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Si fueras a preguntarle a quien fuese; “¿Quién es Izuku?” quizás tengas respuestas similares. Pero al menos para su grupo de amigos y novio él era el ser más puro, amable e inocente sobre la tierra. Un ángel mismo. Así lo describía su novio Shindou, apreciando y atesorando a su bello rayo de sol que iba a la iglesia todos los domingos.

Incluso si él no quiere perder su virginidad todavía, por que no se cree 'listo', Shindou no tiene problema alguno con eso. Él amaba la inocencia y lo raro que era encontar a alguien como el peliverde en estos días. Cuando se encontraba con una persona completamente distinta a su rayo de luz automáticamente le desagradaba.

Si vos fueras y le preguntaras a no a quien fuera, sino a los compañeros de banda de Katsuki, bueno, ellos dirían que él es agradable y... ruidoso... cuando la presencia del rostro de la banda le hacía compañía. Bastante tierno y tímido en general.
Si le preguntaras a Katsuki personalmente... la historia sería otra.

– Maldita perra insaciable, ¿No tenés una cita en menos de una hora? – él sonrie viendo como Izuku se desliza hasta hacer desaparecer su miembro en la ya estrechamente cavidad del peliverde

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– Maldita perra insaciable, ¿No tenés una cita en menos de una hora? – él sonrie viendo como Izuku se desliza hasta hacer desaparecer su miembro en la ya estrechamente cavidad del peliverde.

– Kacchan... – sus gimoteos solo le dan más éxtasis al contrario. – ¿Una vez más, p-por favor...?

– Trabaja para merecerlo entonces. – los interiores del peliverde se contraen y Katsuki sonrie gustoso. – Salta como un puto conejo para mi, Deku.

Y él hace exactamente eso, sus muslos no dejan de rebotar a la par de su pomposo trasero embistiendose a sí mismo sobre el pene de Katsuki. Su ritmo ha mejorado con el tiempo, el cenizo se siente orgulloso de eso. Lo había educado bien.

Él amaba tener al pecoso lleno completamente de él y solo él, escucharlo soltar sus débiles y placenteros gemidos gustosos mientras sus húmedas paredes cubiertas del lubricante natural de Izuku aprisiona con intensidad su polla ferviente. Puede sentir su estómago retorcerse y eso solo genera que sus lágrimas trazadas por la lasividad de sus ojos salgan abundantes, por que Kacchan era así de grande.

– Aaah, ¿Si no? ¿Queres que te lleve a ver a ese pedazo de mierda con tus interiores chorreando de lo lleno que vas a salir de este maldito auto? ¿No es así Deku? – su respiración es afilada. – Juro que te vuelves una puta adicta a esta mierda.

Izuku sollozo y sus muslos se tensaron; él estaba tan cercar de acabar que se sentía en las nubes.
Incluso si solo era una ronda, Katsuki podría hacerlo acabar sin necesidad de usar sus dedos en él, sin siquiera alimentarse de él como un puto festín.  Siente la mano del cenizo tomar su miembro leve, casi es un roce, pero para Izuku, oh, era el infierno y cielo al mismo tiempo.

– ¡Kacch-Kachhan! ¡Mgh-! – su aliento húmedo empañaba las ventanas.

– Más te vale correrte por esta polla nerd de mierda. – Katsuki lo toma de la mandíbula apretando sus mejillas, finalizando el mal trato con un golpe directo al trasero ya rojo.

E Izuku vuelve a correrse por la combinación de sus palabras, el golpe y el sentimiento de ser llenado hasta revalsar una vez más entre gimoteos. Katsuki tenía razón, era adicto.

Él jura que no era lo que parecía- ¡Él una era una perra! Y no es que precisamente le agrede engañar a Shindou de esta forma, de verdad. ¡Era precisamente su culpa de todos modos! Él hasta el día de hoy lo detesta por haberlos presentado por accidente o no.















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No sé cuando actualizaré esto, y serán capítulos cortos, bear with me.

 •° 𝘚𝘊𝘖𝘛𝘛𝘠 𝘋𝘖𝘌𝘚𝘕'𝘛 𝘒𝘕𝘖𝘞  °• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora