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Nuestro objetivo no solamente era recuperar la muralla María, sino también investigar el sótano que se encontraba en el distrito Shiganshina. Aún no estábamos seguros de que el enemigo supiera sobre la nueva habilidad de Eren Jaeger, pero si sabíamos que ellos serían capaces de suponer por nuestros movimientos, que teníamos alguna manera de cerrar la puerta exterior. Es por ello, que un centenar de soldados, ocultando sus rostros con capuchas, se dirigían a la puerta exterior, ya que al momento en que descubran cuál de nosotros es Eren, la puerta habría sido cerrada.
—No hay ningún movimiento. Aun cuando la puerta ha sido cerrada —le dije a mi hermano cuando he visto el humo que advertía que lograron su cometido—. ¿Por qué?
—Comandante, Erwin. Capitana ____ —nos llamó repentinamente Armin Arlert—. Debajo de la muralla hay objetos de campamento abandonados. Al parecer han estado tomando algo similar al té. Las bases se enfriaron, pero ha habido tazas con rastros de líquido oscuro dentro y por lo menos había tres de ellas. Al parecer hay más de dos personas merodeando por aquí.
—¿Las tazas estaban frías? —pregunté.
—Sí.
—Esto es raro —dijo Erwin—. Usamos al máximo nuestros caballos y equipamiento para llegar lo más rápido posible, así que ellos debieron de tener por lo menos dos minutos antes de percatarse de nuestra presencia. No hay manera de que una taza de té, aparentemente caliente, se enfríe en menos de dos minutos.
—Eso significaría que nuestros enemigos tuvieron más de dos minutos para prepararse para nuestra llegada.
—Nuestra prioridad será buscar al enemigo —dijo Erwin al momento en que miraba a Armin—. Arlert, tu mente nos ha salvado más de una vez de grandes apuros, así que ahora lo necesitamos de nuevo.
—Te encargaré a mi equipo —dije mientras alzaba mi mano para llamar la atención de mis soldados—. Desde este momento todos ustedes seguirán las órdenes de Armin Arlet, ¿Entendido?
—¡Sí, Capitana!
Armin Arlet se fue junto a mis soldados en busca de alguna pista que nos lleve hasta el escondite de nuestro enemigo, por lo que Erwin y yo nos mantuvimos sobre la muralla a la espera de noticias mientras veíamos como Levi y su equipo comenzaba a acercarse.
—¿Qué deberíamos de hacer? —pregunté—. ¿Pospondremos la misión hasta encontrar al enemigo?
—No. Nosotros continuaremos —respondió mi hermano—. Será difícil ganar si la batalla se alarga. Nuestra única oportunidad será pelear una rápida y decisiva batalla. Además, si todo es parte del plan del enemigo, entonces, nos jugaremos nuestra voluntad junto con ello.
Estaba por mencionarle algo, pero en ese momento mi atención se la llevó una bengala que Armin había lanzado.
—¡¿Encontraste al enemigo?! —exclamó fuertemente uno de mis soldados cuando hubo llegado donde el pequeño chico—. ¡¿Dónde está?!
—¡Todavía no los encuentro! —exclamó Armin—. ¡Todos busquen en el muro!
—Ya la hemos revisado —respondió otro de mis soldados—. No hay sitio donde esconderse.
—¡Busquen dentro de la muralla! —exigió Arlert—. Debe haber un espacio donde esconderse durante bastante tiempo.
—¿Cómo lo sabes?
—Por instinto.
—¡¿Eres consciente de nuestra situación?! —le preguntaron enfurecido mientras lo agarraban de los hombros—. ¡No tenemos tiempo para esto!
Al ver que comenzaron a discutir, he tomado una bengala y la disparé para así advertirle al equipo de Levi que se detuvieran.
—Creí haberles dicho que siguieran las órdenes de Armin, ¿no? —dije seriamente—. ¿Acaso están desafiando la orden que les di?
—¡No, capitana!
Mis soldados comenzaron a seguir las órdenes de Armin por lo que volví hasta donde se encontraba mi hermano.
—Perdón. He detenido el plan sin consultarte.
—Está bien —dijo mientras veía como los demás comenzaban a buscar por la muralla—. Estate preparada. Pueden aparecer en cualquier momento.
He tomado mis cuchillas y miré por debajo del muro a la espera de que la suposición de Armin fuera cierta. Entonces, cuando he visto a Reiner salir de su escondite luego de matar a uno de mis soldados, me lancé hacia él y clavé mis cuchillas en su cuerpo, donde por un intento de defenderse sostuvo fuertemente mi muñeca y comenzamos a caer al suelo. Por un momento he pensado que acabé con su vida, pero al ver repentinamente su cuerpo brillar, supe que no era así.
—¡Maldición! —exclamé e intenté tomar otra cuchilla para cortar la mano de Reiner para que me soltara. Sin embargo, no hubo falta de que lo hiciera y se debía a que Levi apareció para sacarme de allí justo en el momento en que Braun se transformaba.
—¿Te encuentras bien? —preguntó.
—Sí. Gracias —agradecí amablemente mientras quitaba la mano cortada de Reiner que todavía sostenía mi muñeca.
Ambos hemos vuelto a subir al muro para recibir las siguientes indicaciones de Erwin. Mi hermano estaba por hablarnos, pero de manera repentina el titán bestia junto a otros titanes regulares aparecieron del otro lado de la muralla, y eso sin duda nos hizo dar cuenta que nuestra situación estaba muy complicada.
¿La humanidad o los titanes? ¿Cuál bando sobrevivirá en esta batalla?
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