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-Luz, venga cariño, hablemos-
Amity en ese momento se sentia abrumada, y algo culpable. Admitía que ella misma estaba consciente de los alcances que esa broma podria llegar a tener, peero, en su defensa, su amada y linda novia, ya la tenia hasta la coronilla.
Desde hace algunas semanas, Luz le habia propuesto un juego, el cual ni ella misma sabia como demonios habia tenido el cerebro para aceptar. Todo era culpa de la castaña, el ver tanta perfección y belleza conformando un solo ser, a veces la dejaba toda idiota. (Mmjmm, echale la culpa a Luz)
Todo habia comenzado tranquilo, cada quien se hacia bromas inocentes, y eso era todo. Pero, con el pasar de los dias, y con el espiritu de competitividad que caracterizaba a ambas chicas, termino por convertir todo aquello en una guerra campal, en la cual, la pelilila reconocía, las bromas ya se estaban pasando del limite.
Claro, y como era de esperarse, las bromas de ella eran mas metódicas y organizadas, utilizando herramientas sencillas que provocaran gran desastre, pero sin afectar mucho a su amada.
Bombas de pintura en el casillero
Grasa en el piso
Cambiar la contraseña de su casillero
Comida alta en lactosa en la cafeteria (si, tuvo que darle un par de billetes a la señorita Dawney, pero valio la pena)
Okey, ahora que lo analizaba mejor, sus bromas no eran tan inofensivas, pero nada se comparaba a lo que ella habia hecho.
Pegamento en sus zapatillas deportivas favoritas,
Llenar de basura su casillero
Cambiar su tinte de cabello aguamarina, por uno color lila.
Atacarla en pleno estacionamiento de la escuela con un arma de balas de pintura,
Y la ultima, meter una rata muerta a su mochila...
¿De donde diablos la habia sacada?
Esa fue la gota que colmó el vaso
Estaba harta de eso, y al parecer, la morena no mostraba señales de querer deternerse.
Se frustraba cada vez que abria su casillero y se encontraba con su pequeño espejo
¡Mierda, parecia un jodido algodón de azucar parlante!
Aunque... viendolo por otro lado, el tinte no le quedaba mal, es mas, hasta resaltaba mejor su figura y sus ojos miel ¡Pero ese no era el punto!
Necesitaba parar todo eso, y llego a la conclusión de que lo lograría, haciendole una broma que enserio le afectara. No pensó bien las cosas, eso era mas que claro.
Ahora se encontraba corriendo por el estacionamiento detras de una Luz mas que furiosa, eso de dar espectaculos en el instituto ya se les habia hecho de lo mas habitual.
-alejate de mi, Blight- resopló la castaña con la voz quebrado, dando pisotones hasta el estacionamiento, aguantando las ganas de llorar.
Si, ahora Amity se sentia como la mas comemierda del mundo.
Corrió lo mas que pudo, logrando alcanzar a la ojimarrón a punto de subir a su auto. De un salto llegó, y cerró la puerta del vehiculo que Luz apenas habia alcanzado a abrir.
-Luz, escuchame, esto no es lo que crees-
-¿Que no es lo que creo?- la castaña volteó a ver, ahora a la recien pelilila, con un gesto de incredulidad -era una prueba de embarazo, Blight ¡Una jodida prueba! ¡Y positiva!- la chica de cabello castaño pasó la mano por su rostro, exasperada -¿Que diablos sucede contigo?-
