|Tenía que soltar|手放さなければならなかった
Hay fotos en mis manos donde tú canción se olvidó.
Pareja Principal: Sagitario x Aries
Pareja secundaria: Cáncer x AriesAries
Y su corazón volvió a palpitar de manera desenfrenada, sus ojos cafés se llenaron de lágrimas por el alivio ante las palabras de la persona que amaba.
Siguió parado en la calle mientras aprieta la tarjeta de papel mucho más cerca de su pecho, tiene tanto que decir pero ninguna palabra sale de sus labios.
Al contrario, cree que su sola expresión facial es lo suficientemente honesta para que Sagitario entienda todo el sentimiento que aún tiene por él, por su música, por su persona.
Así que sigue su instinto y da los primeros pasos hacia el hombre encapuchado, quiere saltar a sus brazos y volver a amarlo como la primera vez. Y cuando los pasos de Sagitario también caminan hacia su dirección sabe que no hay vuelta atrás.
Ellos se entienden tan perfectamente que entienden el significado inconsciente de sus cuerpos.
Sagitario se baja el cubre bocas y los lentes, mira con deleite la forma en cómo Aries incrementa el paso, y el carnero sonríe amablemente cuando sus ojos notan el lunar en su ceja, lo roja que se ponen las puntas de sus orejas y la sonrisa que solo le dedica a él, todo seguí igual que cuando se fue.
Sigue siendo hermoso, tanto que quiere llorar más. Hace casi un año que no se ven en persona, así que notar que no ha cambiado calma su alma.
—¿Te quedarás ahí o saltarás a mis brazos?— Él peliazul interrogó cuando Aries se detiene tres pasos antes de llegar a él.
—No deberías ser tú quien salte hacia los míos— mencionó mientras me limpio las lágrimas.
—Siempre puedo saltar hacia los tuyos, pero quiero que saltes hacia mí— sonríe aún más amplio —Porque amo cuando estás en mis brazos.
Y es suficiente para que Aries camine lo que falta hacía el hombre que ama —No sabes cuánto te a…
Se detiene de continuar con su andar y sus palabras cuando nota que una persona extraña tiene su mano en el hombro de Sagitario.
—¿Sagitario Oddone, de la banda Dacks?— El artista asiente porque ya no puede ocultar su identidad debajo de la capucha y los lentes —Oh por dios, amo tu música.