私を忘れないでください
Canto canciones con el mismo final, en aquella donde no te olvido.
Sagitario x Aries
Aries
Todo inició con una canción en medio de un oscuro parqué en la madrugada. Tú estabas ahí parado bajo la luz de un farol con los ojos llorosos y los pequeños escalofríos que se presentaban en tu cuerpo.
Pero la canción nunca paró, seguiste en tu propio mundo. Esa fue la primera vez que encontré una persona triste en mi pequeño mundo de locura.
Dónde la música era tu existencia misma y dónde él observarte se volvió la mía.
Eras un cantante del que las personas se reirán por tus sueños de grandeza cuando cantabas en la calle por algo de dinero. No diré que esté mal, era un sueño y para cumplir lo necesitabas algo más.
Te diré que la primera vez me sentí incómodo más que tú cuando respondiste mis preguntas, las que un desconocido te interrogó.
Un joven de un pequeño pueblo afuera de la ciudad, con sueños de gloria, sin apoyo de nadie más que él tuyo y de la vieja guitarra en tus manos.
La vida no te llevaba bien por lo que lloras en la banca del parque en la madrugada y cantabas para aliviar el estrés de luchar sin lograr nada.
Te extendí la mano después del quinto día de hablar en el mismo lugar a la misma hora, no quería avergonzarte ni incomodarte en la noche, solo que aceptaras mi ayuda.
—¡Yo puedo ayudarte!— me miras con tus azules ojos y me dejas continuar —Las puertas de mi casa están para recibirte, puedes tener una habitación para pasar la noche, también podemos compartir el baño y puedo darte de mi comida.