Mi estúpido vecino

Capítulo 4.

Narra Marta.

Me levanté demasiado cansada, y para colmo tenía que ir a clases. Empezaba nuevo curso, nueva gente, nuevos profesores...y yo estaba demasiado nerviosa como para ir. Visto lo de el otro dia,no empecé con buen pie con Claudia, y con su grupito de amigas.

Mi madre me llamaba para que fuera a desayunar, y con todas mis pocas ganas me vestí y fuí a la cocina. Hoy la madre de Manu me llevaria al instituto ya que mis padres se tenian que ir más pronto al trabajo.

-Cariño, Manoli ya esta esperando para que vayas.-dijo mi madre.

Cogí la mochila cargada de libros y me la puse a la espalda, abrí la puerta y ahí estaba él.

-Si que has tardado.- dijo con una sonrisa.

-Losiento.-respondí.

-Trae, te llevo la mochila, la mia esta en el coche ya.- dijo Manu.

Me cogió la mochila y hizo una mueca en señal de que pesaba mucho, yo reí y empecé a bajar las escaleras.

-¿Estás nerviosa?.-preguntó.

-Si, bastante.-respondí.

El rió y nos subimos al coche,Manoli pusó la radio y empezó a sonar "Let Her Go" de Passenger. Dios esta canción me encantaba y empecé a cantar en bajito, Manu también empezaba a cantar y le miré.

-Vaya, cantas muy muy bien.-sonreí.

-Tú tampoco lo haces nada mal.-respondió.

Mierda, me habia vuelto a sonrojar.

-Ya hemos llegado.-dijo Manoli.

Manu y yo nos despedimos de ella y empezamos a caminar hacia la entrada, cuando me habia dado cuenta Manu no estaba a mi lado. Estaba en el grupito de sus amigos, y de la tonta de Claudia. Pude ver como se estaban cogiendo de la mano o algo por estilo, yo me quedé en una esquina hasta que sonó el timbre. Hubo una avalncha humana para entrar, que desespero tenia por entrar la gente. Si fuera por mi ni entraba, seria verano todo el año.

-Mirala, ahi esta la fea de turno.-me giré y pude ver a las tontas de Claudia y sus estúpidas amigas.

-Idiota...-murmuré.

Entré en clase y habia varios sitios por detrás que no estaban ocupados, asi que me senté en la esquina de atrás.

-Levantaté.-volvió a decir la estúpida de Claudia.

-Callaté.-respondí.

-¿Pero de que vas?.-preguntó acercándose a mi.

Pude ver como Marcos el amigo de Manu le cogía del hombro y la paraba.

-Dejala Claudia.-respondió Marcos.-Hay más sitios.

Manu se sentó a mi lado y me sonrió. Manu se pasó toda la clase pintando la mesa con mis bolis, y yo no paraba de reir. El dia pasó bastante rápido,sobretodo la última clase.

-Bueno chicos, nos vemos mañana, hacer los ejercicios de esta página, del uno al cinco.- respondió el profesor de Biología.

Salí corriendo de clase, me estaba haciendo pis y me dirigí corriendo al baño. Le dejé la mochila a Manu para que luego me la diera. Entré al baño y me encontré a las tontas de turno.

-¿Que quieres Claudia?.-gruñí.

Sus amigas me agarraron de los brazos y yo me movía para que me soltaran. Claudia pegó un puñetazo en mi mandíbula haciendo gritar.

-Eso para que dejes a Manu.-gritó.

Me empezó a pegar y yo no paraba de gritar, al final Claudia me pegó otro puñetazo.

-Esto por llamarme idiota y por lo de el otro dia.-gritó.

Las amigas de Claudia me soltaron y yo empecé a correr. No paraba de llorar y corrí por todo el pasillo, sin que nadie me viera que estaba llorando. Pude ver como Manu estaba con Marcos y tenía mi mochila, corrí hasta ellos y cogí mi mochila tirandola de la mano de Manu, el me miró y puso cara de preocupación.

-¿Que te ha pasado Marta?.-preguntó Marcos tocandome la mandíbula.

Manu seguía sin hacer nada mirándome con la misma cara de preocupación y yo salí corriendo, necesitaba estar sola. Empecé a correr con la mochila en la espalda, necesitaba alejarme de todos, estar sola, relajarme.. Pasó un cuarto de hora cuando pude ver que había un parque bastante grande y me alejé aun sitio que no habia nadie, me senté debajo de un árbol y empecé a llorar.

-¿Porqué a mi?.-pregunté sollozando.

Noté como alguien me tocaba el hombro y yo me sobresalté.

-Veté.-dije agachando la cabeza y escondiendome entre el hueco de mis piernas.

-No.-respondió secamente Manu.

-No quiero estar contigo.-gruñí.

-¿Que te han echo Marta? ¿Quien te lo ha echó?.-gruñó Manu.

-Nadie, no me ha pasado nada, vete, Manu ¡Vete!.-grité.

Él se acercó y se sentó a mi lado, pude sentir como sus brazos me rodeaban y me llevaban a su pecho, me estaba abrazando. No me pude resistir y me acurruqué a su pecho y sollocé, mientras  Manu me acariciaba el pelo suavemente.

-Marta...-susurró Manu.

-Por favor no preguntes.-sollocé.

Él asintió y se levantó.

-Ya es hora de ir a casa, y curarte algunos rasguños que tienes. yo asentí.

-Pero averiguaré quien te ha echo eso Marta, te lo juro.-gruñó Manu.