sin antes asegurar que mi novio me estuviera siguiendo.

Al ver que Emilio no se veía muy convencido a seguirme, extendí mi mano hacia el para que la tomara. Cuando sentí el calor de su mano en la mía, volví a caminar hacia adentro. Habíamos entrado completamente a la casa y habíamos llegado a la habitación en donde nos quedaríamos.

-Amor, mira pero si quieres me quedo a dormir abajo.-

-Como crees Emilio, que tan difícil es compartir una cama por unas noches.-

No duro mucho Emilio para comprobar lo que había dicho. El me jalo hacia el y me acercó a él para darnos un beso, el que fue tomado un ritmo diferente pero segundos después nos separamos.

-Será muy difícil mi chapis. Sabes lo difícil que es tenerte aquí conmigo y tener que aguantarme las ganas de besarte frente a todos los que viven en la capital. Si me quedo a dormir aquí se me hará más difícil aún porque te tengo aquí sola.-

-Amor, aguanta. No quiero hacer nada en casa de mi tía, pero a mi también se me hace muy difícil tenerte aquí y no poder hacer nada.- dije poniendo mis brazos alrededor de su cuello.

Nos volvimos a besar pero sin que se subiera de tono el beso. Cuando nos separamos, Emilio seguía de terco en dormir abajo pero no lo deje. Pasaron varios minutos, pero por fin pude convencerlo en quedarse conmigo y fue así como nos quedamos dormidos después de nuestro vuelo corto.







{...}






Sentí como la cama se movía y fue así como desperté. Cuando abrí mis ojos, mire que Emilio se quería levantar sin despertarme. Deje que lo hiciera, y cerré mis ojos, y cuando según el lo había hecho, volví abrí los ojos.

Bajo La Misma Luna| Emilio LaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora