Bajo La Misma Luna| Emilio Lara

a tus 20

📍Monterrey, Nuevo León
Día Siguiente

Emilio

Eran las 9 de la mañana cuando me llego la llamada de mi suegra.

-Bueno?-

-Hijo, ya estamos a 5 minutos de bajar a desayunar por si nos quieres acompañar.-

Al escuchar lo que me preguntaba no pude no soltar una sonrisa. Me gustaba tanto que me incluyeran en sus cosas aunque tan solo fuera el novio de su hija.

-Si, ahora bajo. Si quiere nos vemos allá abajo.-

-Bueno pues hijo, acá te esperamos.-

Fue todo lo que escuché para que después la llamada terminara. Lo primero que hice fue levantarme a darme un baño y hacer todas mis necesidades.

No dure mucho, ya que cuando voltee a ver el reloj marcaba 9:10. Junte todas mis cosas para cuando nos tuviéramos que ir solo subir por mi maleta. Revise mi teléfono para ver si tenia una llamada o mensaje de mis cuñados o de mis suegros y efectivamente tenía uno donde me decían donde me iban a estar esperando.

Salí de mi habitación y camine hasta el ascensor. Una vez ya en ese mismo, presione el boten que me llevará hasta el primer piso. Cuando abrieron las puertas salí y camine hasta donde servían el desayuno, a lo lejos pude ver a la familia de mi novia. Me serví lo que iba a desayunar y me senté en la mesa conjunto con ellos.

Ya en la mesa, me estuvieron haciendo platica. Algo que agradezco ya que no quería comer en silencio y que fuera un poco raro. Cuando todos terminamos, cada quien junto su basura y nos pusimos de acuerdo en la hora para salir hacia las instalaciones de Tigres y sorprender a Victoria cuando saliera.

-Entonces a las 11 salemos de aquí para poder tener tiempo de llegar.- dijo mi suegra.

-Si está bien, a las 11 estoy acá abajo.-

-Bueno hijo, nos vemos a las 11.-

Vi como mis suegros se alejaron, Sammy y Toño se quedaron aquí conmigo ya que ni uno quería subir a esperar el la habitación tanto rato.

-Vamos a comprar algo para sorprenderla?- dije.

Mis cuñados solo se voltearon a ver entre ellos y me dijeron que si con la cabeza. Los tres nos levantamos y salimos hacia afuera. Ya que los tres éramos nuevos aquí en la ciudad tuvimos que buscar tiendas por el internet.

-Mira Emilio, hay una como a dos cuadras.-

-Vamos a esa pues, así no duramos mucho y tenemos tiempo para dormir un rato.- dije soltando la risa.

-Ay si, ya me pego el mal del puerco.- contesto Toño.

-Ah, eso cual es?- pregunte.

-Cuñando hombre, no te digo, es cuando te da sueño después de comer algo.-

-Uy entonces a mi me pega siempre.- murmure mientras ellos dos se reían.

{...}

-Entonces ya es todo?-

-Si ya, solo falta que bajen Samantha y Antonio.-

-Bueno hijo, si quieres puedes ir subiendo tus cosas.-

Sin contestar me empecé a mover hacia el auto y subí mis cosas. Eran ya las 11 y nos teníamos que ir a las instalaciones de Tigres, sabíamos la hora que terminaban porque Victoria nos contaba unas veces la hora que se empezaban sus entrenamientos y cuando terminaban.