Rose Poems [Hiatus / Sin terminar]

7. Judas Iscariote.

La vuelta a las clases para iniciar el segundo curso fue bastante mejor de lo que Michiru esperaba, la chica no sabía si se debía al tiempo que había tenido Akira para reorganizar sus emociones pero el caso era que la peliblanca había vuelto a la normalidad... O al menos, en lo que se refería a su concentración y responsabilidades con la escuela porque lo que venía a ser hablar con ella o tratar de buscar temas que le interesaran para iniciar una conversación, no era tan sencillo como antaño: Akira se había vuelto fría y distante con todo el mundo, como si no quisiera que ningún vínculo volviera a afectarle de la manera en la que Fumi lo había hecho y eso era algo que preocupaba seriamente a Michiru aunque nunca sacó valor de contárselo a nadie.

Observar a Akira fue su principal actividad las primeras semanas, la rubia quería asegurarse de que su amiga –a pesar de continuar desolada todavía por la partida de Fumi– podía apañárselas sola: siguió sus pasos entre clases y verificó por sí misma que Akira volvía a cumplir con su rutina de ejercicios, descubriendo que día tras día, la Frau Platin ejecutaba un patrón inquebrantable. Poco a poco, Michiru acabó por aceptar que simplemente, el carácter de Akira había cambiado. 

Un día, sin previo aviso, la peliblanca se posicionó frente a ella y le tendió un sobre sellado con el emblema de la escuela. Las dos se miraron a los ojos por un segundo pero ante la impasibilidad de la Frau, Michiru no supo muy bien cómo reaccionar:

- ¿Qué es esto? – Preguntó la rubia.

Akira no respondió, simplemente se dignó a esperar a que la joven abriera el sobre que le entregaba y leyera la carta que había en su interior:

- ... ¿Frau Saphir?... – Terminó leyendo en voz alta – ¿Qué... Qué esto, Akira?

- Una recompensa a tu esfuerzo. Felicidades, Michiru.

No obstante, aquella noticia no se sentía como algo que debiera festejar, más que nada porque su amiga ni siquiera sonreía ante tal hazaña:

- P-Pero... No lo entiendo, para ser Frau es necesario actuar, ser observado a conciencia y pasar por una reunión que...

- Fuiste una recomendación personal y la directora no tuvo objeciones. – Zanjó la peliblanca, directa y sin tapujos – Se avecinan nuevas Revues, Michiru y necesito a las mejores.

Acto seguido, Akira se marchó de allí tan indiferente como había llegado mientras su amiga la miraba llena de confusión. No había comprendido nada del comportamiento de la peliblanca ni tampoco la mitad de las palabras que había dicho, había demasiadas preguntas que sabía que la Frau no iba a responderle y una extraña sensación le cerró el estómago al recordar la palabra "Revue"... ¿Qué había querido decir Akira con que necesitaba a las mejores? ¿Otra vez les tocaría combatir? Michiru guardó la carta en uno de sus bolsillos y sacó el teléfono del otro, no había ninguna llamada proveniente de la "Jirafa" de modo que, fuera lo que fuera que Akira sabía, aún tardaría un poco en llegar.

La rubia se alejó de allí y fue en busca de personas con las que sí podría hablar no solo de su recién adquirido título de Frau sino también, de lo rara que se había vuelto Akira.

***

Efectivamente, las Revues no tardaron en llegar pero para entonces, las Frau estaban elegidas en su totalidad: Saphir, Perle, Rubin, Jade y Platin, todas en formación y dispuestas a luchar por el honor del rey que las nombró su corte personal. Aquella vez les tocaba mostrar el orgullo del que estaba hecho el Instituto de Música Siegfeld en grupo ya que las cinco se enfrentarían a las distintas escuelas que marcaban la créme de la créme de todo Japón.

Michiru agarró con fuerza el mango de su espada, expectante ante el nuevo desafío y sabiendo que debían anteponerse al enemigo costara lo que costara...