-No te creo.- respondí impactada al escuchar su respuesta.
-¿No me crees?-preguntó Manu.
-No, no te creo, no creo nada de ti.-respondí gruñendo.
Al oír esto Manu pasó sus manos por su pelo, y empezó a caminar rápidamente por la habitación. Estaba susurrando cosas sin sentido, y hablaba tan rápido que yo no era capaz de descifrar lo que quería decir.
-¿Te quieres tranquilizar?.- le chillé.
-No, no puedo Marta, me estresas muchísimo, en serio, te intento ayudar en todo lo que puedo y no eres capaz de darme las gracias.- chilló Manu.
-Gracias por ayudarme.- susurré.
-¿Qué?.-preguntó.
-No pienso repetírtelo.-gruñí.- Sé que lo has oído.
Él medio sonrió y se acercó a mi.
-Lo he oído Marta.- susurró acariciándome la mejilla y poniéndome y un mechón de pelo detrás de la oreja.- Muchas de nada, lo volvería hacer mil veces más.-
-Para.- susurré.
-¿Porqué susurramos?.-susurró.
-Yo no susur...- empecé a susurrar.- Yo no susurro he dicho.-
Manu rió y se levantó. Abrió la puerta y me hizo una seña para que fuera, y yo le seguí. Aún seguía un poco mareada y me tambaleaba un poco.
-Marta ¿Podrías caminar un poco más rápido?.- se quejó Manu
Me acababa de desmayar, que quería que andará como una modelo o qué?
-Claro.- le sonreí.- claro que no.
Manu se paró de golpe y vino hacia mi muy directo se paró bruscamente delante de mi y me cogió de la cintura. Me llevaba como si fuera un saco de patatas y cada vez que Manu daba un paso yo rebotaba en su hombro.
-Au, Manu más despacio, me haces daño.- me quejé.
-Wow Marta, esa frase.- me miró con cara pervertida.
-Vale no, ni lo sueñes, olvida.- empecé a reírme.
Manu me bajó dejándome tumbada en el sofá, y me dio un tierno beso en la frente. Y se fue directo a la cocina. No sé porque pero me gustó que lo hiciera, sentí un hormigueo en el estómago.
-Mis padres se han ido.- gritó Manu desde la cocina.- Así que cenaremos tú yo, solos, una cita romántica.
Yo me reí desde el salón.
-Claro que sí Manu.- afirmé irónicamente.
Manu vino con un plato de pasta y se sentó a mi lado y empezó a comer.
-Eh ¿Y yo?.- me quejé.
-Tu tienes pizza quemada en la nevera.- bromeó.
-Idiota.- le grité.
Manu me dio un tenedor y me acercó el plato.
-Oye Manu ¿Y lo de antes?.- pregunté.-¿Porqué?.-
-Si querías que te dejara allí para que ahogaras con el humo habérmelo dicho.- respondió.
-No, yo digo lo de que yo te...-me costaba decir esta frase.- Que yo a ti...-
-¿Que me importabas?.- preguntó.
-Si eso.- respondí metiéndome una cucharada de pasta a la boca.
-Aunque no te lo creas es así.- respondió.
-No me lo creo, y lo sabes siempre defiendes a personas que no tienen razón y tú y yo sabemos de quien estamos hablando.- respondí.
-Marta joder.- se pasó las manos por el pelo.
-Así que tanto no te puedo importar.- le gruñí.- Si dices eso, que sea de verdad Manu, no por quedar bien.-
Él se levantó del sofá y yo me quedé sentada con el plato de pasta entre las piernas. Manu se quedó delante mía y se agacho hasta quedar frente a frente. Tan enfrente que notaba su aliento en mi barbilla...
COMENTAR MIS BEBÉS!
ESTÁS LEYENDO
Mi estúpido vecino
Teen FictionLeer esta nueva parte de la historia, comentar que tal os parece, que os gustaría que pasara y muchas cosas que penséis sobre esta novela!